lunes, 15 de junio de 2009

Sobre la comunicacion interna

Texto/Rafael Muñiz Gonzalez
http://www.marketing-xx1.com/la-comunicacion-interna-119.htm
La comunicación interna es la comunicación dirigida al cliente interno, es decir, al trabajador. Nace como respuesta a las nuevas necesidades de las compañías de motivar a su equipo humano y retener a los mejores en un entorno empresarial donde el cambio es cada vez más rápido.
Es un error pensar que la comunicación interna es «un lujo» y algo exclusivo de las grandes empresas y máxime en la etapa que estamos atravesando que viene marcada por unos resultados un tanto inciertos a todos los niveles. De ahí que se esté convirtiendo en uno de los grandes retos profesionales del siglo XXI, donde todavía son muy pocas las entidades que desarrollan una adecuada política de comunicación interna que contribuya a implantar los cambios y a lograr los objetivos corporativos y estratégicos de la compañía.
Muchas empresas ignoran que para ser competitivas y enfrentarse con éxito al cambio al que nos empuja inexorablemente el mercado, han de saber motivar a su equipo humano, retener a los mejores, inculcarles una verdadera cultura corporativa para que se sientan identificados y sean fieles a la organización. Y es precisamente aquí donde la comunicación interna se convierte en una herramienta estratégica clave para dar respuesta a esas necesidades y potenciar el sentimiento de pertenencia de los empleados a la compañía.
Para aumentar la eficacia del equipo humano, verdadero artífice de los resultados, ha de sentirse a gusto e integrado dentro de su organización y esto sólo es posible si los trabajadores están informados, conocen los diferentes entramados de la compañía, su misión, su filosofía, sus valores, su estrategia, se sienten parte de ella y, por consiguiente, están dispuestos a dar todo de sí mismos. Además, no debemos olvidar que la comunicación interna ayuda a reducir la incertidumbre y a prevenir el temido rumor, un elemento muy peligroso para las compañías.
Por ello, transmitir mensajes corporativos, informar sobre lo que ocurre dentro de la empresa, motivar y establecer una línea de comunicación eficaz entre los empleados, la dirección y los diferentes departamentos de la empresa son algunos de los objetivos que persigue la comunicación interna.
En cuanto a los tipos de comunicación interna, podemos hablar de dos: ascendente, que se realiza desde abajo hacia arriba en el organigrama de la empresa; y descendente, que tiene lugar desde arriba hacia abajo. A menudo, muchas empresas caen en el error de convertir su comunicación en algo unidireccional, donde los trabajadores son meros sujetos pasivos.

http://www.losrecursoshumanos.com/contenidos/2710-comunicacion-interna-gestion-clave-en-las-organizaciones.html
http://www.rrppnet.com.ar/comunicacioninterna.htm

El fantasma de Trujillo

Conocí a un enfermo del vientre a quien los cirujanos
habían extraído un tumor fenomenal. Cuando se quejaba en la convalecencia y se le preguntaba "qué te pasa", decía: "parece que echo de menos mi tumor. Estaba tan bien acomodado". Eso explica, tal vez, los funerales impresionantes con que los pueblos largo tiempo avasallados entierran a sus déspotas".
José Figueres, ex presidente de Costa Rica.


Por Edgar Valenzuela /colaboración.
La polémica que en estos momentos mantiene en vilo a distintos sectores del país es el premio nacional de novela otorgado al libro "A la sombra de mi abuelo", escrito por Aída Trujillo, hija de Ramfis y nieta del hombre fuerte de San Cristobal.
La obra se impuso a otras 13 que concursaban y fue seleccionada por un jurado integrado por el mexicano Jorge Volpi, el salvadoreño Manlio Argueta y el dominicano Roberto Marcallé Abreu.
Precisamente esta es una las críticas que se hace al veredicto. Se objeta que un jurado que mayoritariamente no es dominicano decida el destino de novelas escritas por dominicanos. Como estamos en la Era de la Globalización podría aceptarse un jurado extranjero, pero no dos de tres.
El escritor Marcallé Abreu defendió la capacidad e independencia del jurado, y atribuyó los comentarios en contra de la selección, por parte de escritores y organizaciones patrióticas, a que la figura de Trujillo sigue viva en el alma nacional.
"En la mayoría de las obras estudiadas, quizás 12 del total de 14, la personalidad de El jefe es como un espectro que planea -y lo sigue haciendo- sobre la vida de los dominicanos", dijo.
Este último aspecto es el que nos llama la atención, independientemente de que escritores y organizaciones patrióticas exigan la anulación del veredicto por entender que ofende la memoria de los caídos. (El ministro de Cultura José Rafael Lantigua, aún cuando mostró su insatisfacción con el premio, advirtió que no ejercerá presión para que el jurado cambie su parecer)
Lo llamativo es que el cuerpo de Trujillo cayó acribillado el 30 de mayo de 1961, pero el fantasma del tirano sigue deambulando en la imaginación popular, 48 años después de su ajusticiamiento y a 79 años de que tomara el poder a través de un golpe de estado en 1930.
¡Ahí es donde está el escándalo: no hemos enterrado a Trujillo! ¡Los dominicanos vivimos alimentando su recuerdo!
En lugar de construir el futuro estamos aferrados a los demonios del pasado.
Todos los intelectuales contemporáneos se distancian de la Era de Trujillo. Públicamente todos la condenan. Más a la hora de escribir o publicar no pueden dejar de pensar él.
Algunos amigos nos dan una explicación del fenómeno: "¡Trujillo es una marca que vende y mucho!".
Recomiendan incluir a Trujillo, como sea, en los libros porque sus productos tienen una venta asegurada, aunque no tengan mucha calidad, como ¿la novela? "A la sombra de mi abuelo". Entonces, agregan, para qué coger lucha buscando otro personaje y otras historias, de pegada, si Trujillo es una industria.
Da la impresión de que muchos escritores dominicanos están atrapados en un círculo vicioso: Repiten como cotorras los mismos argumentos, los mismos enfoques y los mismos personajes de las últimas cinco décadas.
Como si el reloj se hubiese detenido.
Es comprensible que los descendientes del dictador vivan atormentados. Además de su apellido, heredaron el desprecio que se ganó Trujillo con su autoritarismo y su falta de respecto a los derechos humanos.
Sin embargo, los pueblos que progresan no pueden vivir anclados en el pasado o dando tumbos hacia atrás, como el cangrejo.
Ya es hora de pasar la página, de entrar en una etapa diferente de la vida dominicana.
Sin pretender trazar pautas, pues en democracia cada cual puede escribir y hablar de lo que quiera, nos parece que es necesario experimentar con otros temas y trabajar otros personajes.
Una literatura sólida no gana la posteridad exclusivamente por su impacto comercial.
http://fotoshistoricas.blogspot.com/
http://www.27febrero.com/trujillo.htm
(*) El autor es periodista, teatrista y escritor.