Puede decirse que la gestión del ingeniero Celso Marranzini se concentra básicamente en el reordenamiento gerencial: a) gerencia de lo público desde la experiencia empresarial, b) reordenamiento del gasto, c) redefinición de políticas administrativas hacia dentro, d) la relación con el cliente, e) aumento de los ingresos.
Si lo logra, perfecto. Y está en condiciones de conseguirlo porque se trata de gestión administrativa para la eficiencia y efectividad (egresos e ingresos), y controles. Presumo una segunda etapa (tal vez corre paralelo, por cuestiones de tiempo) del reordenamiento de la producción de energía (compra-venta-distribución-clientes-estructura de costos), es decir, del sistema eléctrico.
La segunda etapa, viéndolo desde fuera, podría alcanzarla igualmente. Porque se trata, en cualquier situación, de un enfoque sistémico e integral. Dale orden al desorden,
El sistema eléctrico, quizás medio “complejo”, deja a cualquier medio perplejo: el Estado es propietario, copropietario, cliente, comprador, vendedor, e igualmente ocurre a empresas privadas. Luego, la base jurídica en que se sostiene, porque seguimos operando creyéndonos aún bajo el régimen de la capitalización, ¿habría que revisarla? ¿Es válida? ¿Cómo reordenar estas fuerzas? ¿Cómo replantear la estructura del mercado?
El hilo conductor de la energía atraviesa, sin contemplaciones, por la factura y cobro del servicio (oferta/demanda). Discusiones, por ejemplo: a) pago por la energía escasamente recibida, b) pago por un servicio nominal o real, c) precio o costo de la factura (oferta/demanda) barato o caro, d) cuál es el tope o será el tope de la factura recibida por el cliente o usuario del servicio, es decir hasta qué punto estará en condiciones de pagarla en función de sus ingresos (sueldo fijo versus tarifa movible).
No somos productores de petróleo. Es verdad. Pero, ¿qué hacemos para ir superando una deficiencia propia de nuestros huesos? Otros países aplican políticas de energía en beneficio del ciudadano, de la sociedad. Buscan producirla para abaratar y garantizar un servicio de calidad. El Estado se ahorra dólares por importación y, en consecuencia, menos presión, menos déficit. A propósito, ¿qué haremos con el Sol? ¿Es aprovechable?
Me entero de campesinos sudamericanos que viven en lomas en iguales condiciones que miles de familias en zonas rurales, y les enseñó a sacarle provecho al Sol, toda la energía eléctrica consumida por amplias zonas le proviene del Sol, y si producimos tanta basura, como se dice, también se convierte en otro recurso energético. En tanto se corrigen algunas “distorsiones” pensemos en políticas productivas. Vamos a escarbar posibles soluciones para producción de energía. Hagamos uso del trópico, está a la vista.