Angel Barriuso /Feria del Libro
Continúa en la capital dominicana la XIV Feria Internacional del Libro, este año dedicada al Vaticano y, en el plano local, a los sacerdotes José Luis Sáez y Francisco José Arnáiz. Y me confieso frustrado con esta nueva versión.
Poca animación, muy fría, y el gran desorden de la población estudiantil que acude diariamente a visitar la XIV Feria. Los ministerios de Cultura y de Educación deberían organizar mucho mejor tales visitas. Aquello parece un mercado público arrabalizado, y siento que los estudiantes, cualquiera que sea su nivel, sacan poquísimo provecho de su recorrido.
Igualmente creo que las instituciones gubernamentales deberían dejar de participar en estas ferias del libro. Concentrarnos en la participación de los libreros o librerías, y facilitar las condiciones para que efectivamente pueda venderse un libro en tal espacio. Dudo que hayan ventas significativas. Y dudo que nuevos autores o recientes títulos puedan circular cómodamente en tal esenario.
He conversado con amigos que recientemente han puesto libros en circulación y rechazan colocarlos en la Feria Internacional del Libro, por lo menos en la actual.
Tantas veces voy, salgo mucho más frustrado que en el día anterior.
El Ministerio de Cultura que, sin dudas, ha tratado de hacer de la Feria Internacional del Libro una actividad trascentral e igual el presidente Leonel Fernández, debería replantearse su forma organizativa, su finalidad. Como lector me anima muy poco visitar la Feria. Como autor, por igual. Y creo que la participación de los libros es cada año inferior, menos librerías y casas editoriales participan.
Y si es lo contrario, no se nota.
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