Angel Barriuso (*)La comunicación municipal
La preocupación de los políticos fuera del poder y mucho más cuando lo sustentan es esencialmente su aparición en la prensa diaria. Y es natural. Aspiran a su visibilidad, puesto que en la medida en que se ven, se oyen y se leen de igual forma estiman que terceros así lo hacen. En consecuencia, esto les permite desarrollarse alrededor de una ley que deviene de una práctica social: para saber que existimos tenemos que aparecer en los medios de comunicación, ser parte de un gran titular.
Cuando eso entra en discusión se recurre a un viejo dicho: la gallina cacarea los huevos que pone, y si la gallina deja de cacarear….no hay huevos. Y es una verdad relativa. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando la gallina cacarea? Les quitamos los huevos, actuamos en su contra. Probablemente el instinto maternal les hace regocijarse y, en consecuencia, celebra haber “parido”. Un huevo es una cría, es una especie de feto, es un embarazo, razón por lo cual los esconde para empollarlos.
Luego, la otra situación respecto de la costumbre es la creencia de que a través de declaraciones a la prensa nos estamos comunicando con los ciudadanos, con la sociedad, y que la sociedad y los ciudadanos están debidamente informados de cuanto estamos haciendo y/o queremos hacer. La realidad es que la prensa es un medio, un canal a través del cual intentamos llegar a terceros, y aunque estemos diariamente en la prensa jamás hay garantías de que terceros logran entender y comprender la gestión municipal, el concepto del gobierno municipal.
Y he aquí una antiquísima discusión. La diferencia de informar y a comunicar. Cuándo informamos y cuándo comunicamos. De manera que la preocupación básica de toda gestión municipal es comunicarse, saber comunicar la información. Cuando estuvimos en campaña, hicimos a la sociedad municipal la gran promesa de transformar el municipio y convertirlo en un espacio habitable, con mayor calidad de vida, para los munícipes. Luego, ¿qué debemos comunicar? Lo que el ciudadano espera lograr de beneficio al cabo de los cuatro años de gestión: el resultado final.
He recibido la ciudad de tal manera y al cabo de los cuatro años de mi mandato la estaré entregando así, de este o tal modo. El beneficio del ciudadano será esto o tal cosa. El ciudadano tiene que tener bien claro el beneficio que, como ente social o municipal, recibirá de la gestión municipal. La calidad de la sociedad municipal.
El mensaje a posicionar: estamos construyendo una ciudad habitable, con mayor calidad de vida. Obviamente, literalmente jamás. Estoy refiriéndome al concepto. Aspiramos a más calidad de vida.
Siempre debemos de informamos sobre lo que hacemos diariamente para lograr una ciudad habitable, con mayor calidad de vida. Construimos un futuro, el futuro deseado pero desde el presente. Es una arquitectura, un diseño para que la información nunca aparezca cual bombillitos navideños. Es y ha de ser el árbol. Comunicamos el todo, las partes lo constituye la información diaria. El ciudadano, la sociedad municipal, es lo importante, y llegamos hasta cara a cara.
La información por sí sola es datos, con riesgos permanentes a declaraciones y notas de prensa dispersas en las páginas de los diarios, en los medios de comunicación, y compiten con el espectáculo, porque la información periodística, hoy día, es espectáculo. La información suelta, desvinculada de toda estrategia para una comunicación de la gestión, sencillamente desinforma.
(*) publicado recientemente en el diario digital “el municipiord.com.rd”.
viernes, 15 de abril de 2011
miércoles, 13 de abril de 2011
Malos pensamientos
cuentos japoneses.Angel Barriuso.
Dos monjes, Tanzán y Ekido, viajaban juntos por un camino embarrado. Llovía a cántaros y sin parar. Al llegar a un cruce se encontraron con una preciosa muchacha, vestida con un kimono y un ceñidor de seda, incapaz de vadear el camino.
- Vamos, muchacha -dijo Tanzán sin más. Y, levantándola en sus brazos sobre el barro, la pasó al otro lado.
Ekido no dijo ni una sola palabra, hasta que, ya de noche, llegaron al monasterio. Entonces no pudo resistir más.
- Los monjes como nosotros -le dijo a Tanzán- no deben acercarse a las mujeres, sobre todo si son bellas jovencitas. Es peligroso. ¿Por qué lo hiciste?
- Yo la dejé allí -contestó Tanzán-. ¿Es que tú todavía la llevas?
Anónimo japonés
Sigo con otro cuento japonés, anónimo;muy bueno. Corto, y sigue siendo bueno.Japón necesita de todos nosotros.
Dos monjes, Tanzán y Ekido, viajaban juntos por un camino embarrado. Llovía a cántaros y sin parar. Al llegar a un cruce se encontraron con una preciosa muchacha, vestida con un kimono y un ceñidor de seda, incapaz de vadear el camino.
- Vamos, muchacha -dijo Tanzán sin más. Y, levantándola en sus brazos sobre el barro, la pasó al otro lado.
Ekido no dijo ni una sola palabra, hasta que, ya de noche, llegaron al monasterio. Entonces no pudo resistir más.
- Los monjes como nosotros -le dijo a Tanzán- no deben acercarse a las mujeres, sobre todo si son bellas jovencitas. Es peligroso. ¿Por qué lo hiciste?
- Yo la dejé allí -contestó Tanzán-. ¿Es que tú todavía la llevas?
Anónimo japonés
lunes, 11 de abril de 2011
Las sandalias de madera
Japón. Angel Barriuso. Japón atraviesa en estos momentos por una situación nada envidiable. Aún su tierra se sacude. Un terremoto ha dejado a sus ciudadanos sin ningún tipo de tranquilidad. No obstante, su valentía, su coraje es sencillamente admirable, envidiable. De las cernizas se levantan, se reconstruyen. Hoy están en estado trágico pero muy pronto veremos a los japoneses en el centro del mundo, prosperando. Hoy les dejo un cuento muy bueno.
Kuwano Katsuhito
Hace mucho tiempo, un joven, cuya madre había caído enferma, se vio en la necesidad de conseguir una gran suma de dinero para poder cuidarla. No tuvo otro remedio que pedírselo prestado al señor más rico del pueblo. Pero, por más que trabajaba, al joven le era imposible poder devolver el préstamo, y además, su madre empeoró de su enfermedad y nuestro protagonista tuvo que pedir más dinero aún al rico señor.
Éste se enfadó y le dijo:
"¿Qué estás diciendo? Ya te presté dinero antes y no me lo has devuelto. He esperado demasiado tiempo a que me devolvieras mi dinero ¿y ahora me pides más? ¡No vuelvas por aquí hasta que no saldes tu deuda!"
Aquel joven, que quería curar a su madre como fuera, al no haber logrado que el rico señor le prestara más dinero, no se atrevió a volver a casa, y pasó largo rato vagando por el bosque. Entonces, de repente, apareció un misterioso anciano en mitad del camino.
"Buenos días", saludó el anciano al pobre joven. Éste, sobresaltado, le respondió:
"Oh, discúlpeme. No le había visto."
Y continuó caminando. El anciano le dijo sonriendo:
"¿Te importa que camine contigo? Hay algo que quiero contarte que seguro que te interesará mucho". Y comenzó a andar junto a él.
Al cabo de un tiempo, cuando se disponía a despedirse, el anciano le dijo al joven:
"Estás pasando por momentos difíciles, ¿verdad? Toma estas sandalias de madera (下駄 geta), cálzatelas y tropieza con ellas, ya verás lo que sucede."
El joven se calzó las sandalias y tropezó con ellas, y ante su sorpresa, al instante comenzó a brotar de la nada un montón de dinero.
"Puedes repetir esto varias veces, pero si tropiezas demasiado, empezarás a encoger. Ten mucho cuidado."
El joven volvió a casa, y tal como le había dicho el anciano, se calzó las sandalias y tropezó, y de nuevo empezó a brotar dinero. Tras repetirlo algunas veces, reunió suficiente dinero para poder curar a su madre y devolver el préstamo. Entonces, recordó las palabras del anciano y dejó de utilizar las sandalias.
Cuando el joven fue a devolver su préstamo, el rico señor quiso saber cómo había conseguido tanto dinero, y el joven le contó la historia de las sandalias de madera mágicas, que hacían brotar dinero de la nada. El señor insistió muchísimo en que se las prestara, algo a lo que el joven accedió.
Muy contento, el señor se calzó las sandalias y se dirigió a la habitación contigua. Desde esa habitación empezó a oirse el incesante ruido de las caídas, "pataplam, pataplam", acompañado del sonido de las monedas, "cling, cling". Pero al cabo de un tiempo, ya sólo se oía este último sonido.
El joven, extrañado, se asomó para ver qué sucedía. Allí, sentado, en lo alto de una enorme montaña de dinero, estaba el rico señor convertido en un bebé, en castigo a la avaricia de haber tropezado demasiadas veces.
Abril, 2007
viernes, 25 de marzo de 2011
Popularidad y calidad
Angel Barriuso /Popularidad y calidad
La popularidad se pierde muy fácil, no obstante la calidad. En estos, por ejemplo, visité una ferretería que hoy es una gran plaza comercial dividida en departamentos de artículos para el hogar, y se escuchaba como música de fondo al merenguero El Jefrey. Pregunté por la persistencia porque durante alrededor de una hora repitieron música, sin opción al cambio del dial. “Eso es cuestión del Jefe, y a él y sólo a él a quien le gusta El Jefrey, que ya no está en nada”. El comentario de uno de los empleados recibió el respaldo de otros de sus compañeros. ¡Y quien lo diría! Este artista gozaba de gran fama hasta hace algunos meses, y de pronto poquísimos lo quieren. Igual ha ocurrido con otros artistas merengueros que los oía en cualquier lugar y rincón. Son figuras muy conocidas –y prefiero omitir sus nombres- ya descartados por el mercado. No obstante, la calidad de su música y su fuerza interpretativa. Entonces, la popularidad se pierde con gran facilidad. Sea malo o muy bueno el producto, cuando perdió la popularidad o su momento de fama, de gloria, se vuelve complicado recuperarlo en términos inmediatos. Parece que lo mejor, lo recomendable, es dejar pasar el tiempo, y con su paso, volver renovado, confiando el discurrir de un año o cuatro años. Wilfrido Vargas es otro gran merenguero nuestro, renovador, vanguardista (si cabe decirlo). Ya no es lo mismo, tal vez en cualquier otra circunstancia podría resurgir. Johnny Ventura pierde poco impacto en términos mercadológicos. La explicación: conoce el mercado y, muy a pesar de su capacidad de renovación y/o de relanzamiento, juega sabiamente con el retiro. Lo logra de tal manera que dejar pasar los meses sin expresar preocupación alguna, y vuelve con la gracia de siempre. Es una excepción, un caso muy particular. ¿Dónde radica su capacidad? En su habilidad para administrar las situaciones reintroduciéndose lentamente a través de segmentos del mercado, a través de jóvenes o de estilos musicales de terceros. Siendo una leyenda, terceros quisieran verlo a su lado, y esporádicamente aparece en una grabación de alguien ya bien pegado. Otro fenómeno es Carlos Santana. Reaparece con la misma fuerza con que desaparece. Aprovechar las coyunturas.
La popularidad se pierde muy fácil, no obstante la calidad. En estos, por ejemplo, visité una ferretería que hoy es una gran plaza comercial dividida en departamentos de artículos para el hogar, y se escuchaba como música de fondo al merenguero El Jefrey. Pregunté por la persistencia porque durante alrededor de una hora repitieron música, sin opción al cambio del dial. “Eso es cuestión del Jefe, y a él y sólo a él a quien le gusta El Jefrey, que ya no está en nada”. El comentario de uno de los empleados recibió el respaldo de otros de sus compañeros. ¡Y quien lo diría! Este artista gozaba de gran fama hasta hace algunos meses, y de pronto poquísimos lo quieren. Igual ha ocurrido con otros artistas merengueros que los oía en cualquier lugar y rincón. Son figuras muy conocidas –y prefiero omitir sus nombres- ya descartados por el mercado. No obstante, la calidad de su música y su fuerza interpretativa. Entonces, la popularidad se pierde con gran facilidad. Sea malo o muy bueno el producto, cuando perdió la popularidad o su momento de fama, de gloria, se vuelve complicado recuperarlo en términos inmediatos. Parece que lo mejor, lo recomendable, es dejar pasar el tiempo, y con su paso, volver renovado, confiando el discurrir de un año o cuatro años. Wilfrido Vargas es otro gran merenguero nuestro, renovador, vanguardista (si cabe decirlo). Ya no es lo mismo, tal vez en cualquier otra circunstancia podría resurgir. Johnny Ventura pierde poco impacto en términos mercadológicos. La explicación: conoce el mercado y, muy a pesar de su capacidad de renovación y/o de relanzamiento, juega sabiamente con el retiro. Lo logra de tal manera que dejar pasar los meses sin expresar preocupación alguna, y vuelve con la gracia de siempre. Es una excepción, un caso muy particular. ¿Dónde radica su capacidad? En su habilidad para administrar las situaciones reintroduciéndose lentamente a través de segmentos del mercado, a través de jóvenes o de estilos musicales de terceros. Siendo una leyenda, terceros quisieran verlo a su lado, y esporádicamente aparece en una grabación de alguien ya bien pegado. Otro fenómeno es Carlos Santana. Reaparece con la misma fuerza con que desaparece. Aprovechar las coyunturas.
lunes, 21 de marzo de 2011
Economía y el discurso presidencial reciente
Angel Barriuso/discurso de Leonel
El jueves 17 de este mes, el presidente Leonel Fernández anunció las medidas de su Gobierno para resguardarnos de los afectos del alza de la materia prima y el petróleo en los mercados internacionales. Fue un discurso tradicional, con el mismo formato de cualquier mandatario en la historia de nuestro país, muy a pesar de las miradas de la sociedad en un contexto preelectoral.
En resumen: reducción del gasto público para este año en un 12%. El año anterior había hecho ya una reducción del gasto público; un plan de colocación de plazas agropecuarias dirigidas a sectores de bajos y medianos ingresos; un plan para el ahorro en el pago de la factura petrolera a través de a) ir modificando las plantas de generación de electricidad, b) instalación de generación aeólica (molinos), c) instalación de estaciones para el expendio de gas natural, d) revisión del acuerdo de ajuste con el FMI, para modificar los indicadores básicos proyectados; y la paralización de nuevas obras públicas. Sólo terminarán las ya iniciadas.
Estas medidas, desde el punto de vista económicos, tienen efectos positivos a mediano plazo. Y efectivamente, reducen el impacto de la crisis internacional (de las amenazas). Sin embargo, la población o segmentos de la sociedad, aspiraban a medidas de impacto inmediatas. Por ejemplo, menos circulación de los vehículos oficiales en fines de semana, menos "aparataje"; la baja en el precio de venta al público en los precios de los combustibles y la revisión de la factura eléctrica.
Está claro que el Gobierno no podría en lo inmediato provocar una rebaja en los precios internos de los combustibles cuando está en aumento en el mundo. La energía eléctrica es un efecto del aumento en los combustibles. Revisar la ley sobre hidrocarburos será ideal, pero es renunicar a ingresos fiscales en un momento de déficit (baja entrada a impuestos a las arcas nacionales). Para evitar la paralización de toda actividad económica, el gobierno se endeuda.
Son datos, números, realidades.
?Qué le está faltando al gobierno? Más comunicación. Un saber cómo comunicar la información. Hasta el momento, muchos datos. Se requiere mayor explicación (detalle, descripción, que se vea el impacto sobre la economía popular), pedagogía, un gran mensaje que genere entusiasmo, convenza, provoque confienza, credebilidad, conexión con el ciudadano. Se adoptan medidas correctas (y posiblemente puedan adoptarse otras), pero hay escepticismo y, para colmo de males, pérdida de confianza en un contexto electoralista.
martes, 15 de marzo de 2011
lunes, 7 de marzo de 2011
Del 27 de febrero al 1916
Ángel Barriuso/independencia nacional
No lo he visto pero un amigo me dijo que en uno de los ingenios de San Pedro de Macorís vio una tarja en la cual se afirma: 26 de febrero de 1844, Día de la Independencia Nacional; y con plena razón el amigo Horacio se mostró inquieto porque en su vida estudiantil siempre recibió la información de que el día 27 de febrero fue cuando se escuchó el trabucazo para proclamarnos libre del yugo haitiano.
No obstante el día, esta independencia del dominio haitiano sobre nuestro país fue relativamente efímera, aunque no tanto como aquella encabezada por el doctor José Núñez de Cácares, en el año 1821, quien inmediatamente invitó a Haití a celebrar el acontecimiento para que dos Estados pudieran compartir la isla de muy buenas maneras, es decir como excelentes vecinos: dos Haití en una misma isla.
Sin embargo, la invitación de Núñez de Cáceres habría sido recibida por los haitianos como su gran oportunidad, de tal suerte que en 1822 fuimos ocupados por el Haití de origen francés que se adueñó por 22 años del Haití Español, precisamente en un mes de febrero. La recuperación de nuestro territorio, que estuvo en manos de los haitianos, nos dejó en un Estado nacional y con nombre propio hasta el 1861 cuando optamos por volver a España en condición de colonia, por razones rediscutidas.
He aquí el tema. En 1822 se produjo una lucha anticolonial, muy propia de lo que acontecía en el resto de América hispánica. Grupos criollos (nacidos y criados en el territorio colonizado) auspiciaron la necesidad de apropiarse de su propio destino con movimientos anticolonialistas o de independencia. Podría decirse –sin ánimo de competir con ningún historiador, simple curiosidad personal- que se trató de luchas por la definición de una identidad, por la visibilidad política de una nueva cultura, un nuevo territorio, valores nativos o criollos que evolucionaron paralelos a los valores impresos por los dominios coloniales. Una perspectiva de lo nacional, de la defensa del yo, de la existencia comprobada de un nuevo continente, con sus hábitos y patrones de vida.
¿Por qué llamar independencia nacional a la lucha contra la ocupación haitiana de 1844 cuando la rotura con el colonialismo fue precisamente en 1821?
En 1916 fuimos ocupados por tropas estadounidenses, y hasta el 1924 se constituyeron en el centro de las decisiones administrativas y políticas en nuestro territorio. ¿Fuimos tratados como colonia? ¿Cómo llamar al episodio histórico de 1863? ¿Simple restauración? ¿Cómo podríamos bautizar el hecho de desocupación norteamericana en 1924, restauración? ¿Por qué la lucha anticolonial de 1863 es un proceso de restauración, porque simplemente volvíamos al concepto duartiano? ¿Habría sido Núñez de Cáceres la pauta de guerra de independencia, la idea de un Estado nacional?
Obvio, la lucha contra Haití fue de independencia pero creo que la gran batalla independentista ocurrió en 1863 porque fue el acontecimiento de corte radical del cordón umbilical que históricamente nos ató al origen colonial hispánico en el siglo XIX, porque en el 1916 se materializa la decisión de nuestras naciones por la defensa de nuestra naturaleza en el siglo XX, por la restauración de nacional, de lo propio.
No lo he visto pero un amigo me dijo que en uno de los ingenios de San Pedro de Macorís vio una tarja en la cual se afirma: 26 de febrero de 1844, Día de la Independencia Nacional; y con plena razón el amigo Horacio se mostró inquieto porque en su vida estudiantil siempre recibió la información de que el día 27 de febrero fue cuando se escuchó el trabucazo para proclamarnos libre del yugo haitiano.
No obstante el día, esta independencia del dominio haitiano sobre nuestro país fue relativamente efímera, aunque no tanto como aquella encabezada por el doctor José Núñez de Cácares, en el año 1821, quien inmediatamente invitó a Haití a celebrar el acontecimiento para que dos Estados pudieran compartir la isla de muy buenas maneras, es decir como excelentes vecinos: dos Haití en una misma isla.
Sin embargo, la invitación de Núñez de Cáceres habría sido recibida por los haitianos como su gran oportunidad, de tal suerte que en 1822 fuimos ocupados por el Haití de origen francés que se adueñó por 22 años del Haití Español, precisamente en un mes de febrero. La recuperación de nuestro territorio, que estuvo en manos de los haitianos, nos dejó en un Estado nacional y con nombre propio hasta el 1861 cuando optamos por volver a España en condición de colonia, por razones rediscutidas.
He aquí el tema. En 1822 se produjo una lucha anticolonial, muy propia de lo que acontecía en el resto de América hispánica. Grupos criollos (nacidos y criados en el territorio colonizado) auspiciaron la necesidad de apropiarse de su propio destino con movimientos anticolonialistas o de independencia. Podría decirse –sin ánimo de competir con ningún historiador, simple curiosidad personal- que se trató de luchas por la definición de una identidad, por la visibilidad política de una nueva cultura, un nuevo territorio, valores nativos o criollos que evolucionaron paralelos a los valores impresos por los dominios coloniales. Una perspectiva de lo nacional, de la defensa del yo, de la existencia comprobada de un nuevo continente, con sus hábitos y patrones de vida.
¿Por qué llamar independencia nacional a la lucha contra la ocupación haitiana de 1844 cuando la rotura con el colonialismo fue precisamente en 1821?
En 1916 fuimos ocupados por tropas estadounidenses, y hasta el 1924 se constituyeron en el centro de las decisiones administrativas y políticas en nuestro territorio. ¿Fuimos tratados como colonia? ¿Cómo llamar al episodio histórico de 1863? ¿Simple restauración? ¿Cómo podríamos bautizar el hecho de desocupación norteamericana en 1924, restauración? ¿Por qué la lucha anticolonial de 1863 es un proceso de restauración, porque simplemente volvíamos al concepto duartiano? ¿Habría sido Núñez de Cáceres la pauta de guerra de independencia, la idea de un Estado nacional?
Obvio, la lucha contra Haití fue de independencia pero creo que la gran batalla independentista ocurrió en 1863 porque fue el acontecimiento de corte radical del cordón umbilical que históricamente nos ató al origen colonial hispánico en el siglo XIX, porque en el 1916 se materializa la decisión de nuestras naciones por la defensa de nuestra naturaleza en el siglo XX, por la restauración de nacional, de lo propio.
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