martes, 29 de diciembre de 2009

De piñas y otras frutas

Vamos al Súper y nos encontramos con frutas a precios casi invariables en diez años, un poquito más o un poquito de menos. Y en cualquier ocasión nos sorprenden informaciones provenientes de cualquier país del mundo, incluyendo de islas como nosotros, donde se trabaja para reducir los precios de los alimentos a través de acciones básicas, unas de las cuales es la diversificación y aumento la producción.
Diversifican por medio de la tecnología y la investigación. Por ejemplo, producimos plátanos cibaeños y barahoneros. Un país con otra vocación, lleva estos a un laboratorio para iniciar un proceso dirigido a provocar otras variedades con igual o mayor contenido alimenticio. Es una iniciativa nada antojadiza, pues responde a un plan vinculado a la canasta familiar, y de llevar a la mesa una calificación variada del mismo vívere, tal vez más alimenticio, y con mayor abundancia en el mercado.
La cantidad y su calidad permitirán comprar el rubro a bajo precio y quizás en todo el año, y si queremos estaremos satisfaciendo el mercado nacional e igualmente en condiciones de satisfacer un mercado externo, lo cual significa que produciremos para el consumo local y para la exportación.
El pato denominado “pequinés” es de alto consumo entre los chinos. Conociendo esta realidad, ¿qué pensaron? Aparte de seguir comiéndolo, los chinos iniciaron la tarea de ampliar la variedad de patos y a través de recursos tecnológicos lograron diversificar su producción con la expresa intención de abaratar y ampliar su consumo e igualmente de garantizar una mejor alimentación de sus ciudadanos con su carne y sus huevos.
No son iniciativas particulares, se trata de acontecimientos impulsados desde el Estado. Recientemente, vi en la televisión española cómo se incentivaba la producción de diversos mariscos también con una clara intención: ampliar la cantidad para bajar los precios y, en consecuencia, provocar un aumento en su consumo. Preocupación esencial, elevar la calidad de la vida a bajo costo.
Los dominicanos estamos en condiciones de producir variedad de artículos alimenticios, y de colocarnos en posición ventajosa en la región del Caribe si adoptáramos políticas parecidas a las aplicadas en otros países con características similares a la nuestra. Aumentaríamos las exportaciones (dólares con menos endeudamiento) y elevaríamos la calidad de vida de nuestros ciudadanos. ¿Por qué no hemos podido?