miércoles, 29 de diciembre de 2010
martes, 28 de diciembre de 2010
La amenaza
Ángel Barriuso. Cuento corto.Diciembre, 2010.
El viento soplaba tan fuerte cual animal furioso. Y tal vez con razones de sobra. ¿Por dónde podría circular libremente si con la modernización quizás le hemos arrebato su espacio? Su rugir inmenso es su violencia, su choque brutal contra las paredes, sonidos emitidos justo en el momento en que encuentra un diminuto hueco a través del cual moverse. ¿Tendrá sentimientos? ¿Habla? ¿Es un mensaje? ¿Suponemos? ¿Qué puedo yo decirle al viento cuando estoy medio asustado debido a su amenaza por destruirme, cuando sé perfectamente de su angustia por arrebatarle yo su camino, tan natural en el mundo como la naturaleza misma del hombre? ¿Habrá algún punto de armonía? ¡Jamás! La disputa está echada. Ambos somos dos fenómenos del mismo tronco. Y luchamos.
lunes, 20 de diciembre de 2010
Muerte en el platanal
Angel Barriuso/ Cuento
Aquella mañana de octubre de 1977 amaneció lloviznando. Puerto Plata aparecía metida, cual forro, en neblinas. Y la extraña sensación de que la ciudad se borraba. Se tornó gris.
-¡Carajo, ahora está lloviendo!
-Tendremos que dejar las cosas para después, mi patrón.
-¡No, jamás! Hay que ir al platanal, hay que ver los becerros, tenemos mucho por hacer, y tengo que volver a la Capital.
-Pero mi patrón…
-¡Nada, hay que ir. Tenemos que trabajar!
La mujer gorda y alta, estaba ya, desde muy temprano en la mañanita, al lado del fogón. Hervía víveres, sofreía cebollas. Luego caminó hacia el canasto rebosado de pajillas, medio rebuscó hasta extraer varios huevos de gallina.
-¿Comemos huevos fritos o batidos?
-Comeremos huevos fritos. Para eso es la jodida cebolla, dijo el patrón.
Aún seguía la llovizna, y hacia el Atlántico se veía un nubarrón color lila, un cielo medio morado. La casa estaba construida sobre un pináculo.
-Jum, mi patrón. Ese cielo se va abrir en pedazos y habrá agua como hace mucho tiempo…
-Mira, ve, hijo, observa aquella vaca, en el corral, y aquella otra para ti. Tienen que cuidarlas.
Dos niños iban junto a su padre, don Samuel. Y Chepe, el peón de la absoluta confianza, no dejaba de hablar de la lluvia. Del aguacero que caería.
-¿Por qué, Chepe, no están ordeñando, quién tenía a su cargo achicar las vacas?
-Mi patrón, eso fue hecho como a la cinco, es que usted no se fijó bien. En la cocina estaban los bidones. Hoy usted está amanecío como guapo. ¿Qué le pasa, mi don?
-Yo quiero ver a la gente haciendo lo que tienen que hacer. No vengo de la Capital a pasear ni a ver montes ni animales. ¡Ni a ningún pendejo!
- A propósito, mi jefe, recuerde usted que usted puso a trabajar a unos hombres y no le ha pagado. La última vez eso no quedó muy bien, y aquí la gente no es como en la ciudad. Aquí somos diferentes, y cada hombre tiene sus mañas.
-Hablemos menos. Mira, mira aquel becerro. Ve allá, sácalo de entre los alambres. En eso es que tenemos que estar. ¡Muévelo! No lo hagas esperar que….
-Allá voy, estoy caminando, mi don.
Don Samuel rebuscó con la vista por debajo de su sombrero de alas anchas, tipo vaquero. Y preguntó por la vaca que había perdido la mitad de una oreja. No la vio por ningún lado. Sus dos hijos corrían de un lado a otro. Chepe retornaba de la empalizada, cuando tuvo que devolverse en búsqueda del becerro.
-No lo veo, mi patrón. Quizás está entre los montes. Recuerde que algunos se quedan debajo de cualquier árbol con estas lluvias. Ahorita mismo los veremos, quizás más para adelante o tal vez cuando estemos llegando al sembradío de plátanos.
Don Samuel no dijo nada. Siguió la marcha pero atrajo a sus dos hijos pequeños encaminándolo hacia la siembra de plátanos. Era un buen terreno, cuya propiedad fue de su abuelo, luego de su padre y hoy la disfruta de vez en vez y de cuando en cuando porque su vida transcurre en la Capital, en otros quehaceres.
-Pienso que debemos aumentar el paso hacia el platanal, mi jefe.
Pero el patrón se devolvió y decidió darle la vuelta al corral donde ordeñan las vacas. Miró tranquilamente todo. “Parece que sí, que efectivamente ordeñaron”, pensó. Ahora observó a lo lejos, en dirección a las lomas, porque el cielo seguía muy nublado e impresionaba. “Este será un fin de semana perdido”, comentó para sí. Chepe iba caminando cabizbajo, golpeando con sus pies algunas piedras pequeñitas, quizás jugando. Unas botas de goma le cubrían las piernas hasta las rodillas. Negras, enlodadas.
Allí, la neblina es un manto, esponjas flotantes sobre la vegetación y los animales. Se desdibuja. Gotitas sobre las hojas verdes. Coronitas de agua. La pangola y otras yerbas se extendían a lo largo y ancho de gran parte de la fina, y en dirección a la loma, el sembradío enorme de plátanos, en una tierra de tierno aroma. De mañanita, de tarde, a cualquier hora, aquello era motivo de orgullo de don Samuel, que lo transmitía a sus hijos, siempre atento a dos niños. La madre se quedaba en la casa de la Capital, quizás el campo le era de poco agrado o tal vez otras ocupaciones la entretenían. Dos años ya tenía don Samuel yendo y viniendo. El campo, la Ciudad. Lo urbano, lo rural. Los viernes depositaban melaza en un estanque grande, desde donde la distribuían hacia pequeños depósitos, en los cuales alimentaban a las vacas, privilegiando a las lecheras y a los terneros. Trozos de plátanos, rabizas y hojas de árboles removidos eran dados a los becerros. La mayoría de las vacas eran del tipo cebúes, otras del tipo holstein.
-Dices, Chepe, que los hombres aquellos todavía siguen trabajando en el platanal…
Hacía poco más de un año que don Samuel enfrentó de palabras a tres de sus peones.
-Sí, y recuerde que hay dos a quienes usted le adeuda….
-No, no les debemos. Se les ha pagado.
-Parece que hoy no nos estamos entendiendo bien con esos hombres, mi patrón. No están contentos, y se ven vengativos.
-Ese no es mi problema. No puedo mantener a todo el mundo contento. Aquí no hay fiestas, aquí venimos a trabajar.
-Es el trato, don Samuel. El hablao.
-Bueno, pero unos mandan y otros reciben órdenes. ¿O es que son mujercitas? ¡Qué se dejen de ñoñerías, de pendejadas, porque aquí hablamos bien claro!
Chepe anduvo el camino siempre mirando hacia el suelo. Pateaba cualquier cosa, tal vez buscando en qué entretenerse. O en qué pensar, mientras acompañaba a su jefe. Se mostraba nervioso, inquieto. Pensativo. A pocos pasos, el platanal. Hojas verdes, mojadas, y el aroma a tierra negra sembrada de plátanos. Se le vio en el Bar Apolo, próximo a Sosúa, cuando el sábado entró alegre, con la cerveza bien fría en sus manos. Allí estaban Felipe, Ramón y Papo, los notó tan pronto entró al salón. Sonaba un merengue en la vellonera. Cinco y treinta de la tarde. Una mujer blanca y de baja estatura se le acercó a Chepe, lo abrazó, le quitó la cerveza y tomó un sorbo llevándose la botella a la boca. El hombre la apretó a la mujer por la cintura, mientras élla sonreía y volvía a llevarse la cerveza a su boca. Tras dejarla, Chepe siguió su camino en dirección a los tres hombres a quienes distinguió cuando penetró al bar, y los saludó sin mediar palabras, excepto una señal con el índice de la mano izquierda, y los tres individuos se mostraron complacidos. Y nada más.
-Buenos días, patrón.
-Qué buenos ni qué buenos días, ¿no ven, carajo, esta jodida lluvia?
Dos hombres parecían esperar al patrón en medio entre los plátanos. Lloviznaba, efectivamente, pero sin fuerza. Eran Ramón y Felipe, quienes entraban y salían de la finca. Peones que se peleaban frecuentemente con su Jefe, don Samuel. Y por cualquier cosa. Siempre hay quienes toleran las discordias y negocian las discrepancias, las dejan pasar para que preservar la amistad o las relaciones laborales; y los hay intolerantes. Así es que Ramón y Felipe, ambos, se asemejaban a don Samuel. Cualquier cosa los irritaba, los hacía enfadar. Probablemente no se gustaban, nunca hubo empatía. Y aunque don Samuel era hombre de muchas mujeres, tal vez el cualquier conflicto con sus peones jamás pudo ser el celo, quizás razones económicas, porque los trabajadores visitaban cada sábado los bares y aún en el día del domingo…seguían de bares en bares.
-Y ustedes, si se puede saber, ¿qué buscan por aquí?
Chepe no decía nada, ni mostraba ninguna sorpresa por la presencia de Ramón y Felipe.
-Bueno, mi patrón, a nosotros no nos gusta la forma que usted tiene para hablarnos a ninguna hora. A nosotros nos parece que usted nos insulta. Que usted no nos quiere…
Don Samuel deslizó sus manos por la cintura, cual si algo buscara en el cinto. Siempre porta una pistola, y casualmente la había dejado en la cocina, al lado del plato donde dejó parte de su desayuno. Sus dos hijos medio distraídos, jugaban en su alrededor, cuando de pronto sintió un golpe en su espalda. Fue Chepe quien lo golpeó con un mazo, y sin pensarlo dos veces Felipe desenvainó un cuchillo largo y lo estocó en la boca del estómago de su patrón.
-No lo suelte, coño, se oyó decir a Felipe.
Los niños huyeron, y sólo se les escuchó gritar: ¡Papi!....
Chepe sostenía por detrás a don Samuel y fue cuando Ramón también uso de puñal para empujarlo en el vientre de don Samuel.
-Norma, Norma….
Volvieron a oírse a los niños cuando llamaban a Norma, la mujer que les había servido los huevos revueltos.
Aquella mañana de octubre de 1977 amaneció lloviznando. Puerto Plata aparecía metida, cual forro, en neblinas. Y la extraña sensación de que la ciudad se borraba. Se tornó gris.
-¡Carajo, ahora está lloviendo!
-Tendremos que dejar las cosas para después, mi patrón.
-¡No, jamás! Hay que ir al platanal, hay que ver los becerros, tenemos mucho por hacer, y tengo que volver a la Capital.
-Pero mi patrón…
-¡Nada, hay que ir. Tenemos que trabajar!
La mujer gorda y alta, estaba ya, desde muy temprano en la mañanita, al lado del fogón. Hervía víveres, sofreía cebollas. Luego caminó hacia el canasto rebosado de pajillas, medio rebuscó hasta extraer varios huevos de gallina.
-¿Comemos huevos fritos o batidos?
-Comeremos huevos fritos. Para eso es la jodida cebolla, dijo el patrón.
Aún seguía la llovizna, y hacia el Atlántico se veía un nubarrón color lila, un cielo medio morado. La casa estaba construida sobre un pináculo.
-Jum, mi patrón. Ese cielo se va abrir en pedazos y habrá agua como hace mucho tiempo…
-Mira, ve, hijo, observa aquella vaca, en el corral, y aquella otra para ti. Tienen que cuidarlas.
Dos niños iban junto a su padre, don Samuel. Y Chepe, el peón de la absoluta confianza, no dejaba de hablar de la lluvia. Del aguacero que caería.
-¿Por qué, Chepe, no están ordeñando, quién tenía a su cargo achicar las vacas?
-Mi patrón, eso fue hecho como a la cinco, es que usted no se fijó bien. En la cocina estaban los bidones. Hoy usted está amanecío como guapo. ¿Qué le pasa, mi don?
-Yo quiero ver a la gente haciendo lo que tienen que hacer. No vengo de la Capital a pasear ni a ver montes ni animales. ¡Ni a ningún pendejo!
- A propósito, mi jefe, recuerde usted que usted puso a trabajar a unos hombres y no le ha pagado. La última vez eso no quedó muy bien, y aquí la gente no es como en la ciudad. Aquí somos diferentes, y cada hombre tiene sus mañas.
-Hablemos menos. Mira, mira aquel becerro. Ve allá, sácalo de entre los alambres. En eso es que tenemos que estar. ¡Muévelo! No lo hagas esperar que….
-Allá voy, estoy caminando, mi don.
Don Samuel rebuscó con la vista por debajo de su sombrero de alas anchas, tipo vaquero. Y preguntó por la vaca que había perdido la mitad de una oreja. No la vio por ningún lado. Sus dos hijos corrían de un lado a otro. Chepe retornaba de la empalizada, cuando tuvo que devolverse en búsqueda del becerro.
-No lo veo, mi patrón. Quizás está entre los montes. Recuerde que algunos se quedan debajo de cualquier árbol con estas lluvias. Ahorita mismo los veremos, quizás más para adelante o tal vez cuando estemos llegando al sembradío de plátanos.
Don Samuel no dijo nada. Siguió la marcha pero atrajo a sus dos hijos pequeños encaminándolo hacia la siembra de plátanos. Era un buen terreno, cuya propiedad fue de su abuelo, luego de su padre y hoy la disfruta de vez en vez y de cuando en cuando porque su vida transcurre en la Capital, en otros quehaceres.
-Pienso que debemos aumentar el paso hacia el platanal, mi jefe.
Pero el patrón se devolvió y decidió darle la vuelta al corral donde ordeñan las vacas. Miró tranquilamente todo. “Parece que sí, que efectivamente ordeñaron”, pensó. Ahora observó a lo lejos, en dirección a las lomas, porque el cielo seguía muy nublado e impresionaba. “Este será un fin de semana perdido”, comentó para sí. Chepe iba caminando cabizbajo, golpeando con sus pies algunas piedras pequeñitas, quizás jugando. Unas botas de goma le cubrían las piernas hasta las rodillas. Negras, enlodadas.
Allí, la neblina es un manto, esponjas flotantes sobre la vegetación y los animales. Se desdibuja. Gotitas sobre las hojas verdes. Coronitas de agua. La pangola y otras yerbas se extendían a lo largo y ancho de gran parte de la fina, y en dirección a la loma, el sembradío enorme de plátanos, en una tierra de tierno aroma. De mañanita, de tarde, a cualquier hora, aquello era motivo de orgullo de don Samuel, que lo transmitía a sus hijos, siempre atento a dos niños. La madre se quedaba en la casa de la Capital, quizás el campo le era de poco agrado o tal vez otras ocupaciones la entretenían. Dos años ya tenía don Samuel yendo y viniendo. El campo, la Ciudad. Lo urbano, lo rural. Los viernes depositaban melaza en un estanque grande, desde donde la distribuían hacia pequeños depósitos, en los cuales alimentaban a las vacas, privilegiando a las lecheras y a los terneros. Trozos de plátanos, rabizas y hojas de árboles removidos eran dados a los becerros. La mayoría de las vacas eran del tipo cebúes, otras del tipo holstein.
-Dices, Chepe, que los hombres aquellos todavía siguen trabajando en el platanal…
Hacía poco más de un año que don Samuel enfrentó de palabras a tres de sus peones.
-Sí, y recuerde que hay dos a quienes usted le adeuda….
-No, no les debemos. Se les ha pagado.
-Parece que hoy no nos estamos entendiendo bien con esos hombres, mi patrón. No están contentos, y se ven vengativos.
-Ese no es mi problema. No puedo mantener a todo el mundo contento. Aquí no hay fiestas, aquí venimos a trabajar.
-Es el trato, don Samuel. El hablao.
-Bueno, pero unos mandan y otros reciben órdenes. ¿O es que son mujercitas? ¡Qué se dejen de ñoñerías, de pendejadas, porque aquí hablamos bien claro!
Chepe anduvo el camino siempre mirando hacia el suelo. Pateaba cualquier cosa, tal vez buscando en qué entretenerse. O en qué pensar, mientras acompañaba a su jefe. Se mostraba nervioso, inquieto. Pensativo. A pocos pasos, el platanal. Hojas verdes, mojadas, y el aroma a tierra negra sembrada de plátanos. Se le vio en el Bar Apolo, próximo a Sosúa, cuando el sábado entró alegre, con la cerveza bien fría en sus manos. Allí estaban Felipe, Ramón y Papo, los notó tan pronto entró al salón. Sonaba un merengue en la vellonera. Cinco y treinta de la tarde. Una mujer blanca y de baja estatura se le acercó a Chepe, lo abrazó, le quitó la cerveza y tomó un sorbo llevándose la botella a la boca. El hombre la apretó a la mujer por la cintura, mientras élla sonreía y volvía a llevarse la cerveza a su boca. Tras dejarla, Chepe siguió su camino en dirección a los tres hombres a quienes distinguió cuando penetró al bar, y los saludó sin mediar palabras, excepto una señal con el índice de la mano izquierda, y los tres individuos se mostraron complacidos. Y nada más.
-Buenos días, patrón.
-Qué buenos ni qué buenos días, ¿no ven, carajo, esta jodida lluvia?
Dos hombres parecían esperar al patrón en medio entre los plátanos. Lloviznaba, efectivamente, pero sin fuerza. Eran Ramón y Felipe, quienes entraban y salían de la finca. Peones que se peleaban frecuentemente con su Jefe, don Samuel. Y por cualquier cosa. Siempre hay quienes toleran las discordias y negocian las discrepancias, las dejan pasar para que preservar la amistad o las relaciones laborales; y los hay intolerantes. Así es que Ramón y Felipe, ambos, se asemejaban a don Samuel. Cualquier cosa los irritaba, los hacía enfadar. Probablemente no se gustaban, nunca hubo empatía. Y aunque don Samuel era hombre de muchas mujeres, tal vez el cualquier conflicto con sus peones jamás pudo ser el celo, quizás razones económicas, porque los trabajadores visitaban cada sábado los bares y aún en el día del domingo…seguían de bares en bares.
-Y ustedes, si se puede saber, ¿qué buscan por aquí?
Chepe no decía nada, ni mostraba ninguna sorpresa por la presencia de Ramón y Felipe.
-Bueno, mi patrón, a nosotros no nos gusta la forma que usted tiene para hablarnos a ninguna hora. A nosotros nos parece que usted nos insulta. Que usted no nos quiere…
Don Samuel deslizó sus manos por la cintura, cual si algo buscara en el cinto. Siempre porta una pistola, y casualmente la había dejado en la cocina, al lado del plato donde dejó parte de su desayuno. Sus dos hijos medio distraídos, jugaban en su alrededor, cuando de pronto sintió un golpe en su espalda. Fue Chepe quien lo golpeó con un mazo, y sin pensarlo dos veces Felipe desenvainó un cuchillo largo y lo estocó en la boca del estómago de su patrón.
-No lo suelte, coño, se oyó decir a Felipe.
Los niños huyeron, y sólo se les escuchó gritar: ¡Papi!....
Chepe sostenía por detrás a don Samuel y fue cuando Ramón también uso de puñal para empujarlo en el vientre de don Samuel.
-Norma, Norma….
Volvieron a oírse a los niños cuando llamaban a Norma, la mujer que les había servido los huevos revueltos.
jueves, 16 de diciembre de 2010
El hijo escritor de Lilís era Barriga Verde
Angel Barriuso. A continuación reproducimos una interesantísima colaboración, ya habitual, de nuestro amigo Edgar Valenzuela, escritor y periodista, oriundo de San Juan de la Maguna, ciudad ubicada en la región sur de República Dominicana.En esta ocasión, don Edgar nos presenta un cuento del hijo del dictador (muerto a finales del siglo XIX, personalidad con características muy singulares. Se llamó Ulises Heureaux, alias Lilís,y su hijo fue Ulises Heureaux Ogando. Leamos:
Fruto de los amores del dictador Ulises Heureaux (Lilís) y de la “regia mulata” Juana Ogando, en 1870 nació Ulises Heureaux Ogando en San Juan de la Maguana, nuestro primer cuentista, novelista y dramaturgo.
Recién había regresado de París cuando los dominicanos comenzaron a percatarse de que el hijo que Lilís envió a Francia a estudiar derecho, optó por frecuentar los cafés literarios y las salas de teatro.
Sus publicaciones en las revistas culturales y sus artículos en los periódicos dejaron al descubierto que el joven, más que para la Guerra y la Política, tenía talento para las narraciones escritas, el drama, el ensayo y la música. (Componía y tocaba al piano sus propias melodías).
Juana Ogando
Eso era lo más lejos que también tenía Juana Ogando, amazona excepcionalmente dotada por la naturaleza para el amor y el manejo de las armas. Lilís la visitaba frecuentemente en San Juan de la Maguana. Le hizo construir una imponente casa de madera en el centro de la ciudad que se hizo famosa, y la colmó de favores; conquistado por los múltiples servicios que le prestó, junto a sus hermanos los generales Timoteo y Andrés Ogando, durante la Guerra de Restauración.
Los reiterados éxitos de Ulises Heureaux Ogando con el montaje de sus piezas teatrales La muerte de Anacaona, El grito de 1844, El artículo 291, Consuelo, La noticia sensacional, La fuga de Clarita, Entre dos fuegos, El enredo, En la hora suprema, El Jefe, De director a ministro, Lo inmutable, Blanca, Genoveva, y Alfonso XII lo convirtieron en el dramaturgo más montado de principios del siglo XX y en uno de los pioneros del Teatro Dominicano.
Ulises Heureaux (Lilís)
Entre sus obras publicadas se citan Primeros Cuentos, (1903), En la copa del árbol, novela (1906), Amor que emigra, novela (1910), Rafael Leónidas Trujillo, ensayo (1933).
El cuento que difundimos a continuación hace 100 años que fue impreso. Recrea la época de las revoluciones regionales, rasgos de algunos de nuestros caudillos militares y una historia de amor de fondo. Combinación que no suele fallar.
Alma sencilla (cuento criollo, de Ulises Heureaux hijo)
La guerra civil se había prendido como una odiosa gangrena al corazón de la República.
La común de Guayubín era el teatro donde, diariamente, hermanos contra hermanos se lanzaban a la matanza, y arrastrados por un ardor salvaje, sin piedad de la pobre patria agonizante, quemaban y pillaban todo lo que encontraban en su camino.
Cierta noche muy oscura del mes de abril, cuando las campanas de la iglesia marcaban las nueve, un hombre cruzó el Yaque a la altura del pueblo. Protegido por las densas tinieblas y burlando los centinelas del gobierno, pudo él seguir, durante uno o dos minutos, una hermosa vereda que entonces orleaba el hermoso río y llegar a poca distancia de un bohío de tablas palmas cobijado con yaguas.
Nuestro individuo se detuvo, dirigió una mirada escudriñadora en torno suyo, como queriendo distinguir algo en medio de la oscuridad; pero, bien fuese que lo que él buscara no se encontrase allí, o bien que la negrura de la noche no se lo permitiese ver, el hombre dio tres silbidos, y aplastóse detrás de una enorme javilla.
Transcurrido apenas un minuto, una mujer, envuelta en un traje negro, acercándose con cautela al cercado profirió:
—¿Eres tú, Octavio?
—Sí, Blanca –contestó inmediatamente nuestro personaje saliendo de su escondite y adelantándose hacia la puerta formada con trozos de madera.
—¡Ay, Octavio, qué imprudencia! ¿Acaso ignoras que mi hermano ha sido trasladado a ésta con orden de fusilarte si caes prisionero?
—Ya lo sé –contestó el joven–, pero te había prometido venir, y…
—¡Comprometes tu vida! –dijo ella con acento lastimero, mirando a su amante.
Ese tierno reproche apenas balbuceado por los labios carmíneos de la hermosa Blanca tocó el alma de Octavio.
—Calla, amor mío, mañana atacaremos la comandancia, y quería estrecharte sobre mi pecho una vez más antes de desafiar nuevamente la muerte.
Blanca puso la diestra sobre la boca del insurrecto.
—No hables así; tu muerte conllevaría la mía. ¿Quieres tú que yo muera?
Un ardiente beso depositado en la cabellera negra de la amada fue la silenciosa aunque elocuente contestación del mancebo.
***
Razón sobrada tenía la hermosa Blanca. Su hermano, el general Francisco Lorian, alias Pancholo, era un adversario terrible. Cinco años hacía que su machete mantenía en pie la máquina gubernativa, y esos cinco años de una lucha tan grande como encarnizada, habían hecho de él un nuevo Atila.
¡Fatal destino el de nuestro pueblo! La razón se rendía a la fuerza y el acero subyugaba al derecho! La voluntad nacional vencida, inerme, anhelaba el grito de redentora libertad.
Bruto, ignorante, Pancholo, era una de los tantos generalotes de la República que apenas sabía escribir su nombre y; ¡cosa extraordinaria! Ese hombre del campo, ignorante, bárbaro, ese soldado que reunía en su persona el valor del león y la voracidad del tigre, solía tener sublimes delicadezas, exquisitas ternuras.
***
Los amantes guardaban silencio; de repente oyóse el ruido de una detonación.
—¡Vete! ¡Vete por Dios! –balbuceó Blanca temblando de pies a cabeza–. ¡Cuidado con Miguel Tabera!
—¡Con Miguel Tabera! –profirió Octavio.
—Sí; ese hombre ha descubierto nuestras relaciones, y como yo no he querido prestar oído a sus propuestas amorosas, ha jurado vengarse.
El joven no pensaba abandonar aún tan grata compañía; vio empero, en los ojos de la amada, un mar de temores, y comprendió la suprema ansiedad que revelaban sus palabras. Llegó el momento de la separación.
—¡Adiós! –dijo–, cuando termine la pelea volveré a verte; es decir, si no me han matado.
Blanca cogió entre sus manos la noble cabeza de su amante y, sin que este se diera cuenta, le puso en el pescuezo una cadenita de plata que tenía un pequeño medallón.
***
Han pasado dos días. Desbandadas las fuerzas revolucionarias huyen con dirección a las lomas perseguidas por los jinetes del general Pancholo.
Son las cinco de la mañana. A orillas del río, no muy lejos de un bohío de tablas palmas cobijado con yaguas, dos mujeres esperan ansiosas: son Blanca y la vieja Minga, su única compañera. No muy lejos de ellas, un hombre está en acecho, oculto tras de un palo seco.
De repente un grito se escapa del pecho de la joven.
—¡Es él!
Efectivamente, las primeras luces del día le han permitido reconocer a Octavio que aprovechando la corriente nada vigorosamente hacia la orilla.
—¡No ha tropezado con las guardias, se ha salvado!
–profirió Minga.
—¡Se ha perdido! –balbuceó Miguel Tabera, abandonando rápidamente su escondite.
***
Allí estaban ellos, estrechándose santamente en una pieza del rancho, con sólo Dios y Minga por testigos.
—¡Echen abajo esa puerta! –grita una voz varonil.
Octavio se pone de pie como movido por un resorte; sus ojos brillan; una idea criminal, monstruosa, ha cruzado por su mente. ¿Acaso Blanca habíale mandado a buscar para entregarlo?
La puerta cedió a los repetidos golpes de los asaltantes. Blanca estaba muda.
—Octavio Mimosa, por fin caíste en la trampa como un niño torpe! –decía Miguel con la sonrisa irónica del genio malo–. Bien sabía yo que mandándote a llamar en nombre de Blanca tu captura era cierta.
—Entonces, ese hombre que me trajo un recado anoche, y que se decía enviado por ti –interrumpió Blanca, dirigiéndose a Octavio– ese hombre…
Una carcajada llenó el rancho.
—¡Obra mía; sí, obra mía! –gritó Miguel–. ¡Octavio, prepárate; vas a morir! La orden del gobierno es terminante.
El coraje, la indignación, el deseo de la venganza estallaron simultáneamente.
—¡Sí, pero tú morirás primero, canalla!
Y al decir estas palabras Mimosa dio un salto; con la izquierda agarró a Miguel por la garganta; luego, la hoja de un cuchillo brilló en los aires, y con la rapidez del relámpago desapareció en el pecho del oficial.
Los soldados quedaron atónitos; parecían mármoles. El movimiento había sido tan rápido que nadie pudo impedir la catástrofe. Blanca yacía en el suelo. Miguel desplomó la faz contra la tierra: estaba muerto.
El cuchillo de Octavio, dirigido con mano certera, habíale partido el corazón.
***
Pasado el momento de incertidumbre y de estupor: ¡Matémosle!: gritaron algunos; y ya el valiente Mimosa iba a ser víctima de la soldadesca, cuando presentóse un nuevo personaje escoltado por ocho o diez soldados armados de tercerolas.
—¡El general!
—¡Sí; soy yo! –dijo Pancholo–. ¡A ver, que hacen ustedes aquí!
Luego recorrió el cuadro con la vista, y sus miradas tropezaron con el cuerpo de su hermana.
—¡Cómo! ¡Blanca desvanecida! ¡Por María Santísima! ¿Y, esta sangre de quién es?
Acercóse a la otra puerta, y vio detrás de un grupo de soldados el cadáver de su ayudante.
—¡Miguel!... ¡Muerto! ¿Quién ha sido el matador?
—¡Yo! –contestó Octavio.
—¡Tú –profirió Pancholo, mirándole de arriba abajo–. ¿Quién eres? ¿Cómo te llamas?
—Sí, yo, Octavio Mimosa.
—¡Ah!, tú eres el Octavio Mimosa que ha dado tanto que hacer al gobierno!?
Y, en los ojos, en el semblante del machetero, aparecían pintadas una a una la sorpresa, la alegría, la sed de sangre.
—¡Muchachos, cójanlo y amárrenlo a ese guatapaná! –dijo por fin, indicando con el dedo un árbol grueso que se levantaba a cinco o seis metros del bohío.
Octavio, que ha creído ya llegado el momento de morir, no esperó que los soldados le tocaran, dio unos pasos y llegó al pie del árbol; pero Pancholo era un hombre de conciencia, y temiendo que su presa se escapara le quitó la jáquima a su caballo y ató el mismo al prisionero.
El piquete estaba ya listo: era de día. Un sol muy pálido besaba la frente del sentenciado a muerte dejando en ella un nimbo de luz.
—¡Muchachos –profirió el jefe– apunten al corazón!
Octavio se había desabotonado la camisa y los pálidos rayos del sol se reflejaban sobre un objeto pequeño que tenía en el pecho.
—¡Fuego!–gritó Mimosa.
Pero al mismo tiempo oyóse otro grito, más fuerte que el primero, terrible, amenazante, que decía:
—¡Por María Santísima, cuidado quién tira!
***
Cuando Blanca volvió en sí iban a enterrar a Miguel Tabera.
¿Y, Octavio? –preguntó con voz doliente.
—Pancholo lo perdonó –contestó Minga.
—¿Qué dices, Minga? –profirió Blanca incorporándose en la cama–. ¡Salvado mi Octavio! ¡¡No lo creo!!
Sin embargo, en un rincón del cuarto vecino, sentado en una silla de paja del país, la cabeza entre las manos y los codos apoyados sobre las piernas, Pancholo, el adversario terrible, el hombre del campo, bárbaro e ignorante, el soldado que reunía en su persona el valor del león y la voracidad del tigre, repetía mascando las palabras:
—¡Llevaba en el pecho el retrato de la vieja!
1909.
Fuente: Cuentistas del Sur de la Isla, antología narrativa. Santo Domingo, Editora Buho, 2005.
pps. 109–115.
Fruto de los amores del dictador Ulises Heureaux (Lilís) y de la “regia mulata” Juana Ogando, en 1870 nació Ulises Heureaux Ogando en San Juan de la Maguana, nuestro primer cuentista, novelista y dramaturgo.
Recién había regresado de París cuando los dominicanos comenzaron a percatarse de que el hijo que Lilís envió a Francia a estudiar derecho, optó por frecuentar los cafés literarios y las salas de teatro.
Sus publicaciones en las revistas culturales y sus artículos en los periódicos dejaron al descubierto que el joven, más que para la Guerra y la Política, tenía talento para las narraciones escritas, el drama, el ensayo y la música. (Componía y tocaba al piano sus propias melodías).
Juana Ogando
Eso era lo más lejos que también tenía Juana Ogando, amazona excepcionalmente dotada por la naturaleza para el amor y el manejo de las armas. Lilís la visitaba frecuentemente en San Juan de la Maguana. Le hizo construir una imponente casa de madera en el centro de la ciudad que se hizo famosa, y la colmó de favores; conquistado por los múltiples servicios que le prestó, junto a sus hermanos los generales Timoteo y Andrés Ogando, durante la Guerra de Restauración.
Los reiterados éxitos de Ulises Heureaux Ogando con el montaje de sus piezas teatrales La muerte de Anacaona, El grito de 1844, El artículo 291, Consuelo, La noticia sensacional, La fuga de Clarita, Entre dos fuegos, El enredo, En la hora suprema, El Jefe, De director a ministro, Lo inmutable, Blanca, Genoveva, y Alfonso XII lo convirtieron en el dramaturgo más montado de principios del siglo XX y en uno de los pioneros del Teatro Dominicano.
Ulises Heureaux (Lilís)
Entre sus obras publicadas se citan Primeros Cuentos, (1903), En la copa del árbol, novela (1906), Amor que emigra, novela (1910), Rafael Leónidas Trujillo, ensayo (1933).
El cuento que difundimos a continuación hace 100 años que fue impreso. Recrea la época de las revoluciones regionales, rasgos de algunos de nuestros caudillos militares y una historia de amor de fondo. Combinación que no suele fallar.
Alma sencilla (cuento criollo, de Ulises Heureaux hijo)
La guerra civil se había prendido como una odiosa gangrena al corazón de la República.
La común de Guayubín era el teatro donde, diariamente, hermanos contra hermanos se lanzaban a la matanza, y arrastrados por un ardor salvaje, sin piedad de la pobre patria agonizante, quemaban y pillaban todo lo que encontraban en su camino.
Cierta noche muy oscura del mes de abril, cuando las campanas de la iglesia marcaban las nueve, un hombre cruzó el Yaque a la altura del pueblo. Protegido por las densas tinieblas y burlando los centinelas del gobierno, pudo él seguir, durante uno o dos minutos, una hermosa vereda que entonces orleaba el hermoso río y llegar a poca distancia de un bohío de tablas palmas cobijado con yaguas.
Nuestro individuo se detuvo, dirigió una mirada escudriñadora en torno suyo, como queriendo distinguir algo en medio de la oscuridad; pero, bien fuese que lo que él buscara no se encontrase allí, o bien que la negrura de la noche no se lo permitiese ver, el hombre dio tres silbidos, y aplastóse detrás de una enorme javilla.
Transcurrido apenas un minuto, una mujer, envuelta en un traje negro, acercándose con cautela al cercado profirió:
—¿Eres tú, Octavio?
—Sí, Blanca –contestó inmediatamente nuestro personaje saliendo de su escondite y adelantándose hacia la puerta formada con trozos de madera.
—¡Ay, Octavio, qué imprudencia! ¿Acaso ignoras que mi hermano ha sido trasladado a ésta con orden de fusilarte si caes prisionero?
—Ya lo sé –contestó el joven–, pero te había prometido venir, y…
—¡Comprometes tu vida! –dijo ella con acento lastimero, mirando a su amante.
Ese tierno reproche apenas balbuceado por los labios carmíneos de la hermosa Blanca tocó el alma de Octavio.
—Calla, amor mío, mañana atacaremos la comandancia, y quería estrecharte sobre mi pecho una vez más antes de desafiar nuevamente la muerte.
Blanca puso la diestra sobre la boca del insurrecto.
—No hables así; tu muerte conllevaría la mía. ¿Quieres tú que yo muera?
Un ardiente beso depositado en la cabellera negra de la amada fue la silenciosa aunque elocuente contestación del mancebo.
***
Razón sobrada tenía la hermosa Blanca. Su hermano, el general Francisco Lorian, alias Pancholo, era un adversario terrible. Cinco años hacía que su machete mantenía en pie la máquina gubernativa, y esos cinco años de una lucha tan grande como encarnizada, habían hecho de él un nuevo Atila.
¡Fatal destino el de nuestro pueblo! La razón se rendía a la fuerza y el acero subyugaba al derecho! La voluntad nacional vencida, inerme, anhelaba el grito de redentora libertad.
Bruto, ignorante, Pancholo, era una de los tantos generalotes de la República que apenas sabía escribir su nombre y; ¡cosa extraordinaria! Ese hombre del campo, ignorante, bárbaro, ese soldado que reunía en su persona el valor del león y la voracidad del tigre, solía tener sublimes delicadezas, exquisitas ternuras.
***
Los amantes guardaban silencio; de repente oyóse el ruido de una detonación.
—¡Vete! ¡Vete por Dios! –balbuceó Blanca temblando de pies a cabeza–. ¡Cuidado con Miguel Tabera!
—¡Con Miguel Tabera! –profirió Octavio.
—Sí; ese hombre ha descubierto nuestras relaciones, y como yo no he querido prestar oído a sus propuestas amorosas, ha jurado vengarse.
El joven no pensaba abandonar aún tan grata compañía; vio empero, en los ojos de la amada, un mar de temores, y comprendió la suprema ansiedad que revelaban sus palabras. Llegó el momento de la separación.
—¡Adiós! –dijo–, cuando termine la pelea volveré a verte; es decir, si no me han matado.
Blanca cogió entre sus manos la noble cabeza de su amante y, sin que este se diera cuenta, le puso en el pescuezo una cadenita de plata que tenía un pequeño medallón.
***
Han pasado dos días. Desbandadas las fuerzas revolucionarias huyen con dirección a las lomas perseguidas por los jinetes del general Pancholo.
Son las cinco de la mañana. A orillas del río, no muy lejos de un bohío de tablas palmas cobijado con yaguas, dos mujeres esperan ansiosas: son Blanca y la vieja Minga, su única compañera. No muy lejos de ellas, un hombre está en acecho, oculto tras de un palo seco.
De repente un grito se escapa del pecho de la joven.
—¡Es él!
Efectivamente, las primeras luces del día le han permitido reconocer a Octavio que aprovechando la corriente nada vigorosamente hacia la orilla.
—¡No ha tropezado con las guardias, se ha salvado!
–profirió Minga.
—¡Se ha perdido! –balbuceó Miguel Tabera, abandonando rápidamente su escondite.
***
Allí estaban ellos, estrechándose santamente en una pieza del rancho, con sólo Dios y Minga por testigos.
—¡Echen abajo esa puerta! –grita una voz varonil.
Octavio se pone de pie como movido por un resorte; sus ojos brillan; una idea criminal, monstruosa, ha cruzado por su mente. ¿Acaso Blanca habíale mandado a buscar para entregarlo?
La puerta cedió a los repetidos golpes de los asaltantes. Blanca estaba muda.
—Octavio Mimosa, por fin caíste en la trampa como un niño torpe! –decía Miguel con la sonrisa irónica del genio malo–. Bien sabía yo que mandándote a llamar en nombre de Blanca tu captura era cierta.
—Entonces, ese hombre que me trajo un recado anoche, y que se decía enviado por ti –interrumpió Blanca, dirigiéndose a Octavio– ese hombre…
Una carcajada llenó el rancho.
—¡Obra mía; sí, obra mía! –gritó Miguel–. ¡Octavio, prepárate; vas a morir! La orden del gobierno es terminante.
El coraje, la indignación, el deseo de la venganza estallaron simultáneamente.
—¡Sí, pero tú morirás primero, canalla!
Y al decir estas palabras Mimosa dio un salto; con la izquierda agarró a Miguel por la garganta; luego, la hoja de un cuchillo brilló en los aires, y con la rapidez del relámpago desapareció en el pecho del oficial.
Los soldados quedaron atónitos; parecían mármoles. El movimiento había sido tan rápido que nadie pudo impedir la catástrofe. Blanca yacía en el suelo. Miguel desplomó la faz contra la tierra: estaba muerto.
El cuchillo de Octavio, dirigido con mano certera, habíale partido el corazón.
***
Pasado el momento de incertidumbre y de estupor: ¡Matémosle!: gritaron algunos; y ya el valiente Mimosa iba a ser víctima de la soldadesca, cuando presentóse un nuevo personaje escoltado por ocho o diez soldados armados de tercerolas.
—¡El general!
—¡Sí; soy yo! –dijo Pancholo–. ¡A ver, que hacen ustedes aquí!
Luego recorrió el cuadro con la vista, y sus miradas tropezaron con el cuerpo de su hermana.
—¡Cómo! ¡Blanca desvanecida! ¡Por María Santísima! ¿Y, esta sangre de quién es?
Acercóse a la otra puerta, y vio detrás de un grupo de soldados el cadáver de su ayudante.
—¡Miguel!... ¡Muerto! ¿Quién ha sido el matador?
—¡Yo! –contestó Octavio.
—¡Tú –profirió Pancholo, mirándole de arriba abajo–. ¿Quién eres? ¿Cómo te llamas?
—Sí, yo, Octavio Mimosa.
—¡Ah!, tú eres el Octavio Mimosa que ha dado tanto que hacer al gobierno!?
Y, en los ojos, en el semblante del machetero, aparecían pintadas una a una la sorpresa, la alegría, la sed de sangre.
—¡Muchachos, cójanlo y amárrenlo a ese guatapaná! –dijo por fin, indicando con el dedo un árbol grueso que se levantaba a cinco o seis metros del bohío.
Octavio, que ha creído ya llegado el momento de morir, no esperó que los soldados le tocaran, dio unos pasos y llegó al pie del árbol; pero Pancholo era un hombre de conciencia, y temiendo que su presa se escapara le quitó la jáquima a su caballo y ató el mismo al prisionero.
El piquete estaba ya listo: era de día. Un sol muy pálido besaba la frente del sentenciado a muerte dejando en ella un nimbo de luz.
—¡Muchachos –profirió el jefe– apunten al corazón!
Octavio se había desabotonado la camisa y los pálidos rayos del sol se reflejaban sobre un objeto pequeño que tenía en el pecho.
—¡Fuego!–gritó Mimosa.
Pero al mismo tiempo oyóse otro grito, más fuerte que el primero, terrible, amenazante, que decía:
—¡Por María Santísima, cuidado quién tira!
***
Cuando Blanca volvió en sí iban a enterrar a Miguel Tabera.
¿Y, Octavio? –preguntó con voz doliente.
—Pancholo lo perdonó –contestó Minga.
—¿Qué dices, Minga? –profirió Blanca incorporándose en la cama–. ¡Salvado mi Octavio! ¡¡No lo creo!!
Sin embargo, en un rincón del cuarto vecino, sentado en una silla de paja del país, la cabeza entre las manos y los codos apoyados sobre las piernas, Pancholo, el adversario terrible, el hombre del campo, bárbaro e ignorante, el soldado que reunía en su persona el valor del león y la voracidad del tigre, repetía mascando las palabras:
—¡Llevaba en el pecho el retrato de la vieja!
1909.
Fuente: Cuentistas del Sur de la Isla, antología narrativa. Santo Domingo, Editora Buho, 2005.
pps. 109–115.
miércoles, 15 de diciembre de 2010
lunes, 13 de diciembre de 2010
No pretendo imponer mis ideas
Comunicacón. A continuación reproduzco el texto de la entrevista hecha a mi por el diario El Caribe, publicada en su edición del sábado 05 de diciembre, a propósito de la puesta en circulación de mi libro "Comunicar con un pensamiento estratégico" Agradezco la gentileza del periodista José Nova y a la dirección de este importante diario, en la persona de su director, Quiroz.:
1.- P) Angel Barriuso, ¿cuál ha sido su compromiso como escritor en este libro?
R) Evitarle a terceros, principalmente a nuevas generaciones, los tropiezos que he tenido. Cuando me inicié como consultor en comunicación estratégica actué a petición de un amigo (Alberto Fiallo Billini), designado en el 1996 director ejecutivo de la Comisión Presidencial para la Reforma y Modernización del Sector Salud (CERSS), organismo llamado a desarrollar dos programas, uno de los cuales patrocinado y asesorado por técnicos del Banco Mundial y el otro por técnicos del BID. Tenía bajo el brazo varios años de experiencia en el campo del periodismo y descubro que el puesto en el cual fui nombrado jamás se pareció, en modo alguno, al ejercicio periodístico. Recuerdo a una consultara procedente de Estados Unidos, cuando una mañana me dijo, en forma categórica: Esto no es hacer periodismo, esto es comunicación, y es una cuestión política. Comunicar no es hacer periodismo.
Así comenzaron mis inquietudes por la necesidad de nunca fallarle al doctor Fiallo Billini ni a quienes me pagaban (una vez, el Banco Mundial, otra vez el BID). En la UASD, donde inicié la licenciatura en Ciencias de la Comunicación Social en 1978, nunca oí hablar del abismo entre comunicar e informar, entre comunicación y periodismo ni de sus diferencias ni de sus vínculos; aún peor, nunca oí hablar de comunicación estratégica ni de cómo comunicar con un pensamiento estratégico. Sentí que arrastraba un vacío “histórico”, de formación académica, no por culpa de profesores ni de nuestra Universidad, sí por el aislamiento de nuestro país respecto del desarrollo y evolución de disciplinas, de ciencias y tecnología. Luego, mi compromiso es con los profesionales y estudiantes de la Ciencia de la Comunicación Social, es una forma de rediscutir necesidades. Y de facilitarles el camino. Mi libro es una apertura a una disciplina.
2. P) ¿Qué intenta plasmar en este campo tan complejo como es la comunicación?
R)Que hay una práctica, concepto y teoría de la comunicación distinto del periodismo, del servicio de la información, de las relaciones públicas. Que tenemos la oportunidad de encontrarnos, un poco tarde en relación a los avances en otros países, con esto de la comunicación estratégica. Y como se nos pide que pensamos en estrategia, pues el libro “Comunicar con un pensamiento estratégico” procura viabilizar el encuentro de usted, en su calidad de lector, con herramientas necesarias para comunicar con un pensamiento estratégico, damos una apertura, una especie de introducción a la comunicación estratégica, muy distinto a establecer, fijar, pensar, crear, estrategias de comunicación. No se trata de ver la comunicación como un departamento adscrito a una institución, es que la veamos como un oficio, una disciplina, con sus técnicas, su abordaje, sus conflictos, su quehacer. Luego, como se trata de comunicación estratégica, en el libro veremos de todo un poco, desde el punto de vista del concepto y práctica, y de cómo han evolucionado las ideas y los conceptos. Claro, usted tendrá que apostar a usted mismo. Porque no pretendo, en modo alguno, imponer ideas ni criterios. Doy un abanico, oportunidad para que otros profundicen en el tema, para que podamos encontrar con nuevas o posiblemente viajes teorías que por una razón u otra la dejamos de utilizar, y redescubrimos que son importantes, suficientemente útiles. La idea de visión, misión, de táctica, de estrategia, de informar, comunicar. El mayor aporte tienen que hacer las universidades a través de sus escuelas de comunicación, en el sentido de que innovación, renovación, de resituarnos de cara a un contexto internacional y al mercado.
3.- P) ¿Qué aportes nuevos se canalizan en la “Comunicación con un pensamiento estratégico”?
R) Posiblemente no tenga nada nuevo, quizás todo sea de “medio uso”. Todo dependerá de quien lea el libro. Pero doy plena seguridad de que quien lo lea tendrá la ocasión de penetrar a un mundo que lo ignoraba aun siendo parte de sí. Son cualidades que tenemos, y con el libro intento ayudarte a redescubrirte. Es aplicable a la vida misma. Y es un buen servicio para los mercadólogos, los periodistas, comunicadores, publicistas. Además de sus capítulos propios de cualquier libro, introduzco una variedad: el paréntesis, y con esto provoco reflexiones temáticas para cuestionarnos. No soy dueño de la verdad. Al final, una especie de resumen ejecutivo, para aquellos con poco hábitos de lectura. Es un estilo que intentaré mantener en un segundo libro que ya tengo preparado.
4.- P) ¿Está usted satisfecho con los resultados?
R) Sí, consciente de que siempre podremos superarlo. El primer intento da trabajo. Es un primer hijo, aprendamos a convertirnos en padre. Y mucho más cuando pretendemos hacer uso de la paternidad responsable.
5.- P) ¿Qué tan difícil es lograr un primer libro como escritor?
R) Escribir varias versiones del mismo libro. Cuando don Pedro Mir escribía su novela “Cuando amaban las tierras comuneras”, fue dándome sus capítulos originales para que los leyera, y recuerdo que en su casa me decía: no es la última versión, quizás tenga que reescribirla. El escribía y reescribía. Igual ocurrió conmigo. Del segundo libro, me ha pasado. El libro está archivado como la versión una, nueva versión, y así sucesivamente. Quizás es inseguridad o nos exigimos más de la cuenta. El libro circula, y podemos superarlo.
martes, 30 de noviembre de 2010
Las elecciones en Haití
Los datos siguientes me los facilitó un amigo residente en Puerto Príncipe, la capital de Haití, y los comparto con ustedes, tal cual los recibí.
Las presidenciales en Haití son cada cinco años, los presidentes juran los 7 de febrero, fecha en que se recuerda la caída de la dictadura de los Duvalier. No hay reelección, razón por lo cual René Preval no se repostula. Se gana con el 50 más uno de los votos. Si nadie gana, hay segunda vuelta el 16 de enero.
En estas elecciones no participan los partidos tradicionales: Familia Lavalas, de Jean Bertrand Aristide, porque no tenía una dirección clara y estaba dividido. El Partido Organización del Pueblo en Lucha (OPL-Antigua Organización Política Lavalas, que gobernó 1995-2001, del difunto Gerard Pierre Charles, no participa, (llamó a boicot)
El Partido Fusión Socialista, con Víctor Benoit y Serge Gilles, internacional socialista, aliados PRD, no participa, llamó a boicot. Congreso de la Unidad Democrática (KID), del ex Alcalde Evans Paul, no participa, llamó a boicot.
El único partido tradicional de los principales que participa es Asamblea de los Demócratas Nacionalista y Progresista de Haití, (RDNP/del ex presidente Lesly Manigat).
CANDIDATOS
1- La doctora Mirlande Manigat (RDNP), favorita en las encuestas 36 por ciento
2-Jude Celestin, candidato del oficialista y nuevo Partido de la Unidad (reducto de la vieja Plataforma La Esperanza, que llevó a Preval al poder en las elecciones de noviembre del 2005). Las encuestas le dan 20.1%. Es una persona desconocida, dirige el Centro Nacional de Equipamiento, una especie de oficina de obras del Estado, paralelo al Ministerio de Obras Públicas.
Se dice que es el novio de Patricia Preval, hija de Preval. Fue escogido por Preval por encima del candidato original, que era el ex premier Jacques Edouard Alexis, lo que provocó una ruptura de su estructura política.
3-Michel Martelly, conocido como Sweet Micky, (Respuesta Campesina) las encuestas le dan un 14 por ciento. Es una persona muy popular en el país, por lanzar canciones populares en contra de la corrupción.
4-Jean Henry Ceant. Remmen Ayiti (Amar a Haiti). Este un empresario, se dice que fue una figura hecha por su esposa Ginette Ceant, que fue secretaria de Aristide. Muchos lavalas están con Ceant. Tiene un nueve por ciento en las encuestas.
5-Henry Charles Baker, empresario, de origien inglés, blanco, tiene un cinco por ciento en las encuestas (Partido Respeto). Se hizo popular en el 2004 dirigiendo los grupos populares que pedían la salida de Aristide. Fue la primera vez que un empresario haitiano se metió en política.
6-Jacques Edouard Alexis, Movimiento Popular del Pueblo (es un partido de Samir Murras, anti-Aristide), y tuvo que inscribirse en ese partido luego de que Preval lo descartara como candidato,. Ha caído estrepitosamente su popularidad. Esta en un 2 por ciento.
7-Yves Cristalin, ex Ministro de Asuntos Sociales, y un hombre de Aristide, le renunció a Preval como Ministro para buscar la presidencia. Tiene 3.9 por ciento en las encuestas.
Son 18 candidatos, eran 19, pero el ingeniero Absan Abellard renunció para apoyar a la Manigat.
La encuesta fue encargada por la Cámara de Comercio e Industria de Haití a una empresa llamada BRIDES, que hizo cuatro sondeos, y en los cuatro la doctora Manigat está a la delantera en la intención del voto. Los datos indican que habrá segunda vuelta en enero próximo.
Las presidenciales en Haití son cada cinco años, los presidentes juran los 7 de febrero, fecha en que se recuerda la caída de la dictadura de los Duvalier. No hay reelección, razón por lo cual René Preval no se repostula. Se gana con el 50 más uno de los votos. Si nadie gana, hay segunda vuelta el 16 de enero.
En estas elecciones no participan los partidos tradicionales: Familia Lavalas, de Jean Bertrand Aristide, porque no tenía una dirección clara y estaba dividido. El Partido Organización del Pueblo en Lucha (OPL-Antigua Organización Política Lavalas, que gobernó 1995-2001, del difunto Gerard Pierre Charles, no participa, (llamó a boicot)
El Partido Fusión Socialista, con Víctor Benoit y Serge Gilles, internacional socialista, aliados PRD, no participa, llamó a boicot. Congreso de la Unidad Democrática (KID), del ex Alcalde Evans Paul, no participa, llamó a boicot.
El único partido tradicional de los principales que participa es Asamblea de los Demócratas Nacionalista y Progresista de Haití, (RDNP/del ex presidente Lesly Manigat).
CANDIDATOS
1- La doctora Mirlande Manigat (RDNP), favorita en las encuestas 36 por ciento
2-Jude Celestin, candidato del oficialista y nuevo Partido de la Unidad (reducto de la vieja Plataforma La Esperanza, que llevó a Preval al poder en las elecciones de noviembre del 2005). Las encuestas le dan 20.1%. Es una persona desconocida, dirige el Centro Nacional de Equipamiento, una especie de oficina de obras del Estado, paralelo al Ministerio de Obras Públicas.
Se dice que es el novio de Patricia Preval, hija de Preval. Fue escogido por Preval por encima del candidato original, que era el ex premier Jacques Edouard Alexis, lo que provocó una ruptura de su estructura política.
3-Michel Martelly, conocido como Sweet Micky, (Respuesta Campesina) las encuestas le dan un 14 por ciento. Es una persona muy popular en el país, por lanzar canciones populares en contra de la corrupción.
4-Jean Henry Ceant. Remmen Ayiti (Amar a Haiti). Este un empresario, se dice que fue una figura hecha por su esposa Ginette Ceant, que fue secretaria de Aristide. Muchos lavalas están con Ceant. Tiene un nueve por ciento en las encuestas.
5-Henry Charles Baker, empresario, de origien inglés, blanco, tiene un cinco por ciento en las encuestas (Partido Respeto). Se hizo popular en el 2004 dirigiendo los grupos populares que pedían la salida de Aristide. Fue la primera vez que un empresario haitiano se metió en política.
6-Jacques Edouard Alexis, Movimiento Popular del Pueblo (es un partido de Samir Murras, anti-Aristide), y tuvo que inscribirse en ese partido luego de que Preval lo descartara como candidato,. Ha caído estrepitosamente su popularidad. Esta en un 2 por ciento.
7-Yves Cristalin, ex Ministro de Asuntos Sociales, y un hombre de Aristide, le renunció a Preval como Ministro para buscar la presidencia. Tiene 3.9 por ciento en las encuestas.
Son 18 candidatos, eran 19, pero el ingeniero Absan Abellard renunció para apoyar a la Manigat.
La encuesta fue encargada por la Cámara de Comercio e Industria de Haití a una empresa llamada BRIDES, que hizo cuatro sondeos, y en los cuatro la doctora Manigat está a la delantera en la intención del voto. Los datos indican que habrá segunda vuelta en enero próximo.
lunes, 22 de noviembre de 2010
La muerte de Freddy
En Santo Domingo, República Dominicana, ha muerto Freddy Beras Goico. Productor de televisión, humorista, creativo, autor de canciones, poeta, escritor....multidisciplinario, que inició en televisión por los años cincuenta del pasado siglo, precisamente en el primer canal privado, Rahintel. Una persona a quien todos sus viejos amigos lo admiraron y respetaron por su talento, dedicación y gran capacidad de trabajo. En los últimos años se convirtió en una figura de opinión pública, fue muy crítico de las malas prácticas gubernamentales y de la sociedad en su conjunto, mostrando una significativa sensibilidad social. El domingo 21 fue sepultado, cuando cumpliría los 70 años de edad, y con él se fue gran parte de cada ciudadano, porque la ciudad -considero- se sintió expresada a través de Beras Goico. Y los artistas geniales, como lo fue, se convierten en leyendas, como Julio César Matías, alias Pololo, entre otros tanto ya fallecidos. La sociedad los hace suyo, y es que todos nosotros, quisieramos, en algún momento de nuestras vida, ser lo que estos hombres privilegiados, fueron y son.Un artista, en cualquier manifistación y mucho más cuando figuran en el renglón "popular", son parte del alma nacional. Con su muerte es indudable que se debilita la industria del entretenimiento, la televisión dominicana. Un cáncer se lo arrebató al país, y él mismo dijo en ocasión: el cáncer es traicionario. Lo habían declarado "limpio del cáncer" pero lamentablemente lo traicionó.
martes, 16 de noviembre de 2010
En la casita de la playa
Angel Barriuso/cuento
Como en cualquier mañanita de un fin de semana, Ella apareció sin avisar. Siempre dispuesta, alegre, entusiasta. No hubo que invitarla a pasar, tiene sus propias llaves, muto acuerdo para la mejor comprensión de nuestros amores. Un pelo negro sobre unos hombros trigueños, y una mirada de marrón claro como tan clara es su relación conmigo. No admite dudas, vacilación, en consecuencia no hay formas de ningún engaño ni siquiera un intento a la infidelidad. Jovencita cuando la conocí en una avenida oscura del centro de la ciudad. Aún cursaba sus estudios iniciales de una carrera universitaria, a la cual renunció tan pronto obtuvo su título. Quizás una formación de altos estudios de obediencia a los dictámenes hogareños, cumplidos, y nada más. Su lógica eran los negocios muy a pesar de sus encantos para mantenerme al día en cualquier modalidad de un beso, con aquellos labios de fina piel, humedecidos cual flor en la madrugada de rocíos, con la preservación de gotitas de miel o probablemente el dulce sabor de lo que llevamos por dentro cuando terriblemente amamos sin piedad ni tiempo para pensarlo dos veces ni para desacatarnos ni siquiera para contemplarnos sin la luz ninguna, sólo de imaginación serán rostros y miradas, pues el entorno de un cuerpo desnudo es la escultura, el buen tallado pulido que aún rústico lo apreciados a ojos cerrados, siempre deslizándonos sin temor a nada. Es el tronco mismo del pecado. Y así la vi una noche cualquiera, con aquel espíritu universitario, reflejando una timidez rural, de muchacha con recorridos limitados pero hábilmente desarrollada, atenta a evolucionar. Y cuando llegó sólo recordé la ruptura del convenio inicial: quiero llegar virgencita al matrimonio, casi inmaculada. Y tampoco quise en consecuencia dejarle una mancha en ninguna parte de su conciencia ni en la mía. Tampoco en el alma. Porque sería traicionarla, y al dejar la ropa, toda, al pie de la cama jamás fue para verse en el espejo grande de mi habitación ni si quiera fue nunca un acto comparativo, cual complejo de pasarela. Fue entrega absoluta y divertida, absolutamente seductor, de tal manera que cuando quiso dejarlo todo al pasado, sin recordarnos del presente, lloró, porque ningún hombre me había dejado así porque así, y eres un cobarde. ¿Fue tu mujer? ¿Se dio cuenta? ¿Tienes otra, dímelo es así, porque conmigo no compite nadie?! Yo sabía, no había competencia. Y aquí la tengo en mis brazos, oigo el rumor de las olas. La playa me queda tan cerca como ella al pecho, a mi pecho. Sus senos son luceros y en su ombligo, confieso, descubro al mundo y las leyes más absolutas de la propiedad privada. Porque más abajo, como dicen, allí, donde el llanto es sinónimo de nacimiento, es la tierra profunda, inmensamente honda y silvestre, indomesticable, muy a pesar de un rabioso intento por cercar el alma comunera. No, no, nunca es inconsciente el amor. Y sí que creo en la primera vista, porque tal vez, quizás, probablemente, los hombres y las mujeres somos capaces de leer lo que llevamos dentro aún sea a través del olfato, cual perros o gatos, animales salvajes faltos de alimentos. Lo que encontré extraño ha sido el día, un sábado, un viernes…perfecto, costumbre, hábito, rutina; pero la tengo un miércoles. Ella ha venido aquí un miércoles. Es bienvenida en cualquier momento, sólo es falta de costumbre. Es sorpresa, agradable, claro está, pero es una sorpresa. ¿Le habrá ocurrido algo? ¿Tiene problemas? ¿Son deseos de verme, anhelos por ambos? Nada hay que nos separe, supongo. Y si ha venido, si está aquí, ha vuelto a dejarlo todo por estar conmigo. Es lluvia que refresca, un viento suave de otoño, es una cerveza bien fría en cualquier día caluroso. De manera que, ¿qué puedo más decir? Nos seguimos amando. Hablamos de las dichas y desdichas, de sus negocios y de mis sueños. De su madre que ha partido para Nueva York, donde vive junto a su hermana, sí la del salón de belleza, la peluquera, y la de la angosta habitación para masajes. Porque apenas supero mi condición de bohemio innato, madrugador, reconocedor de la penumbra. Mi acepta tal cual soy, yo –en cambio- acepto sus platos de poca variedad, del arroz empastado, sin importarme nada. Porque no fue la comida lo que nos unió, fue su sensualidad. Que me guardara algunos víveres casi endurecidos, de aquellos que su madre le enviaba del campo, nada importaba. Total, de vez en vez soy tan aburrido, me lo soporta. Mis entretenimientos jamás coinciden con los suyos. Nos aguantamos, nos toleramos. La mejor forma de la paz es sencillamente dejarnos en la libertad absoluta de vivir cada quien sus espacios individuales y en la vida de lo social. Y otra vez hemos hecho el amor, nuevamente amándonos, un bolero, sonrisas, aquel aroma inconfundible de la sexualidad sin arrepentimientos…la cera que nos arde, y la rutina descompuesta entre sábanas sucias, tiradas al suelo, y un colchón medio arrastrado hacia la pared… y lo extraño, lo que me confunde de Ella, un miércoles. Su mirada no es la misma. Algo hay de distinto. Quisiera estar dentro de su mente, encontrarme con sus posibles decisiones. Y la abrazo, la beso, recorro su cuerpo sin ropa, sin vestimenta…y al final, al día del jueves, justo después del almuerzo: he venido a despedirme. Quiero una relación más segura, quiero un matrimonio, quiero a un marido, y yo quien soy, me hubiese preguntado. No tengo opción puesto que este fin de semana estarán mis hijos y mi mujer conmigo en la otra casita de playa. Hay una fiesta marcada en el calendario de mesa, y Ella lo habría notado en algún momento. Yo quiero un hijo tuyo. Tantas veces lo ha dicho que lo he olvidado. Me hubiera gustado eso, parirte un niño o una niña. Sabes que no tengo predilección. Porque puede ser niño o niño. Lo importante es que tengamos un hijo. Sin embargo, me hundo en mi mismo despistado, aterrorizado. Echo la vista a la cama, sigue allí su olor, su esencia misma, cual sustancia tóxica capaz de inhabilitarme al cubo, a la redonda, al cuadrado, que me alcoholiza. Lo nuestro no puede seguir, eres prohibido. Su boca, sus mismos labios, tan distintos cuando salimos de la cama, la delata. Me dejan con la misma agitación de seguir amándola, sin importarme la edad, ni las canas retratistas de mi mismo, de aquel quien soy en estos momentos, medio agotado por los años transcurridos. El convenido lo habíamos roto hace apenas quince días y yo, sólo yo, había penetrado más allá de su incertidumbre, más allá de la caverna, más de lo consustancial al sentimiento mudo, silenciador, que despierta cual gemido. Hemos compartido el paraíso sin mirar jamás hacia el cielo. No hubo ciclo. Verano, invierto, el otoño, la primavera. Y estoy aquí viéndola partir, una y treinta de la tarde del jueves. Y pienso que vendrá, tendrá que volver. Magia blanca tu eres, tu eres la que me ha despertado a mi, jamás te olvidaré, jamás no puedo olvidarte. Y diez años han trascurrido, siempre la llevo dentro, aún estoy en la espera, pacientemente, cual puente roto.
Octubre, 2010.
Como en cualquier mañanita de un fin de semana, Ella apareció sin avisar. Siempre dispuesta, alegre, entusiasta. No hubo que invitarla a pasar, tiene sus propias llaves, muto acuerdo para la mejor comprensión de nuestros amores. Un pelo negro sobre unos hombros trigueños, y una mirada de marrón claro como tan clara es su relación conmigo. No admite dudas, vacilación, en consecuencia no hay formas de ningún engaño ni siquiera un intento a la infidelidad. Jovencita cuando la conocí en una avenida oscura del centro de la ciudad. Aún cursaba sus estudios iniciales de una carrera universitaria, a la cual renunció tan pronto obtuvo su título. Quizás una formación de altos estudios de obediencia a los dictámenes hogareños, cumplidos, y nada más. Su lógica eran los negocios muy a pesar de sus encantos para mantenerme al día en cualquier modalidad de un beso, con aquellos labios de fina piel, humedecidos cual flor en la madrugada de rocíos, con la preservación de gotitas de miel o probablemente el dulce sabor de lo que llevamos por dentro cuando terriblemente amamos sin piedad ni tiempo para pensarlo dos veces ni para desacatarnos ni siquiera para contemplarnos sin la luz ninguna, sólo de imaginación serán rostros y miradas, pues el entorno de un cuerpo desnudo es la escultura, el buen tallado pulido que aún rústico lo apreciados a ojos cerrados, siempre deslizándonos sin temor a nada. Es el tronco mismo del pecado. Y así la vi una noche cualquiera, con aquel espíritu universitario, reflejando una timidez rural, de muchacha con recorridos limitados pero hábilmente desarrollada, atenta a evolucionar. Y cuando llegó sólo recordé la ruptura del convenio inicial: quiero llegar virgencita al matrimonio, casi inmaculada. Y tampoco quise en consecuencia dejarle una mancha en ninguna parte de su conciencia ni en la mía. Tampoco en el alma. Porque sería traicionarla, y al dejar la ropa, toda, al pie de la cama jamás fue para verse en el espejo grande de mi habitación ni si quiera fue nunca un acto comparativo, cual complejo de pasarela. Fue entrega absoluta y divertida, absolutamente seductor, de tal manera que cuando quiso dejarlo todo al pasado, sin recordarnos del presente, lloró, porque ningún hombre me había dejado así porque así, y eres un cobarde. ¿Fue tu mujer? ¿Se dio cuenta? ¿Tienes otra, dímelo es así, porque conmigo no compite nadie?! Yo sabía, no había competencia. Y aquí la tengo en mis brazos, oigo el rumor de las olas. La playa me queda tan cerca como ella al pecho, a mi pecho. Sus senos son luceros y en su ombligo, confieso, descubro al mundo y las leyes más absolutas de la propiedad privada. Porque más abajo, como dicen, allí, donde el llanto es sinónimo de nacimiento, es la tierra profunda, inmensamente honda y silvestre, indomesticable, muy a pesar de un rabioso intento por cercar el alma comunera. No, no, nunca es inconsciente el amor. Y sí que creo en la primera vista, porque tal vez, quizás, probablemente, los hombres y las mujeres somos capaces de leer lo que llevamos dentro aún sea a través del olfato, cual perros o gatos, animales salvajes faltos de alimentos. Lo que encontré extraño ha sido el día, un sábado, un viernes…perfecto, costumbre, hábito, rutina; pero la tengo un miércoles. Ella ha venido aquí un miércoles. Es bienvenida en cualquier momento, sólo es falta de costumbre. Es sorpresa, agradable, claro está, pero es una sorpresa. ¿Le habrá ocurrido algo? ¿Tiene problemas? ¿Son deseos de verme, anhelos por ambos? Nada hay que nos separe, supongo. Y si ha venido, si está aquí, ha vuelto a dejarlo todo por estar conmigo. Es lluvia que refresca, un viento suave de otoño, es una cerveza bien fría en cualquier día caluroso. De manera que, ¿qué puedo más decir? Nos seguimos amando. Hablamos de las dichas y desdichas, de sus negocios y de mis sueños. De su madre que ha partido para Nueva York, donde vive junto a su hermana, sí la del salón de belleza, la peluquera, y la de la angosta habitación para masajes. Porque apenas supero mi condición de bohemio innato, madrugador, reconocedor de la penumbra. Mi acepta tal cual soy, yo –en cambio- acepto sus platos de poca variedad, del arroz empastado, sin importarme nada. Porque no fue la comida lo que nos unió, fue su sensualidad. Que me guardara algunos víveres casi endurecidos, de aquellos que su madre le enviaba del campo, nada importaba. Total, de vez en vez soy tan aburrido, me lo soporta. Mis entretenimientos jamás coinciden con los suyos. Nos aguantamos, nos toleramos. La mejor forma de la paz es sencillamente dejarnos en la libertad absoluta de vivir cada quien sus espacios individuales y en la vida de lo social. Y otra vez hemos hecho el amor, nuevamente amándonos, un bolero, sonrisas, aquel aroma inconfundible de la sexualidad sin arrepentimientos…la cera que nos arde, y la rutina descompuesta entre sábanas sucias, tiradas al suelo, y un colchón medio arrastrado hacia la pared… y lo extraño, lo que me confunde de Ella, un miércoles. Su mirada no es la misma. Algo hay de distinto. Quisiera estar dentro de su mente, encontrarme con sus posibles decisiones. Y la abrazo, la beso, recorro su cuerpo sin ropa, sin vestimenta…y al final, al día del jueves, justo después del almuerzo: he venido a despedirme. Quiero una relación más segura, quiero un matrimonio, quiero a un marido, y yo quien soy, me hubiese preguntado. No tengo opción puesto que este fin de semana estarán mis hijos y mi mujer conmigo en la otra casita de playa. Hay una fiesta marcada en el calendario de mesa, y Ella lo habría notado en algún momento. Yo quiero un hijo tuyo. Tantas veces lo ha dicho que lo he olvidado. Me hubiera gustado eso, parirte un niño o una niña. Sabes que no tengo predilección. Porque puede ser niño o niño. Lo importante es que tengamos un hijo. Sin embargo, me hundo en mi mismo despistado, aterrorizado. Echo la vista a la cama, sigue allí su olor, su esencia misma, cual sustancia tóxica capaz de inhabilitarme al cubo, a la redonda, al cuadrado, que me alcoholiza. Lo nuestro no puede seguir, eres prohibido. Su boca, sus mismos labios, tan distintos cuando salimos de la cama, la delata. Me dejan con la misma agitación de seguir amándola, sin importarme la edad, ni las canas retratistas de mi mismo, de aquel quien soy en estos momentos, medio agotado por los años transcurridos. El convenido lo habíamos roto hace apenas quince días y yo, sólo yo, había penetrado más allá de su incertidumbre, más allá de la caverna, más de lo consustancial al sentimiento mudo, silenciador, que despierta cual gemido. Hemos compartido el paraíso sin mirar jamás hacia el cielo. No hubo ciclo. Verano, invierto, el otoño, la primavera. Y estoy aquí viéndola partir, una y treinta de la tarde del jueves. Y pienso que vendrá, tendrá que volver. Magia blanca tu eres, tu eres la que me ha despertado a mi, jamás te olvidaré, jamás no puedo olvidarte. Y diez años han trascurrido, siempre la llevo dentro, aún estoy en la espera, pacientemente, cual puente roto.
Octubre, 2010.
jueves, 11 de noviembre de 2010
Otro poquito de todo
Hola, sigo en España y sólo estoy en condiciones, por el momento, de revisar algunos puntos. Por ejemplo, el expresidente del Gobierno español, Felipe Gónzalez, dió unas declaraciones que aún siguen calientitas en las páginas de los diarios nacionales y ni se diga en los tantos programas de opinión en la televisión privada y pública. Se refirió a la ETA y a una campaña sucia en contra de esta organización (para muchos, terrorista, para otros, política o movimiento de liberación). Felipe, en un contexto de aparente negociación del gobierno de Rodríguez Zapatero con la ETA, negociación sorpresa por cuanto surge como tema de debate en medio de las mayores críticas a la gestión oficial por el manejo de la economía y del gasto público, recordó que tuvo la oportunidad de eliminar la cúpula de la ETA, en un momento en que estuvo reunida en Francia. Lo dijo hace una semana, y desde entonces hasta hoy....el señor González, ex líder del PSOE e Internacional Socialista, ha quedado en boca de todo el mundo. Debajo de tantas críticas a Felipe, quedó un líder político desfigurado y con poquísima simpatía en la población. Tengo la sensación de que de cada 10 españoles, sólo dos o tres aceptarían a Felipe. Ciertamente, impopular. Bueno, en igual situación luce el señor Obama. Por más vueltas y brincos, no logra satisfacer las expectativas del ciudadano estadounidense, incluyendo a un paquetón de latinos. Las encuestas reflejan un liderazgo y gestión de gobierno en picada, con menos del 45 por ciento de simpatizantes. Es una pena. Ha perdido el voto congresisonal, y los analistas internacionales entienden que, en consecuencia, no podrá repetirse en la Casa Blanca. Sus giras internacionales jamás consolidan el poder militar y político de lo que otrora fue el gran imperio. Posiblemente, el problema no es Obama, tal vez el fondo está en el rol de Estados Unidos en el mundo y una economía que no mejora, porque aún creemos que se trata de crisis de coyuntura, y creo que esto es más profundo, es una forma de producción de riquezas lo que ha entrado en crisis.
martes, 2 de noviembre de 2010
Un poquito de todo, revisando los puntos
Un desayuno escolar para estudiantes primarios del sistema educativo dominicano parece deslucirse año por año, mientras en Brasil se desarrollaron unas elecciones exitosas, sin que nadie, hasta el momento, haya sacado la cabeza para decir, denunciar o acusar de vicios, trampas o cualquier manifestación de abuso del poder a favor de la candidata oficialista. Una mujer, nueva vez, al poder. Las mujeres nos gobiernan en la casa y ahora nos gobernarán a plenitud. Exito. Se agotan los políticos tradicionales, los partidos y da la impresión que la sociedad trata de encontrarle una respuesta a las situaciones de desastres gubernamentales. Si es una mujer, pa lante, porque de debajo de cualquier yagua sale tremento alacrán. Lula Da Silva, de quien esperaron el fracaso, dió tremenda demostración de racionalidad, de equilibrio, del buen saber. Los argentinos han llorado -lo que se dice- al poder que ha estado detrás del trono. Ahora veremos al trono sin el poder detrás desenvolverse, y los primeros días obvios sacudiones.... y los antecedentes sobran en Argentina, de una mujer que se levanta de las cenizas con suficiente bríos. La oportunidad la merece. En dominicana, el desayuno es pan, el mismo pan que todos llevamos debajo del brazo. Tal vez el sistema gerencial o administrativo de tal proceso debería modoficarse o sencillamente hacer del desayuno una rutina de terceros, a los fines de que el sistema educativa jamás se vea afectado por sus fracasos o fallos operativos y de los conflictos de intereses. Donde "navegan" tantos millones de pesos, es obvio que muchos quieran poner los pies debajo de la mesa. Todos quieren del desayuno. Y si algo me llama la atención, es la declaración reciente de un representante del Fondo Monetario Internacional quien ha dicho: República Dominicana debe tener cierta cautela en su endeudamiento. Cualquier persona sabe, por experiencia propia, que cuando nos endeudamos más allá de nuestra posibilidad de pago, hacemos crisis, y de mala manera. Lo perdemos todo, hasta el dulce encanto de la mirada.
martes, 26 de octubre de 2010
Un foro sobre estrategia de comunicación
El 19 de este mes de octubre, tuvo lugar en la ciudad de Cádiz, Sevilla, España, una nueva versión del Foro Iberoamericano de Estrategia de Comunicación, evento al que asistí por primera vez invitado por mi amigo Manuel Quiterio Cedeño, quien a finales de los años setenta fue parte los profesores buenos que conocí en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Este Foro tiene ocho años desarrollándose, el próximo será en Brasil, el cual reúne amigos de América Latina y España, con la modalidad de citarse en cualquier país de América Latina y al siguiente año pues en España, principalmente en la región andaluza. La actividad es una buena oportunidad para tomarle el ritmo a los conceptos, a las nuevas ideas, a nuevas prácticas, a los resultados de investigaciones recientes y al compromiso por "estrategar", un término que trata de impulsarse desde el Foro como expresión de pensamiento estratégico, de formulación del futuro deseado. En otra ocasión les daré más detalle.
sábado, 23 de octubre de 2010
Algo sobre España
Hola!
En estos momentos estoy en Madrid, y desde aquí comparto el contenido de un programa de televisión española que se llama Debate en Línea: la gran discusión que ya hemos vivido en América Latina, el Estado chiquito y el Estado grande, la cuestión de la eficiencia, rendimiento de los recursos públicos o calidad del gasto público, las expectativas ciudadanas y la reorganización territorial. España, como gran parte de Europa, atraviesa por crisis económica. Cualquier español te habla de una manera u otra de la situación económica suya y de los demás, y la prensa trae todos los días una primera plana de un gobierno en crisis, y tengo la impresión que por encima de la propia situación económica hay una crisis de confianza en la gestión de Zapatero, como si dijéramos: Zapatero a tus zapatos.... en el entendido de que Zapatero, del PSOE, debería concentrarse en la búsqueda de soluciones a las cuestiones económicas de cara a la Unión Europea, la mayor preocupación del ciudadano, que no es más que mirarse su calidad de vida amenazada por una gestión gubernamental que consideran deficiente. La prensa no le saca el guante al gobierno de Zapatero, y con la designación de Rubalcaba, como primer vicepresidente, ahora si dice por aquì que este pinta ser el posible sucesor de Zapatero. Lo del Gobierno, su composición y su relación con el PP, de Aznar y Rajoy, abrió la discusión sobre la eficiencia del Estado, el uso considerado inadecuado de los recursos públicos, una España deficiente en términos competitivos, en empobrecimiento de los españoles (posibilidad), el cuestionamiento en consecuencia al sistema de partidos políticos. Así van las cosas por estos lados. Mientras tanto, Rubalcaba aspira a cada funcionario del Gobierno defienda a su gobierno, convirtiéndose todos en voceros del Gobierno.
En estos momentos estoy en Madrid, y desde aquí comparto el contenido de un programa de televisión española que se llama Debate en Línea: la gran discusión que ya hemos vivido en América Latina, el Estado chiquito y el Estado grande, la cuestión de la eficiencia, rendimiento de los recursos públicos o calidad del gasto público, las expectativas ciudadanas y la reorganización territorial. España, como gran parte de Europa, atraviesa por crisis económica. Cualquier español te habla de una manera u otra de la situación económica suya y de los demás, y la prensa trae todos los días una primera plana de un gobierno en crisis, y tengo la impresión que por encima de la propia situación económica hay una crisis de confianza en la gestión de Zapatero, como si dijéramos: Zapatero a tus zapatos.... en el entendido de que Zapatero, del PSOE, debería concentrarse en la búsqueda de soluciones a las cuestiones económicas de cara a la Unión Europea, la mayor preocupación del ciudadano, que no es más que mirarse su calidad de vida amenazada por una gestión gubernamental que consideran deficiente. La prensa no le saca el guante al gobierno de Zapatero, y con la designación de Rubalcaba, como primer vicepresidente, ahora si dice por aquì que este pinta ser el posible sucesor de Zapatero. Lo del Gobierno, su composición y su relación con el PP, de Aznar y Rajoy, abrió la discusión sobre la eficiencia del Estado, el uso considerado inadecuado de los recursos públicos, una España deficiente en términos competitivos, en empobrecimiento de los españoles (posibilidad), el cuestionamiento en consecuencia al sistema de partidos políticos. Así van las cosas por estos lados. Mientras tanto, Rubalcaba aspira a cada funcionario del Gobierno defienda a su gobierno, convirtiéndose todos en voceros del Gobierno.
lunes, 11 de octubre de 2010
Palito de coco a la democracia
angel barriuso/junio de 1991/revisión
La democracia que habita en la República Dominicana podrá ser fruto de un país subdesarrollado o en vía de desarrollo, atípica, de un país de capitalismo tardío, de debilidad institucional; pero es nuestra democracia, con palito de coco, de arroz, habichuela y carne. Es la propia democracia de nuestro propio nivel de desarrollo.
Nuestra democracia responde, creo, a valores nuestros, innatos, y cada país, según su nivel de desarrollo socioeconómico y cultural, se permite un modelo democrático, su propio modelo. Y creo que erramos cuando asumimos una revisión crítica de nuestra democracia a partir de interpretaciones intelectuales a la seca, tomando como referencia valores universales como si de un momento a otro quisiéramos renunciar a la dieta diaria para adaptarnos a un régimen basado en alimentos jamás producidos por nuestros campos, jamás propio de nuestra cultura alimenticia.
Entender el alma nacional podría ser la clave. Entender el alma de la democracia nacional, con sus imperfecciones, es adentrarnos a nosotros mismos. Es comprendernos. Las referencias documentales o conceptuales es bueno, pero nunca para desdibujar nuestros valores, tradiciones, estilos de vida. Todo proceso correctivo o de fortalecimiento estimo debe partir de lo que somos.
Nuestra conformación cultural genera patrones que irán, estimo, íntimamente ligados al cordón umbilical de nuestras instituciones políticas. En modo alguno trato de justificar los desaciertos, los errores, los fracasos, las fallas. Lo inútil es tratar de borrarnos, de creernos otros, cuando ya somos. Reconstruyamos nuestra democracia, así estamos de acuerdo, partiendo de lo que somos.
La democracia que habita en la República Dominicana podrá ser fruto de un país subdesarrollado o en vía de desarrollo, atípica, de un país de capitalismo tardío, de debilidad institucional; pero es nuestra democracia, con palito de coco, de arroz, habichuela y carne. Es la propia democracia de nuestro propio nivel de desarrollo.
Nuestra democracia responde, creo, a valores nuestros, innatos, y cada país, según su nivel de desarrollo socioeconómico y cultural, se permite un modelo democrático, su propio modelo. Y creo que erramos cuando asumimos una revisión crítica de nuestra democracia a partir de interpretaciones intelectuales a la seca, tomando como referencia valores universales como si de un momento a otro quisiéramos renunciar a la dieta diaria para adaptarnos a un régimen basado en alimentos jamás producidos por nuestros campos, jamás propio de nuestra cultura alimenticia.
Entender el alma nacional podría ser la clave. Entender el alma de la democracia nacional, con sus imperfecciones, es adentrarnos a nosotros mismos. Es comprendernos. Las referencias documentales o conceptuales es bueno, pero nunca para desdibujar nuestros valores, tradiciones, estilos de vida. Todo proceso correctivo o de fortalecimiento estimo debe partir de lo que somos.
Nuestra conformación cultural genera patrones que irán, estimo, íntimamente ligados al cordón umbilical de nuestras instituciones políticas. En modo alguno trato de justificar los desaciertos, los errores, los fracasos, las fallas. Lo inútil es tratar de borrarnos, de creernos otros, cuando ya somos. Reconstruyamos nuestra democracia, así estamos de acuerdo, partiendo de lo que somos.
miércoles, 6 de octubre de 2010
El hilo conductor de la energía
Puede decirse que la gestión del ingeniero Celso Marranzini se concentra básicamente en el reordenamiento gerencial: a) gerencia de lo público desde la experiencia empresarial, b) reordenamiento del gasto, c) redefinición de políticas administrativas hacia dentro, d) la relación con el cliente, e) aumento de los ingresos.
Si lo logra, perfecto. Y está en condiciones de conseguirlo porque se trata de gestión administrativa para la eficiencia y efectividad (egresos e ingresos), y controles. Presumo una segunda etapa (tal vez corre paralelo, por cuestiones de tiempo) del reordenamiento de la producción de energía (compra-venta-distribución-clientes-estructura de costos), es decir, del sistema eléctrico.
La segunda etapa, viéndolo desde fuera, podría alcanzarla igualmente. Porque se trata, en cualquier situación, de un enfoque sistémico e integral. Dale orden al desorden,
El sistema eléctrico, quizás medio “complejo”, deja a cualquier medio perplejo: el Estado es propietario, copropietario, cliente, comprador, vendedor, e igualmente ocurre a empresas privadas. Luego, la base jurídica en que se sostiene, porque seguimos operando creyéndonos aún bajo el régimen de la capitalización, ¿habría que revisarla? ¿Es válida? ¿Cómo reordenar estas fuerzas? ¿Cómo replantear la estructura del mercado?
El hilo conductor de la energía atraviesa, sin contemplaciones, por la factura y cobro del servicio (oferta/demanda). Discusiones, por ejemplo: a) pago por la energía escasamente recibida, b) pago por un servicio nominal o real, c) precio o costo de la factura (oferta/demanda) barato o caro, d) cuál es el tope o será el tope de la factura recibida por el cliente o usuario del servicio, es decir hasta qué punto estará en condiciones de pagarla en función de sus ingresos (sueldo fijo versus tarifa movible).
No somos productores de petróleo. Es verdad. Pero, ¿qué hacemos para ir superando una deficiencia propia de nuestros huesos? Otros países aplican políticas de energía en beneficio del ciudadano, de la sociedad. Buscan producirla para abaratar y garantizar un servicio de calidad. El Estado se ahorra dólares por importación y, en consecuencia, menos presión, menos déficit. A propósito, ¿qué haremos con el Sol? ¿Es aprovechable?
Me entero de campesinos sudamericanos que viven en lomas en iguales condiciones que miles de familias en zonas rurales, y les enseñó a sacarle provecho al Sol, toda la energía eléctrica consumida por amplias zonas le proviene del Sol, y si producimos tanta basura, como se dice, también se convierte en otro recurso energético. En tanto se corrigen algunas “distorsiones” pensemos en políticas productivas. Vamos a escarbar posibles soluciones para producción de energía. Hagamos uso del trópico, está a la vista.
Si lo logra, perfecto. Y está en condiciones de conseguirlo porque se trata de gestión administrativa para la eficiencia y efectividad (egresos e ingresos), y controles. Presumo una segunda etapa (tal vez corre paralelo, por cuestiones de tiempo) del reordenamiento de la producción de energía (compra-venta-distribución-clientes-estructura de costos), es decir, del sistema eléctrico.
La segunda etapa, viéndolo desde fuera, podría alcanzarla igualmente. Porque se trata, en cualquier situación, de un enfoque sistémico e integral. Dale orden al desorden,
El sistema eléctrico, quizás medio “complejo”, deja a cualquier medio perplejo: el Estado es propietario, copropietario, cliente, comprador, vendedor, e igualmente ocurre a empresas privadas. Luego, la base jurídica en que se sostiene, porque seguimos operando creyéndonos aún bajo el régimen de la capitalización, ¿habría que revisarla? ¿Es válida? ¿Cómo reordenar estas fuerzas? ¿Cómo replantear la estructura del mercado?
El hilo conductor de la energía atraviesa, sin contemplaciones, por la factura y cobro del servicio (oferta/demanda). Discusiones, por ejemplo: a) pago por la energía escasamente recibida, b) pago por un servicio nominal o real, c) precio o costo de la factura (oferta/demanda) barato o caro, d) cuál es el tope o será el tope de la factura recibida por el cliente o usuario del servicio, es decir hasta qué punto estará en condiciones de pagarla en función de sus ingresos (sueldo fijo versus tarifa movible).
No somos productores de petróleo. Es verdad. Pero, ¿qué hacemos para ir superando una deficiencia propia de nuestros huesos? Otros países aplican políticas de energía en beneficio del ciudadano, de la sociedad. Buscan producirla para abaratar y garantizar un servicio de calidad. El Estado se ahorra dólares por importación y, en consecuencia, menos presión, menos déficit. A propósito, ¿qué haremos con el Sol? ¿Es aprovechable?
Me entero de campesinos sudamericanos que viven en lomas en iguales condiciones que miles de familias en zonas rurales, y les enseñó a sacarle provecho al Sol, toda la energía eléctrica consumida por amplias zonas le proviene del Sol, y si producimos tanta basura, como se dice, también se convierte en otro recurso energético. En tanto se corrigen algunas “distorsiones” pensemos en políticas productivas. Vamos a escarbar posibles soluciones para producción de energía. Hagamos uso del trópico, está a la vista.
martes, 28 de septiembre de 2010
Trópico de sangre
He visto la película "Trópico de sangre", de Juan Delancer. Me confieso poco seguidor de las películas nuestras, aunque las veo. En esta última observo un buen texto, buenos diálogos, buena fotografía, buen uso de las cámaras. Hubo interés en cumplir con el arte. Tal vez haya motivo para algunas críticas, pero no soy la persona más apropiada para ello. Puedo decir, a vuelo de pájaro, que siendo un film basado en acontecimientos históricos aún frescos en la memoria de los dominicanos (dictadura de Trujillo, la muerte de las hermanas Mirabal), corre el riesgo de enjuiciamientos y provocar el debate en cuanto a si cumple o no con la realidad histórica.
Vargas Llosa escribió "La muerte del Chivo", una novela cuyo argumento es precisamente los últimos años de la dictadura trujillista y su muerte. Y naturalmente, todo obra novelada o cuentística, lo mismo que el cine, se vale de la ficción, porque jamás se trata de un documento fiel, porque para tal cosa están los historiadores. El artista se valdrá de los historiadores para presentar otra versión artística de la historia. Son licencias del escritor, del novelista o cuentista, lo mismo que del cinematógrafo. Nunca una licencia criticable, es bien ganada.
A Vargas Llosa se le criticó, por lo menos los lectores dominicanos, por su versión de Trujillo y su muerte. Esta reconocida figura peruana llevó al cine su novela.
Julia Álvarez, escritora dominicana residente en el extranjero, escribió "En el tiempo de las mariposas", novela sobre las hermanas Mirabal, de la cual resultó una película. Y he visto la de Vargas Llosa y la de Álvarez, mas considero mucho más atractiva la obra de Juan Delancer. Si bien en las dos primeras hay recursos financieros y técnicos, buenos actores y escenarios, la de Delancer me pareció mucho mejor elaborada, no obstante sus debilidades.
Delancer da una versión según la cual Minerva Mirabal es la arquitecta de un movimiento político que conspira contra la dictura, que se presta a discusión, por encima de lo publicado en relación su esposa, Manolo Tavárez Justo, a quien se le señala como líder-fundador del movimiento cívico 1J4, organizado en contra de Trujillo. Su film se basa en la muerte de las Mirabal, en paralelo a otra conspiración llevada a cabo por militares.
La conspiración cívico-militar en contra de Trujillo se introduce en la película de Delancer y tiende a confundir. Su diálogo son prácticamente anónimos, sólo trasciende un apellido: de la Maza. En la historia narrada durante el desarrollo del film se pudo sacar mayor provecho de esto, pero es ahí donde observa su mayor debilidad. Otros aspectos técnicos, los dejo a los técnicos. En sentido, es una buena película.
Vargas Llosa escribió "La muerte del Chivo", una novela cuyo argumento es precisamente los últimos años de la dictadura trujillista y su muerte. Y naturalmente, todo obra novelada o cuentística, lo mismo que el cine, se vale de la ficción, porque jamás se trata de un documento fiel, porque para tal cosa están los historiadores. El artista se valdrá de los historiadores para presentar otra versión artística de la historia. Son licencias del escritor, del novelista o cuentista, lo mismo que del cinematógrafo. Nunca una licencia criticable, es bien ganada.
A Vargas Llosa se le criticó, por lo menos los lectores dominicanos, por su versión de Trujillo y su muerte. Esta reconocida figura peruana llevó al cine su novela.
Julia Álvarez, escritora dominicana residente en el extranjero, escribió "En el tiempo de las mariposas", novela sobre las hermanas Mirabal, de la cual resultó una película. Y he visto la de Vargas Llosa y la de Álvarez, mas considero mucho más atractiva la obra de Juan Delancer. Si bien en las dos primeras hay recursos financieros y técnicos, buenos actores y escenarios, la de Delancer me pareció mucho mejor elaborada, no obstante sus debilidades.
Delancer da una versión según la cual Minerva Mirabal es la arquitecta de un movimiento político que conspira contra la dictura, que se presta a discusión, por encima de lo publicado en relación su esposa, Manolo Tavárez Justo, a quien se le señala como líder-fundador del movimiento cívico 1J4, organizado en contra de Trujillo. Su film se basa en la muerte de las Mirabal, en paralelo a otra conspiración llevada a cabo por militares.
La conspiración cívico-militar en contra de Trujillo se introduce en la película de Delancer y tiende a confundir. Su diálogo son prácticamente anónimos, sólo trasciende un apellido: de la Maza. En la historia narrada durante el desarrollo del film se pudo sacar mayor provecho de esto, pero es ahí donde observa su mayor debilidad. Otros aspectos técnicos, los dejo a los técnicos. En sentido, es una buena película.
jueves, 16 de septiembre de 2010
miércoles, 15 de septiembre de 2010
Impacto de la tecnología en el periodismo, el libro de Oscar Peña
Recientemente fue puesto en circulación el libro de mi buen amigo Oscar Peña quien, además de periodista y profesor de periodismo es una reconocida figura de la poesía joven en República Dominicana. A continuación comparto la nota de prensa de la actividad, y con mucho gusto invito a que leeamos su libro. Es importante, es otro aporte bibliográfico (y las escuelas de comunicación y periodismo de nuestro país tendrán material suficiente para animar a sus estudiantes y profesores):
"El periodista y profesor universitario Oscar Peña puso en circulación el libro “Impacto de la tecnología en el periodismo. Una visión crítica de la sociedad globalizada”, en el que analiza el futuro del periodismo impreso frente al avance de los medios digitales, en el marco de una sociedad globalizada.
"Peña explicó que la obra es el producto de una investigación de más de cinco años sobre la transformación y tendencias en el periodismo, producto de las innovaciones introducidas por las tecnologías de las comunicaciones, situación que obliga a los periódicos a buscar un nuevo modelo de negocios para sobrevivir.
"Afirmó que el futuro de los medios tradicionales (periódicos, radio y televisión) se encuentra vinculado a la web y en su capacidad para adaptarse a las exigencias de un nuevo lector interactivo y cuestionador, que cada vez más se acostumbra a la diversidad.
" El profesor de la Escuela de Comunicación de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y quien ha ejercido el periodismo para varios medios dominicanos e internacionales, criticó, asimismo, la carencia de una legislación en el país que evite la concentración de medios.
"A su entender el peor enemigo de la prensa dominicana es la autocensura de los periodistas a causa de los intereses económicos que inciden en los medios, lo que atenta contra la pluralidad informativa.
"Es justo reconocer que en el país hay plena libertad de prensa, que el gobierno no obstaculiza a los medios, pero una gran verdad es que son los propios periodistas, y específicamente los medios, los que se autolimitan en sus contenidos. Por tanto, la diversidad y la pluralidad son reducidas en cuanto a profundidad en el abordaje de los hechos, subrayó Peña.
"Agregó que el mayor problema que enfrenta el periodismo dominicano de hoy es su corta visión de los hechos: no cuestiona, no hay análisis, no molesta al poder ni es contrapeso del poder estatal ni privado.
"Sin embargo, resaltó el avance que han tenido los medios digitales en el país, producto del surgimiento de la Internet y la liberalización de su uso a partir de la década del 90. “Por primera vez en la historia de la humanidad –sostuvo- se ha roto el monopolio en la producción y difusión de contenidos noticiosos, que anteriormente era exclusivo de los medios escritos”.
"Al presentar la obra, el periodista Víctor Bautista afirmó que este libro no sólo constituye una provocación para que los medios de comunicación se miren en el espejo de manera crítica frente a las nuevas tecnologías, sino que estimula la reflexión sobre el déficit de las escuelas de comunicación y desafía al gran capital que domina la industria periodística, capaz de invertir grandes sumas de dinero en rotativas y rediseños de periódicos, sin tomar en cuenta que no habrá buen periodismo sin capital humano adiestrado y valorado.
“Impacto de la tecnología en el periodismo fue editado por la Facultad de Humanidades de la UASD. La presentación se efectuó en la librería Cuesta, con la asistencia de un nutrido público, especialmente periodistas, escritores y estudiantes.
"El libro está dividido en 10 capítulos y tiene como epílogo una entrevista exclusiva que realizó el autor al filósofo español Fernando Savater sobre el papel de los medios de comunicación en la sociedad.
"Entre los temas analizados en la obra están “El futuro del periodismo y los nuevos medios de comunicación”, la incidencia del ciberperiodismo y los nuevos recursos narrativos aportados por la tecnología de las comunicaciones".
"El periodista y profesor universitario Oscar Peña puso en circulación el libro “Impacto de la tecnología en el periodismo. Una visión crítica de la sociedad globalizada”, en el que analiza el futuro del periodismo impreso frente al avance de los medios digitales, en el marco de una sociedad globalizada.
"Peña explicó que la obra es el producto de una investigación de más de cinco años sobre la transformación y tendencias en el periodismo, producto de las innovaciones introducidas por las tecnologías de las comunicaciones, situación que obliga a los periódicos a buscar un nuevo modelo de negocios para sobrevivir.
"Afirmó que el futuro de los medios tradicionales (periódicos, radio y televisión) se encuentra vinculado a la web y en su capacidad para adaptarse a las exigencias de un nuevo lector interactivo y cuestionador, que cada vez más se acostumbra a la diversidad.
" El profesor de la Escuela de Comunicación de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y quien ha ejercido el periodismo para varios medios dominicanos e internacionales, criticó, asimismo, la carencia de una legislación en el país que evite la concentración de medios.
"A su entender el peor enemigo de la prensa dominicana es la autocensura de los periodistas a causa de los intereses económicos que inciden en los medios, lo que atenta contra la pluralidad informativa.
"Es justo reconocer que en el país hay plena libertad de prensa, que el gobierno no obstaculiza a los medios, pero una gran verdad es que son los propios periodistas, y específicamente los medios, los que se autolimitan en sus contenidos. Por tanto, la diversidad y la pluralidad son reducidas en cuanto a profundidad en el abordaje de los hechos, subrayó Peña.
"Agregó que el mayor problema que enfrenta el periodismo dominicano de hoy es su corta visión de los hechos: no cuestiona, no hay análisis, no molesta al poder ni es contrapeso del poder estatal ni privado.
"Sin embargo, resaltó el avance que han tenido los medios digitales en el país, producto del surgimiento de la Internet y la liberalización de su uso a partir de la década del 90. “Por primera vez en la historia de la humanidad –sostuvo- se ha roto el monopolio en la producción y difusión de contenidos noticiosos, que anteriormente era exclusivo de los medios escritos”.
"Al presentar la obra, el periodista Víctor Bautista afirmó que este libro no sólo constituye una provocación para que los medios de comunicación se miren en el espejo de manera crítica frente a las nuevas tecnologías, sino que estimula la reflexión sobre el déficit de las escuelas de comunicación y desafía al gran capital que domina la industria periodística, capaz de invertir grandes sumas de dinero en rotativas y rediseños de periódicos, sin tomar en cuenta que no habrá buen periodismo sin capital humano adiestrado y valorado.
“Impacto de la tecnología en el periodismo fue editado por la Facultad de Humanidades de la UASD. La presentación se efectuó en la librería Cuesta, con la asistencia de un nutrido público, especialmente periodistas, escritores y estudiantes.
"El libro está dividido en 10 capítulos y tiene como epílogo una entrevista exclusiva que realizó el autor al filósofo español Fernando Savater sobre el papel de los medios de comunicación en la sociedad.
"Entre los temas analizados en la obra están “El futuro del periodismo y los nuevos medios de comunicación”, la incidencia del ciberperiodismo y los nuevos recursos narrativos aportados por la tecnología de las comunicaciones".
lunes, 13 de septiembre de 2010
Fusión de hecho con Haití / Tesoros ocultos del periódico El Caribe XII)
Este artículo de nuestro amigo Edgar nos remite a un tema de gran discusión
entre los dominicanos, y tiene sus antecedentes históricos precisamente desde el
momento en que nos separamos de Haití. Compartimos la isla, y estuvimos bajo el
yugo haitiano durante 22 años, hasta que en 1844 fue declarada nuestra
independencia. Usted tiene la palabra.
Por Edgar Valenzuela / Colaboración
Reportes oficiales indican que los hospitales públicos dominicanos están actualmente abarrotados de haitianos.
Luego de ocho meses del devastador terremoto del 12 de enero en Haití la demanda de servicios sanitarios se ha duplicado en República Dominicana.
Como en Haití no hay centros de salud en condiciones de atender adecuadamente a la población, los enfermos son trasladados a través de la frontera artificial existente, y ya en este lado de la Isla hay que darle hasta las aspirinas.
¡Los haitianos cruzan sin un centavo, y por humanidad los médicos dominicanos tienen que suministrarle los medicamentos!
Los vendedores ambulantes, los trabajadores en la construcción de edificios, los niños y las mujeres en los semáforos son señales de que la alegada fusión entre República Dominicana y Haití está en marcha.
¡No oficialmente, si no de hecho; sin armas y sin bulla!
No se trata de asumir discursos racistas ni agresivos en perjuicio de nuestros hermanos siameses, tan necesitamos o más necesitados que nosotros de colaboración y de aliento.
Pero no podemos ponernos una venda en los ojos para no ver esta realidad.
Se están instalando colonias de haitianos de este lado de la frontera, sin ningún permiso legal ni regulación de las autoridades de migración.
Y cuando se quiera venir a abrir los ojos la mezcla con los haitianos o la fusión de ambos pueblos podría ser irreversible.
Lilís tenía en sus venas sangre haitiana; Trujillo y Balaguer la tenían. Y Los tres fueron presidentes del país.
El periódico El Cable, tan injustamente oculto a los ojos de los dominicanos, publicó una serie de artículos sobre el mismo en la década del 20 del siglo pasado. A la luz de esta denuncia, es más que oportuno releer uno como este:
La cuestión fronteriza
Un reciente incidente en la frontera noroeste ha puesto de actualidad el importante tópico, que es un conflicto permanente entre dos estados limítrofes, de nuestras fronteras, abandonadas desde antaño a la conquista pacífica y constante de los haitianos por la criminal incuria de nuestros gobiernos, más atentos al interés del politiqueo, que a los problemas externos e internos de la República.
El conflicto data desde la constitución de la República.
Desatadas las pasiones interiores; entregado el país a las sórdidas luchas partidaristas que lo han llevado de tumbo en tumbo hasta caer en la boca voraz del pulpo del Norte, los haitianos han podido desarrollar sus pacíficos y ambiciosos planes de absorción de nuestro territorio en desamparo insidioso, del cual se han apropiado de varios cientos de kilómetros cuadrados, sin que seriamente nuestros gobiernos se hayan preocupado por el arreglo definitivo de los límites que han de separar permanentemente los dos estados que se dividen el dominio de la Isla, como medio de conservar la paz y la armonía entre ambos pueblos.
Si no se han ocupado en fijar los límites definitivos, menos han puesto atención al problema de la nacionalización de las fronteras, que se van haitianizando ¡qué vergüenza! ante la indiferencia cómplice del pueblo y del gobierno.
El momento es oportuno para reflexionar. Somos imprudentes, exaltados y dados a las actitudes espectaculares. Cada vez que se anuncian violaciones a nuestra integridad territorial, los ánimos vibran; las pasiones suben y con arrogancias impropias del momento, agotamos los epítetos insultativos; pero en el fondo no hay más que simulaciones que patriotismo: nuestra atávica indolencia, unida al cáncer del politiqueo, con incapaces de actuar seriamente en ningún problema fundamental que afecte a los intereses vitales de la República.
Los acontecimientos no ponen esta pregunta en los labios. ¿Qué se ha hecho por las fronteras? La respuesta es dolorosa: un nada desesperante. La instrucción pública, el punto primordial de la nacionalización, es un mito.
Es un mito porque en las fronteras no existen verdaderas escuelas. El personal docente actual, con algunas excepciones, es ignorante, incumplidor e incapaz de comprender la altura moral de su misión patriótica.
Que nosotros sepamos, ni el gobierno ni las autoridades escolares han tratado, en bien del país, de buscar una fórmula eficaz que resuelva satisfactoriamente la educación de la población fronteriza.
A nuestro ver, podían dictarse reglamentaciones haciendo obligatorio, como un deber patriótico indeclinable, que todos los maestros graduados actualmente en ejercicio y los que en el futuro se graduaren de tal, prestaran durante un año sus servicios en las fronteras, disfrutando de un sueldo que compense el sacrificio. Naturalmente que no queremos decir todos a la vez, sino la cantidad necesaria para cubrir las escuelas actuales y las que se creen en virtud del plan de instrucción que se desarrolle.
También se echa de menos la formulación de programas especiales, basados en el ideal patriótico que se persigue: la dominicanización.
Por otra parte, las fronteras carecen de autoridades conscientes. Lo que estas pudieran hacer en bien del país, es incalculable, si fueran elementos capaces de interpretar las funciones que desempeñan.
Esto es de fácil solución. Basta crear, dentro de la P. N. D., las compañías que sean necesarias al servicio fronterizo, con oficialidad, y clases compenetradas de la importancia de su misión y de su deber, para que se opere con ellas un cambio radical y favorable al sentimiento nacional.
El problema de la nacionalización de las fronteras es vasto y cuesta dinero; pero el honor exige, no la vocinglería del patrioterismo, sino su solución inmediata: hechos palpables.
24 de abril de 1923. No. 114. Año III. pp. 3
Como se ve este tema no es nuevo. Hace más de 80 años que se viene dando la voz de alerta. Pero ningún Gobierno, con ayuda internacional o no, ha podido hallar una solución salomónica, de fondo, al problema.
El autor es periodista, teatrista y escritor.
sábado, 4 de septiembre de 2010
Presentan en Santiago el libro "Comunicar con un pensamiento estratégico"
En un breve acto, fue puesto en circulación en Santiago de los Caballeros el libro "Comunicar con un pensamiento estratégico", presentación que estuvo a cargo del arquitecto Edwin de Moya, miembro del Plan Estratégico de esa ciudad cibaeña, la segunda en importancia económica, social y política. Es nuestra segunda capital pero tan hermosa y acogedora como cualquiera que figure entre las primeras. Lugar de la actividad, la Alianza Cibaeña, centenaria organización, abierta a cualquier ciudadano, de gran aporte a la ciudad, y a la cual agradezco todo el apoyo recibido. Su presidente, Johnny Guerrero, inició con breves palabras, también emotivas. A continuación comparto las palabras del aquitecto De Moya, a quien también agradezco su genteliza y confiar en una persona -quien suscribe- con quien apenas había hablado formalmente una sola vez. El libro está disponible en la librería La Económica.
COMUNICAR
Con un Pensamiento Estrategico
De ÁNGEL BARRIUSO
Es un gran placer y honor estar esta noche con ustedes presentándoles la obra: COMUNICAR CON UN PENSAMIENTO ESTRATEGICO, hecho que se da por la distinción que me hace Ángel de hacerlo.
Ángel Barriuso. Periodista de profesión y MAESTRO por su actuación, inicia a finales de 1978 en la radio. Tiene experiencia como editor en jefe de diarios dominicanos de circulación nacional. Editor y Coordinador en 1988-89 de un equipo de investigación periodística para EL NACIONAL y HOY.
Como vemos hoy su interés se centra en estos momentos en LA COMUNICACIÓN ESTRATÉGICA.
En este orden, siempre he estado convencido de que cada cual ve lo que sabe, por esto al tener en las manos un libro pienso que si fuera escritor, comunicador profesional, editor o impresor, vería de inicio aspectos específicos como la composición y redacción hasta los colores y diagramación,… pero como soy Arquitecto pensé de inmediato: ¿Cuál es mi enfoque? ¿Cómo lo veo?
Si nos referimos a los ámbitos del saber recuerdo lo que nos decía en la universidad un querido profesor:
• La diferencia entre un Ingeniero y un Arquitecto es que el Ingeniero es una persona que sabe mucho de pocas cosas y cada vez sabe más y más de menos y menos cosas hasta que sabe todo de nada.
• Y el Arquitecto es una persona que sabe un poco de muchas cosas y cada vez sabe menos y menos de más y más cosas hasta que sabe nada de todo.
No les niego que al pensar en esto me preocupé y reflexioné ¿se nada de todo???, y que podré “ver” en esta obra de Ángel… pero luego vi hacia atrás y me di cuenta que ya no soy más solo Arquitecto, y que he dedicado parte importante de mi vida a las Estrategias como Sustantivo, a la Planificación Estratégica como Adjetivo y hasta como verbo a “Estrategizar” mis acciones en la vida.
Me di cuenta entonces que si puedo “ver” todo lo trascendente de una obra que viene de la mano y la mente de un MAESTRO ¿Por qué escribimos?…para desarrollar una idea o concepto estructurado y claro que nos permita mantener un proceso lógico y que podamos transmitir un mensaje a los demás.
La obra de Ángel que hoy se pone en circulación en Santiago tiene para mi un carácter eminentemente didáctico, de transmitir el proceso de PENSAR ESTRATÉGICAMENTE AL MOMENTO DE COMUNICAR y de cómo podemos ENTRENARNOS en desarrollar nuestras aptitudes en ese sentido.
Así, la necesidad de preservar y transmitir su cultura que tiene cada parte de LA HUMANIDAD, es la que da origen y sostiene hoy a pesar del “e-book”, o junto a el, a nuestros libros y a nuestros artistas aunque ya no de la pluma si del teclado, la pantalla o la grabación.
La importancia que tiene para nuestra cultura, país y nación que se escriba para transmitir ideas que impulsen el desarrollo y lleven los conocimientos a todos, es evidente, y que logremos llevar esto a SER UN PROCESO como muy bien hace y transmite Ángel es el gran valor agregado.
De este modo cuando esta obra atrae la atención y la controversia sobre el tema, sobre un tema tan trascendente como COMUNICAR, traerá reacciones que esperamos todos nos sentemos a discutir.
El libro que me honro en presentarles esta noche es parte del largo transitar de Ángel por los temas de LA COMUNICACIÓN, puesto en circulación en Santo Domingo el pasado 15 de julio, me permitiré enmarcarlo brevemente en su discurrir creador y referirme luego a su contenido.
Ángel es un creador que se ha decidido ya a compartir con todos nosotros sus experiencias y conocimientos, a ponerlos a nuestro alcance en una obra estructurada de manera muy clara y didáctica. De veras a ayudarnos a través de su obra a COMUNICAR CON UN PENSAMIENTO ESTRATEGICO.
Recorriendo un poco por sus numerosos escritos, cuentos y opiniones en diferentes medios que su concepción de todas las cosas es coherente con su expresión en este su primer libro… todo es un PROCESO, y en este transcurrir tenemos que pensar con una VISIÓN DE FUTURO, teniendo nuestros VALORES muy claros y sabiéndonos “POSICIONAR” colocar en el lugar de los demás, SER EMPÁTICOS, un hacer y actuar que si lo aplicáramos mínimamente estaríamos en camino de tener una MEJOR SOCIEDAD PARA TODOS.
ESTO ES LA ESENCIA Y EL LEGADO DE ESTA OBRA
Adentrándonos en sus cuentos como UN ENEMIGO EN EL CACAO... vemos como madre e hijo, VEN, SIENTEN Y VIVEN desde su propia posición en la vida una misma realidad que tiene muy diferente “EXPRESIÓN” y PERCEPCIÓN para cada uno de ellos…. y en otros artículos y opiniones publicadas encontramos a Ángel identificado con el PROCESO DE SU VIDA.
En Comunicar con un Pensamiento Estrategico, Ángel con un esquema que nos despierta el interés con PREGUNTAS que el luego responde o con preguntas que se las deja el mismo y nos la deja a los lectores como “TAREA” , nos hace conocer ¿Cómo? QUIEN INFORMA basa su quehacer en el PASADO, pero quien se plantea COMUNICAR, debe PENSAR ESTRATÉGICAMENTE teniendo una VISIÓN DE FUTURO.
Esto me recuerda las palabras de GEORGE ORWELL en 1984:
“QUIEN CONTROLA EL PASADO CONTROLA EL FUTURO…
QUIEN CONTROLA EL PRESENTE CONTROLA EL PASADO”… muy a propósito a los planteamientos que hace Ángel en su artículo HACIA UN NUEVO PARADIGMA EN REP. DOM. de noviembre de 2009, ya que muchos de nuestros dirigentes políticos, empresariales y académicos… por no seguir… siguen en el Siglo Pasado…..
En otro artículo de agosto de 2009 LA VISIÓN DE LO COYUNTURAL, nos trae de nuevo el tema de esta obra, “…desbordar nuestra imaginación hacia la construcción de un futuro..”, de nuevo posible si
PENSAMOS ESTRATÉGICAMENTE.
En Julio de 2009 en QUE PAÍS QUEREMOS Y COMO LO LOGRAREMOS, se plantea a los gobernantes que COMUNIQUEN con una VISIÓN DE FUTURO, que tan pronto ganan una elección…deben prepararse para dejar de predicar esperanzas Y GOBERNAR EN FUNCIÓN DE CONSTRUIR UN DESTINO.
Finalmente, en A DIESTRA Y SINIESTRA de mayo de 2009, nos plantea la situación social, política y económica de hoy en América Latina y enfoca las tendencias de la sociedad votante frente a situación de querer respuestas a SUS ESPERANZAS DE VIDA, no a situaciones ideológicas, otra vez la construcción estratégica del futuro es el eje del pensamiento.
Esto de nuevo me recuerda palabras de WINSTON CHURCHILL:
“El vicio inherente del CAPITALISMO es la inequidad en el reparto de las bendiciones, LA VIRTUD inherente del SOCIALISMO es el reparto equitativo de las miserias.
PARA PODER “RECIBIR” CORRECTAMENTE LO QUE ÁNGEL NOS QUIERE COMUNICAR YA ESTAMOS UN POCO DENTRO DEL CONTEXTO DE SU PENSAMIENTO.
LA OBRA:
Dividida en dos partes, la primera dedicada al PENSAMIENTO Y LA MENTE; los conceptos de VISIÓN Y PENSAMIENTO ESTRATÉGICOS.
La segunda versa sobre LA COMUNICACIÓN y como entrenarnos para COMUNICARNOS CON UN PENSAMIENTO ESTRATEGICO.
De una manera DIDÁCTICA,.. insisto… como buen MAESTRO, nos hace ver desde el inicio como el pensamiento OPERATIVO, TÁCTICO, nos permite “manejar” el presente, comparándonos profesiones nos hace ver con claridad ¿Qué es PENSAR ESTRATÉGICAMENTE?, y cómo esta destreza nos permitirá:
“CONSTRUIR EL FUTURO, EL FUTURO DESEADO.”
“QUÉ HAREMOS DEFINE UNA ESTRATEGIA. CÓMO, ES LA TÁCTICA”
Nos lleva por todo EL PROCESO DEL PENSAMIENTO, histórica, científica y filosóficamente; para que conozcamos que:
PENSAMOS-ENTENDEMOS-CONOCEMOS-COMPRENDEMOS.
Así nos lleva con su inquisitivo esquema a ¿PODEMOS ENTRENAR LA MENTE PARA PENSAR ESTRATÉGICAMENTE?, una de las preguntas que SI nos responde luego.
Nos destaca así la importancia de UN PLAN DE COMUNICACIÓN ESTRATÉGICA: del que se desprende “…la necesidad de lo conceptual, lo operativo y lo analítico, de la imaginación y de las emociones.”
En esencia, Ángel nos muestra como “EL PENSAMIENTO ESTRATEGICO ES UN CONCEPTO INTEGRAL Y SISTÉMICO”
Así en el desarrollo de esta primera parte nos deja bien claro lo que son las estrategias, tácticas, decisiones operativas y planes de trabajo, que como sistema integral nos llevan al logro de nuestros objetivos y metas para la CONSTRUCCIÓN DE UN FUTURO.
Con un claro objetivo de formar, la obra tiene CUATRO reflexiones que Ángel llama PARÉNTESIS, dos en esta PRIMERA PARTE, con importantes reflexiones sobre LA PERCEPCIÓN, PROPAGANDA, PUBLICIDAD Y PROMOCIÓN, que sirven de mucho al lector cual que sea su área de acción o interés, aclarando, modificando o reforzando la visión que se tiene sobre estos aspectos según donde se este “SITUADO”.
En la segunda parte, como hemos dicho, se trata de COMUNICAR ESTRATÉGICAMENTE, para construir un futuro, utilizando la labor de EL PERIODISTA, nos lleva por un análisis y síntesis de la COMUNICACIÓN vs LA INFORMACIÓN, el entorno, el “background” de la información, el pasado, el día a día y los objetivos tácticos en los que se mueve EL PERIODISTA en su labor de informar, para que tomemos conciencia de nuestro accionar como “COMUNICADORES” que somos los seres humanos
Nos lleva por la Teoría de la Comunicación, la historia y evolución de los medios de comunicación, que nos permite comprender las cosas que hoy día pasan en nuestros países y por qué se adquieren medios, quien los adquiere y cuales objetivos subyacen frente a esto:
ME PREGUNTO: ?INFORMAR, COMUNICAR, HACER PUBLICIDAD, PROPAGANDA???
Muy bien dice Ángel: “LA INFORMACIÓN ES LA NOTICIA, LA COMUNICACIÓN ES LA TRANSMISIÓN DE UN MENSAJE”
Y, al entrar en su TERCER PARÉNTESIS deja en el interés de todos una anotación-pregunta-sugerencia: “el permanente contacto con la realidad, flotando el periodista en una rutina, lo hará perder la realidad”
Así, plantea, “el receptor del mensaje informativo… es un objeto”, en la comunicación concebida estratégicamente “…el receptor es la esencia en la construcción de un futuro, es el sujeto…”, Así mas adelante en el CUARTO PARÉNTESIS nos analiza e inquieta sobre los temas de LA CONSIGNA , EL ESLOGAN Y EL LEMA, dejándonos de nuevo un tema para que continuemos la discusión.
Nos hace ver como la evolución de los llamados medios de comunicación afectaron al mensaje, al medio mismo, a la sociedad en general y de una manera especial por el concepto de OPINIÓN PUBLICA lo que será PERCIBIDO COMO VERDAD, COMO CONSENSO, COMO REALIDAD. Y su efecto sobre la IMAGEN Y LA REPUTACIÓN DE LAS PERSONAS Y LAS INSTITUCIONES
FINALMENTE, nos hace conocer que una estrategia de comunicación descansa en VALORES, y estos nos llevan a participar de una manera en especial en un contexto situacional específico y diferenciado. Y, al participar, un aspecto fundamental destacado es que LA EMPATÍA, “la capacidad de pensar como los demás para comprenderlos” para comprender sus intereses y emociones, nos permitirá …
COMUNICARNOS CON VISIÓN ESTRATÉGICA.
GRACIAS ÁNGEL POR LA OPORTUNIDAD DE ESTAS REFLEXIONES Y FELICIDADES PORQUE CONTINUAS CON TU PROCESO… Y ESTAMOS AHORA NOSOTROS EN EL.
Muy Buenas Noches.
COMUNICAR
Con un Pensamiento Estrategico
De ÁNGEL BARRIUSO
Es un gran placer y honor estar esta noche con ustedes presentándoles la obra: COMUNICAR CON UN PENSAMIENTO ESTRATEGICO, hecho que se da por la distinción que me hace Ángel de hacerlo.
Ángel Barriuso. Periodista de profesión y MAESTRO por su actuación, inicia a finales de 1978 en la radio. Tiene experiencia como editor en jefe de diarios dominicanos de circulación nacional. Editor y Coordinador en 1988-89 de un equipo de investigación periodística para EL NACIONAL y HOY.
Como vemos hoy su interés se centra en estos momentos en LA COMUNICACIÓN ESTRATÉGICA.
En este orden, siempre he estado convencido de que cada cual ve lo que sabe, por esto al tener en las manos un libro pienso que si fuera escritor, comunicador profesional, editor o impresor, vería de inicio aspectos específicos como la composición y redacción hasta los colores y diagramación,… pero como soy Arquitecto pensé de inmediato: ¿Cuál es mi enfoque? ¿Cómo lo veo?
Si nos referimos a los ámbitos del saber recuerdo lo que nos decía en la universidad un querido profesor:
• La diferencia entre un Ingeniero y un Arquitecto es que el Ingeniero es una persona que sabe mucho de pocas cosas y cada vez sabe más y más de menos y menos cosas hasta que sabe todo de nada.
• Y el Arquitecto es una persona que sabe un poco de muchas cosas y cada vez sabe menos y menos de más y más cosas hasta que sabe nada de todo.
No les niego que al pensar en esto me preocupé y reflexioné ¿se nada de todo???, y que podré “ver” en esta obra de Ángel… pero luego vi hacia atrás y me di cuenta que ya no soy más solo Arquitecto, y que he dedicado parte importante de mi vida a las Estrategias como Sustantivo, a la Planificación Estratégica como Adjetivo y hasta como verbo a “Estrategizar” mis acciones en la vida.
Me di cuenta entonces que si puedo “ver” todo lo trascendente de una obra que viene de la mano y la mente de un MAESTRO ¿Por qué escribimos?…para desarrollar una idea o concepto estructurado y claro que nos permita mantener un proceso lógico y que podamos transmitir un mensaje a los demás.
La obra de Ángel que hoy se pone en circulación en Santiago tiene para mi un carácter eminentemente didáctico, de transmitir el proceso de PENSAR ESTRATÉGICAMENTE AL MOMENTO DE COMUNICAR y de cómo podemos ENTRENARNOS en desarrollar nuestras aptitudes en ese sentido.
Así, la necesidad de preservar y transmitir su cultura que tiene cada parte de LA HUMANIDAD, es la que da origen y sostiene hoy a pesar del “e-book”, o junto a el, a nuestros libros y a nuestros artistas aunque ya no de la pluma si del teclado, la pantalla o la grabación.
La importancia que tiene para nuestra cultura, país y nación que se escriba para transmitir ideas que impulsen el desarrollo y lleven los conocimientos a todos, es evidente, y que logremos llevar esto a SER UN PROCESO como muy bien hace y transmite Ángel es el gran valor agregado.
De este modo cuando esta obra atrae la atención y la controversia sobre el tema, sobre un tema tan trascendente como COMUNICAR, traerá reacciones que esperamos todos nos sentemos a discutir.
El libro que me honro en presentarles esta noche es parte del largo transitar de Ángel por los temas de LA COMUNICACIÓN, puesto en circulación en Santo Domingo el pasado 15 de julio, me permitiré enmarcarlo brevemente en su discurrir creador y referirme luego a su contenido.
Ángel es un creador que se ha decidido ya a compartir con todos nosotros sus experiencias y conocimientos, a ponerlos a nuestro alcance en una obra estructurada de manera muy clara y didáctica. De veras a ayudarnos a través de su obra a COMUNICAR CON UN PENSAMIENTO ESTRATEGICO.
Recorriendo un poco por sus numerosos escritos, cuentos y opiniones en diferentes medios que su concepción de todas las cosas es coherente con su expresión en este su primer libro… todo es un PROCESO, y en este transcurrir tenemos que pensar con una VISIÓN DE FUTURO, teniendo nuestros VALORES muy claros y sabiéndonos “POSICIONAR” colocar en el lugar de los demás, SER EMPÁTICOS, un hacer y actuar que si lo aplicáramos mínimamente estaríamos en camino de tener una MEJOR SOCIEDAD PARA TODOS.
ESTO ES LA ESENCIA Y EL LEGADO DE ESTA OBRA
Adentrándonos en sus cuentos como UN ENEMIGO EN EL CACAO... vemos como madre e hijo, VEN, SIENTEN Y VIVEN desde su propia posición en la vida una misma realidad que tiene muy diferente “EXPRESIÓN” y PERCEPCIÓN para cada uno de ellos…. y en otros artículos y opiniones publicadas encontramos a Ángel identificado con el PROCESO DE SU VIDA.
En Comunicar con un Pensamiento Estrategico, Ángel con un esquema que nos despierta el interés con PREGUNTAS que el luego responde o con preguntas que se las deja el mismo y nos la deja a los lectores como “TAREA” , nos hace conocer ¿Cómo? QUIEN INFORMA basa su quehacer en el PASADO, pero quien se plantea COMUNICAR, debe PENSAR ESTRATÉGICAMENTE teniendo una VISIÓN DE FUTURO.
Esto me recuerda las palabras de GEORGE ORWELL en 1984:
“QUIEN CONTROLA EL PASADO CONTROLA EL FUTURO…
QUIEN CONTROLA EL PRESENTE CONTROLA EL PASADO”… muy a propósito a los planteamientos que hace Ángel en su artículo HACIA UN NUEVO PARADIGMA EN REP. DOM. de noviembre de 2009, ya que muchos de nuestros dirigentes políticos, empresariales y académicos… por no seguir… siguen en el Siglo Pasado…..
En otro artículo de agosto de 2009 LA VISIÓN DE LO COYUNTURAL, nos trae de nuevo el tema de esta obra, “…desbordar nuestra imaginación hacia la construcción de un futuro..”, de nuevo posible si
PENSAMOS ESTRATÉGICAMENTE.
En Julio de 2009 en QUE PAÍS QUEREMOS Y COMO LO LOGRAREMOS, se plantea a los gobernantes que COMUNIQUEN con una VISIÓN DE FUTURO, que tan pronto ganan una elección…deben prepararse para dejar de predicar esperanzas Y GOBERNAR EN FUNCIÓN DE CONSTRUIR UN DESTINO.
Finalmente, en A DIESTRA Y SINIESTRA de mayo de 2009, nos plantea la situación social, política y económica de hoy en América Latina y enfoca las tendencias de la sociedad votante frente a situación de querer respuestas a SUS ESPERANZAS DE VIDA, no a situaciones ideológicas, otra vez la construcción estratégica del futuro es el eje del pensamiento.
Esto de nuevo me recuerda palabras de WINSTON CHURCHILL:
“El vicio inherente del CAPITALISMO es la inequidad en el reparto de las bendiciones, LA VIRTUD inherente del SOCIALISMO es el reparto equitativo de las miserias.
PARA PODER “RECIBIR” CORRECTAMENTE LO QUE ÁNGEL NOS QUIERE COMUNICAR YA ESTAMOS UN POCO DENTRO DEL CONTEXTO DE SU PENSAMIENTO.
LA OBRA:
Dividida en dos partes, la primera dedicada al PENSAMIENTO Y LA MENTE; los conceptos de VISIÓN Y PENSAMIENTO ESTRATÉGICOS.
La segunda versa sobre LA COMUNICACIÓN y como entrenarnos para COMUNICARNOS CON UN PENSAMIENTO ESTRATEGICO.
De una manera DIDÁCTICA,.. insisto… como buen MAESTRO, nos hace ver desde el inicio como el pensamiento OPERATIVO, TÁCTICO, nos permite “manejar” el presente, comparándonos profesiones nos hace ver con claridad ¿Qué es PENSAR ESTRATÉGICAMENTE?, y cómo esta destreza nos permitirá:
“CONSTRUIR EL FUTURO, EL FUTURO DESEADO.”
“QUÉ HAREMOS DEFINE UNA ESTRATEGIA. CÓMO, ES LA TÁCTICA”
Nos lleva por todo EL PROCESO DEL PENSAMIENTO, histórica, científica y filosóficamente; para que conozcamos que:
PENSAMOS-ENTENDEMOS-CONOCEMOS-COMPRENDEMOS.
Así nos lleva con su inquisitivo esquema a ¿PODEMOS ENTRENAR LA MENTE PARA PENSAR ESTRATÉGICAMENTE?, una de las preguntas que SI nos responde luego.
Nos destaca así la importancia de UN PLAN DE COMUNICACIÓN ESTRATÉGICA: del que se desprende “…la necesidad de lo conceptual, lo operativo y lo analítico, de la imaginación y de las emociones.”
En esencia, Ángel nos muestra como “EL PENSAMIENTO ESTRATEGICO ES UN CONCEPTO INTEGRAL Y SISTÉMICO”
Así en el desarrollo de esta primera parte nos deja bien claro lo que son las estrategias, tácticas, decisiones operativas y planes de trabajo, que como sistema integral nos llevan al logro de nuestros objetivos y metas para la CONSTRUCCIÓN DE UN FUTURO.
Con un claro objetivo de formar, la obra tiene CUATRO reflexiones que Ángel llama PARÉNTESIS, dos en esta PRIMERA PARTE, con importantes reflexiones sobre LA PERCEPCIÓN, PROPAGANDA, PUBLICIDAD Y PROMOCIÓN, que sirven de mucho al lector cual que sea su área de acción o interés, aclarando, modificando o reforzando la visión que se tiene sobre estos aspectos según donde se este “SITUADO”.
En la segunda parte, como hemos dicho, se trata de COMUNICAR ESTRATÉGICAMENTE, para construir un futuro, utilizando la labor de EL PERIODISTA, nos lleva por un análisis y síntesis de la COMUNICACIÓN vs LA INFORMACIÓN, el entorno, el “background” de la información, el pasado, el día a día y los objetivos tácticos en los que se mueve EL PERIODISTA en su labor de informar, para que tomemos conciencia de nuestro accionar como “COMUNICADORES” que somos los seres humanos
Nos lleva por la Teoría de la Comunicación, la historia y evolución de los medios de comunicación, que nos permite comprender las cosas que hoy día pasan en nuestros países y por qué se adquieren medios, quien los adquiere y cuales objetivos subyacen frente a esto:
ME PREGUNTO: ?INFORMAR, COMUNICAR, HACER PUBLICIDAD, PROPAGANDA???
Muy bien dice Ángel: “LA INFORMACIÓN ES LA NOTICIA, LA COMUNICACIÓN ES LA TRANSMISIÓN DE UN MENSAJE”
Y, al entrar en su TERCER PARÉNTESIS deja en el interés de todos una anotación-pregunta-sugerencia: “el permanente contacto con la realidad, flotando el periodista en una rutina, lo hará perder la realidad”
Así, plantea, “el receptor del mensaje informativo… es un objeto”, en la comunicación concebida estratégicamente “…el receptor es la esencia en la construcción de un futuro, es el sujeto…”, Así mas adelante en el CUARTO PARÉNTESIS nos analiza e inquieta sobre los temas de LA CONSIGNA , EL ESLOGAN Y EL LEMA, dejándonos de nuevo un tema para que continuemos la discusión.
Nos hace ver como la evolución de los llamados medios de comunicación afectaron al mensaje, al medio mismo, a la sociedad en general y de una manera especial por el concepto de OPINIÓN PUBLICA lo que será PERCIBIDO COMO VERDAD, COMO CONSENSO, COMO REALIDAD. Y su efecto sobre la IMAGEN Y LA REPUTACIÓN DE LAS PERSONAS Y LAS INSTITUCIONES
FINALMENTE, nos hace conocer que una estrategia de comunicación descansa en VALORES, y estos nos llevan a participar de una manera en especial en un contexto situacional específico y diferenciado. Y, al participar, un aspecto fundamental destacado es que LA EMPATÍA, “la capacidad de pensar como los demás para comprenderlos” para comprender sus intereses y emociones, nos permitirá …
COMUNICARNOS CON VISIÓN ESTRATÉGICA.
GRACIAS ÁNGEL POR LA OPORTUNIDAD DE ESTAS REFLEXIONES Y FELICIDADES PORQUE CONTINUAS CON TU PROCESO… Y ESTAMOS AHORA NOSOTROS EN EL.
Muy Buenas Noches.
lunes, 23 de agosto de 2010
Comunicar una gestión desacreditada
Difícil o muy difícil es la tarea de comunicar la gestión desacreditada de una institución pública o privada. No digo que sea imposible. Es una tarea reconstructiva. El primer paso es reconocerse en sus derectos, el segundo es el de asumir una nueva conducta. Y nunca, jamás, renunciar a un principio básico: lo que decimos, informamos, comunicamos, tiene que ser igual a lo que hacemos. Coherencia es una palabra clave que, sumado a la credebilidad, dará como resultado la confianza.
El descrédito es desconfianza. La confianza es crédito público.
Cómo convertir lo malo en algo bueno?
Precisamente, demostrando con hechos lo bueno que eres o dices (la bondad). Perecepción y proyección, identidad e imagen. Anotemos estos términos, puesto que se complementan. Jamás tendremos éxito vendiéndonos como angelitos siendo biablitos.
En comunicación, como en todo lo que hacemos, se parte de la verdad, de la verdad aceptada socialmente. Todo cuanto decimos debemos mostrarlo y evitar que se preste a dudas, a la interpretación. Así como una imagen vale más que mil palabras, un hecho habla por sí solo. Un hecho tangible es una fotografía, un retrato. Y no acepta, por ninguna circunstancia, manipulación, montaje, trucos. Es lineal.
Predicar, desde el punto de vista de cualquier religión, es comunicar. Para creer en cualquier preddicador hay que cuidar qué se dice, cómo se dice y siempre....la coherencia entre quien lo dice, qué decimos y lo que hacemos respecto de lo que decimos. Una prédica es un predicado. Y el predicado es todo aquello que decimos de un sujeto.
martes, 10 de agosto de 2010
El poeta Yeudi Pérez puso en circulación su libro "Cosas de mi calle, un reciente acto que tuvo lugar en la Cooperativa de Maestros. La presentación estuvo a cargo del general de brigada, Leónidas Pérez y Pérez, médico oncológico e historiador. Se trata de un obra escrita en prosas, y recoge publicaciones sueltas que aparecieron en distintos periódicos y en distintos momentos. Felicitamos a Pérez e igualmente a Leónidas, también escritor. Y gracias al amigo Amaury Bello Cuevas por enviarnos la nota y la composición fotográfica que la acompaña.
En otro aspecto, también felicitamos a nuestra amiga Cándida Ortega, quien tiene ya una larga experiencia en el periodismo social, "de la vida en rosas". De sus años en los periódicos cubriendo eventos sociales ha publicado un libro precisamente sobre la crónica social, que fue puesto en circulación en homanaje a doña Susana Morillo, hoy con alrededor de noventa años de edad, y quien se mantuvo activa hasta cerca sus ochenta, pionera, y una gran dama.
En otro aspecto, también felicitamos a nuestra amiga Cándida Ortega, quien tiene ya una larga experiencia en el periodismo social, "de la vida en rosas". De sus años en los periódicos cubriendo eventos sociales ha publicado un libro precisamente sobre la crónica social, que fue puesto en circulación en homanaje a doña Susana Morillo, hoy con alrededor de noventa años de edad, y quien se mantuvo activa hasta cerca sus ochenta, pionera, y una gran dama.
jueves, 5 de agosto de 2010
Red de periodistas municipalistas
Una red de periodistas especializados en temas municipales fue creada recientemente al término de un seminario-taller que se llevó a cabo en un hotel en la zona turística de Juan Dolio, patrocinado por la Fundación Dominicana de Municipios (FEDOMU), la Agencia Española de Cooperación Internacional y Desarrollo y la Fundación DEMUCA.
Estos periodistas, que prestan su servicio profesional para los ayuntamientos o alcaldías de distintas regiones dominicanas, se mostraron entusiasmado con el proyecto. Recibieron orientaciones respecto a las tareas de comunicar e informar de los consultores internacionales, Luis Bruzón, coordinador general del área de comunicación de la Fundemuca, y Gustavo Araya, procedente de Costa Rica, y el primero de España. De República Dominicana estuvo quien suscribe este blog. Luís Aníbal Medrano, es el director de Prensa y Relaciones Pública de la FEDOMU, y fungió com animador además de presentar una ponencia de gran interés sobre estrategia de comunicación en la gestión municipal. El presidente del Colegio de Periodistas, Aurelio Henríquez, tocó el tema sobre la ética periodista en la gestión municipal, mientras que Virtudes Álvarez, dirigente político, se refirió al papel de los medios de comunicación en el Desarrollo Económico Local. Andrés Amauiy Bello, coordinador técnico de la Asociación de Municipios de la Región Ozama, tuvo igualmente una destaca participación como exponente.
martes, 27 de julio de 2010
Un enemigo en el cacao
Cuento
angel barriuso, julio 2010.
De pronto estaba ahí, cual sombra inconclusa. Un rostro sin códigos y sus brazos abiertos cual cruz medio quebrada. Corrí despavorido. Recuerdo al niño, quizás once años, medio perdido entre arbustos caminando hacia la parte trasera de la casona, ubicada ésta próximo a los cacaos, quizás creyendo que la madre estaba esperándolo justo en medio de la finca. Sólo escucha su voz. Miro hacia los lados, nada veo excepto aquella figura inamovible, terriblemente serena y medio despeinada, quizás un sombrero roído cubriría su cabeza, porque estoy suponiéndolo porque el miedo sacudió mis sentidos porque lo sensorial quizás quedó medio desconectado del entorno o tal vez el entorno está dentro de mi, y me apresa, inhabilita, y estoy convencido de que me deja circunstancialmente tieso. Cuando intento correr en dirección contraria, siento que paralelo a mis movimientos hay otros cuerpos ahora enormes, y de iguales particularidades. Apenas respiro pero cuanto más anhelo es refugiarme en la falda de mi madre, a quien no logro ver por ningún lado. Oigo ruidos, pisadas que creo quiebran palos y ramas secas. Creo que es la vaca del abuelo. La roban, Abuelo, le diré. La vaca, Abuelo, es la vaca, Abuelo. Muchos sonidos y ruidos, pienso hoy, me despistaron; el niño aquel de once años, qué podría imaginarse, tal vez la tierra lo engullía, yo resistiéndome, perseguido, acorralado. ¿Qué será, quiénes quieren hacerme daño? ¿Será a mamá a quien quieren robar? ¡Son muchos! Los enemigos son muchos y avanzan en silencio, fijan los brazos y el sombrero, vestidos todos a un mismo color, los mismos tipos de pantalones. Caminan iguales. ¿Quiénes son, qué buscan? ¡No…….!, y el niño quiere gritar, cree que la voz, su voz se ha apagado, cree abrir la boca, gritar a todo pulmón. Sin embargo, jamás escucha nada, absolutamente, ni siquiera recuerda de dónde provenían las palabras de su madre, que en algún momento sintió escuchar. ¡Ma, ma, maaaaaaaaaaaaaaaaaaa! Y sigue corriendo medio fatigado. Ve que los cuerpos feos, de pelos despeinados, con sombreros sucios y rotos, están cada vez más cerca de mí. Siento que todo está tan oscuro que me siento solo, sin nadie ni casas, ni camino, una nube negra y nada más. Estoy metido en un túnel probablemente sin salida. Me atacan, nos atacan, nos roban, quieren matarme. ¿Quiénes son? ¿Cuántos son, de dónde vienen? Me imagino seguir en el camino, corriendo sin descansar. No veo luz, no veo la casa, no veo a mamá ni mi abuelo. Voy corriendo sin ver, cuando de pronto quedo metido entrepiernas, sintiéndose arropado por una tela. ¿Qué pasa mi hijo, qué te pasa? Gime, no logra articular ningún sonido. ¿Qué te han hecho, mi niño, dime, qué te han hecho? Solloza, y algunos monosílabos escucha la madre. Me, me, me….. Cálmate, calma… y lo abraza, lo besa, lo mima….me, me, me…. Si, ya, lo se….me persiguen, hay alguien ahí, hay muchos hombres malos ahí. La madre ojea, nada. El niño suda frio, tiembla. ¿Quién está, dónde está, qué te ha pasado? Y el niño respira, lo siente la madre cuando el niño avienta sus pulmones, y la voz es otra. Es que hay alguien allí y por allí hay otro. Ahí vienen, corre, corre. Son feos, mamá, son feos y quieren hacerte daño, quieren hacerme daño. La madre intenta mantenerlo en el mismo lugar. Vamos, enséñame. Al final, hasta donde pueden ver sus ojos, la madre no logra distinguir a nadie, a ningún humano. Es por aquí, mi niño, es por aquí. Y la madre supone el hecho, lo qué habría ocurrido. ¡Míralos, no, no, no vayas…! No es nada, es nadie. ¡No, no, no, no quiero….son ellos, nooooooooo! La madre, valiente, ya en el fondo del patio, justo debajo de unos cacaos, le arrebató el sombrero a uno de los enemigos, y lo hizo con furia, decidida contra las sombras feas. ¡Mira, mi niño, mira! Y quise hacerlo, quise mirar! No es lo crees, mira mi hijo. Pero la noche le impedía a aquel niño mirar en paz lo que su madre mostraba con algo de calma y temple. Son amigos, mi niño, son amigos. ¿Qué, qué? Que son amigos. ¿Quiénes, quiénes, mamá? Estas no son personas, son otra cosa. ¡Qué?! Sí, no son personas, están aquí cuidándonos, cuidan lo que hemos sembrado. ¿Cómo, mamá? Si, mi niño. Espantan a los pájaros, los ahuyentan para que no vengan nunca a picar, a comerse nuestros alimentos, sólo hasta el momento en que se los demos. Y los pájaros vuelan, pocas veces se acercan, sólo vienen cuando los llamamos para alimentarlos de lo que podemos darles. ¿Quién, quien? Son muñecos, mi niño. Míralos, son muñecos, y están paralíticos, no se mueven, no corren no caminan, no hablan, pero espantan, asustan. Ves, tócalos. Y mientras entrábamos a la casa estoy seguro que uno de los muñecos movió los brazos. Mamá no dijo nada.
angel barriuso, julio 2010.
De pronto estaba ahí, cual sombra inconclusa. Un rostro sin códigos y sus brazos abiertos cual cruz medio quebrada. Corrí despavorido. Recuerdo al niño, quizás once años, medio perdido entre arbustos caminando hacia la parte trasera de la casona, ubicada ésta próximo a los cacaos, quizás creyendo que la madre estaba esperándolo justo en medio de la finca. Sólo escucha su voz. Miro hacia los lados, nada veo excepto aquella figura inamovible, terriblemente serena y medio despeinada, quizás un sombrero roído cubriría su cabeza, porque estoy suponiéndolo porque el miedo sacudió mis sentidos porque lo sensorial quizás quedó medio desconectado del entorno o tal vez el entorno está dentro de mi, y me apresa, inhabilita, y estoy convencido de que me deja circunstancialmente tieso. Cuando intento correr en dirección contraria, siento que paralelo a mis movimientos hay otros cuerpos ahora enormes, y de iguales particularidades. Apenas respiro pero cuanto más anhelo es refugiarme en la falda de mi madre, a quien no logro ver por ningún lado. Oigo ruidos, pisadas que creo quiebran palos y ramas secas. Creo que es la vaca del abuelo. La roban, Abuelo, le diré. La vaca, Abuelo, es la vaca, Abuelo. Muchos sonidos y ruidos, pienso hoy, me despistaron; el niño aquel de once años, qué podría imaginarse, tal vez la tierra lo engullía, yo resistiéndome, perseguido, acorralado. ¿Qué será, quiénes quieren hacerme daño? ¿Será a mamá a quien quieren robar? ¡Son muchos! Los enemigos son muchos y avanzan en silencio, fijan los brazos y el sombrero, vestidos todos a un mismo color, los mismos tipos de pantalones. Caminan iguales. ¿Quiénes son, qué buscan? ¡No…….!, y el niño quiere gritar, cree que la voz, su voz se ha apagado, cree abrir la boca, gritar a todo pulmón. Sin embargo, jamás escucha nada, absolutamente, ni siquiera recuerda de dónde provenían las palabras de su madre, que en algún momento sintió escuchar. ¡Ma, ma, maaaaaaaaaaaaaaaaaaa! Y sigue corriendo medio fatigado. Ve que los cuerpos feos, de pelos despeinados, con sombreros sucios y rotos, están cada vez más cerca de mí. Siento que todo está tan oscuro que me siento solo, sin nadie ni casas, ni camino, una nube negra y nada más. Estoy metido en un túnel probablemente sin salida. Me atacan, nos atacan, nos roban, quieren matarme. ¿Quiénes son? ¿Cuántos son, de dónde vienen? Me imagino seguir en el camino, corriendo sin descansar. No veo luz, no veo la casa, no veo a mamá ni mi abuelo. Voy corriendo sin ver, cuando de pronto quedo metido entrepiernas, sintiéndose arropado por una tela. ¿Qué pasa mi hijo, qué te pasa? Gime, no logra articular ningún sonido. ¿Qué te han hecho, mi niño, dime, qué te han hecho? Solloza, y algunos monosílabos escucha la madre. Me, me, me….. Cálmate, calma… y lo abraza, lo besa, lo mima….me, me, me…. Si, ya, lo se….me persiguen, hay alguien ahí, hay muchos hombres malos ahí. La madre ojea, nada. El niño suda frio, tiembla. ¿Quién está, dónde está, qué te ha pasado? Y el niño respira, lo siente la madre cuando el niño avienta sus pulmones, y la voz es otra. Es que hay alguien allí y por allí hay otro. Ahí vienen, corre, corre. Son feos, mamá, son feos y quieren hacerte daño, quieren hacerme daño. La madre intenta mantenerlo en el mismo lugar. Vamos, enséñame. Al final, hasta donde pueden ver sus ojos, la madre no logra distinguir a nadie, a ningún humano. Es por aquí, mi niño, es por aquí. Y la madre supone el hecho, lo qué habría ocurrido. ¡Míralos, no, no, no vayas…! No es nada, es nadie. ¡No, no, no, no quiero….son ellos, nooooooooo! La madre, valiente, ya en el fondo del patio, justo debajo de unos cacaos, le arrebató el sombrero a uno de los enemigos, y lo hizo con furia, decidida contra las sombras feas. ¡Mira, mi niño, mira! Y quise hacerlo, quise mirar! No es lo crees, mira mi hijo. Pero la noche le impedía a aquel niño mirar en paz lo que su madre mostraba con algo de calma y temple. Son amigos, mi niño, son amigos. ¿Qué, qué? Que son amigos. ¿Quiénes, quiénes, mamá? Estas no son personas, son otra cosa. ¡Qué?! Sí, no son personas, están aquí cuidándonos, cuidan lo que hemos sembrado. ¿Cómo, mamá? Si, mi niño. Espantan a los pájaros, los ahuyentan para que no vengan nunca a picar, a comerse nuestros alimentos, sólo hasta el momento en que se los demos. Y los pájaros vuelan, pocas veces se acercan, sólo vienen cuando los llamamos para alimentarlos de lo que podemos darles. ¿Quién, quien? Son muñecos, mi niño. Míralos, son muñecos, y están paralíticos, no se mueven, no corren no caminan, no hablan, pero espantan, asustan. Ves, tócalos. Y mientras entrábamos a la casa estoy seguro que uno de los muñecos movió los brazos. Mamá no dijo nada.
martes, 20 de julio de 2010
Comunicar con un pensamiento estratégico
El libro "Comunicar con un pensamiento estratégico" ya está circulando. Tiene cerca de 200 páginas, dividido en dos partes. La primera está reservada al concepto de estrategia, pensamiento estratégico, al pensamiento y la menta, a su funcionamiento y los modos de razonamientos desde el punto de vista de las versiones científicas y filosóficas. La segunda parte del libro, todo lo relativo a comunicar e informar, retomando teorías abandonadas para reivindicar un concepto de comunicación desde su origen etimólogico, para derivar en un concepto de comunicación estratégica y de qué hablamos cuando nos referimos a comunicar con un pensamiento estratégico. Este libro introduce una variente, porque además de los capítulos figuran unos espacios de reflexión llamados "paréntesis" sobre temas muy específicos que permitan al lector disfrutar de distintos momentos de lectura. El libro fue puesto en circulación el jueves día 15 en el Colegio Dominicano de Periodistas, con palabras de presentación de Aurelio Henríquez, presidente de esta institución. Quien suscribe agradece el respaldo recibido por el Colegio y su membresía e igualmente el apoyo de distintos amigos, profesionales del periodismo y de las relaciones públicas. En estos el libro está en venta en la librería La Trinitaria y en la sede del Colegio de Periodistas, ubicado en la Goerge Washington. Próximamente será puesto en circulación en Santiago de los Caballeros, la segunda capital dominicana.
jueves, 17 de junio de 2010
La tortuga y la argolla
A continuación reproducimos un breve cuento de la india, considerado un clásico. Llamo la atención en la simplicidad y sencillez en el decir y contar.
Era un sabio tan anciano que nadie de la localidad sabía su edad. Él mismo la había olvidado, entre otras razones porque había trascendido todo apego y ambición humana. Estaba un día sentado bajo un enorme árbol banyano, la mirada perdida en el horizonte, la mente quieta como un cielo sin nubes. De repente, vio cómo un hombre joven echaba una cuerda sobre la rama de un árbol y ataba uno de sus extremos a su cuello. El sabio se dio cuenta de las intenciones del joven, corrió hacia él y le pidió que desistiese de su propósito aunque sólo fuera un par de minutos para escucharlo. El joven accedió, y ambos se sentaron junto al árbol. El anciano se expresó así:
--Voy a hacerte un ruego, querido amigo. Imagina una sola tortuga en el inmenso océano y que sólo saca la cabeza a la superficie una vez cada millón de años. Imagina un aro flotando sobre las aguas del inmenso océano. Pues más difícil aún que el que la tortuga introduzca la cabeza en el aro del agua, es haber obtenido la forma humana. Ahora, amigo, procede como creas conveniente.
Todavía cuenta la gente del lugar que aquel joven llegó a anciano y se hizo sabio.
*El Maestro dice: Toda forma humana es preciosa, porque a través de ella podemos alcanzar la realización definitiva. Habiendo podido tomar tantas formas, es una gran fortuna haber tomado la humana.
Era un sabio tan anciano que nadie de la localidad sabía su edad. Él mismo la había olvidado, entre otras razones porque había trascendido todo apego y ambición humana. Estaba un día sentado bajo un enorme árbol banyano, la mirada perdida en el horizonte, la mente quieta como un cielo sin nubes. De repente, vio cómo un hombre joven echaba una cuerda sobre la rama de un árbol y ataba uno de sus extremos a su cuello. El sabio se dio cuenta de las intenciones del joven, corrió hacia él y le pidió que desistiese de su propósito aunque sólo fuera un par de minutos para escucharlo. El joven accedió, y ambos se sentaron junto al árbol. El anciano se expresó así:
--Voy a hacerte un ruego, querido amigo. Imagina una sola tortuga en el inmenso océano y que sólo saca la cabeza a la superficie una vez cada millón de años. Imagina un aro flotando sobre las aguas del inmenso océano. Pues más difícil aún que el que la tortuga introduzca la cabeza en el aro del agua, es haber obtenido la forma humana. Ahora, amigo, procede como creas conveniente.
Todavía cuenta la gente del lugar que aquel joven llegó a anciano y se hizo sabio.
*El Maestro dice: Toda forma humana es preciosa, porque a través de ella podemos alcanzar la realización definitiva. Habiendo podido tomar tantas formas, es una gran fortuna haber tomado la humana.
martes, 1 de junio de 2010
Caperucita Roja
La siguiente es otra versión más sobre la reconocida narración "Caperucita Roja", pero esta es francesa. Siempre se ha dicho que aprendemos de los clásicos. Esta es una buena oportunidad.
Había una vez una niñita a la que su madre le dijo que llevara pan y leche a su abuela. Mientras la niña caminaba por el bosque, un lobo se le acercó y le preguntó adonde se dirigía.
– A la casa de mi abuela, le contestó.
– ¿Qué camino vas a tomar, el camino de las agujas o el de los alfileres?
– El camino de las agujas.
El lobo tomó el camino de los alfileres y llegó primero a la casa. Mató a la abuela, puso su sangre en una botella y partió su carne en rebanadas sobre un platón. Después se vistió con el camisón de la abuela y esperó acostado en la cama. La niña tocó a la puerta.
– Entra, hijita.
– ¿Cómo estás, abuelita? Te traje pan y leche.
– Come tú también, hijita. Hay carne y vino en la alacena.
La pequeña niña comió así lo que se le ofrecía; mientras lo hacía, un gatito dijo:
– ¡Cochina! ¡Has comido la carne y has bebido la sangre de tu abuela!
Después el lobo le dijo:
– Desvístete y métete en la cama conmigo.
– ¿Dónde pongo mi delantal?
– Tíralo al fuego; nunca más lo necesitarás.
Cada vez que se quitaba una prenda (el corpiño, la falda, las enaguas y las medias), la niña hacía la misma pregunta; y cada vez el lobo le contestaba:
– Tírala al fuego; nunca más la necesitarás.
Cuando la niña se metió en la cama, preguntó:
– Abuela, ¿por qué estás tan peluda?
– Para calentarme mejor, hijita.
– Abuela, ¿por qué tienes esos hombros tan grandes?
– Para poder cargar mejor la leña, hijita.
– Abuela, ¿por qué tienes esas uñas tan grandes?
– Para rascarme mejor, hijita.
– Abuela, ¿por qué tienes esos dientes tan grandes?
- Para comerte mejor, hijita. Y el lobo se la comió.”
Había una vez una niñita a la que su madre le dijo que llevara pan y leche a su abuela. Mientras la niña caminaba por el bosque, un lobo se le acercó y le preguntó adonde se dirigía.
– A la casa de mi abuela, le contestó.
– ¿Qué camino vas a tomar, el camino de las agujas o el de los alfileres?
– El camino de las agujas.
El lobo tomó el camino de los alfileres y llegó primero a la casa. Mató a la abuela, puso su sangre en una botella y partió su carne en rebanadas sobre un platón. Después se vistió con el camisón de la abuela y esperó acostado en la cama. La niña tocó a la puerta.
– Entra, hijita.
– ¿Cómo estás, abuelita? Te traje pan y leche.
– Come tú también, hijita. Hay carne y vino en la alacena.
La pequeña niña comió así lo que se le ofrecía; mientras lo hacía, un gatito dijo:
– ¡Cochina! ¡Has comido la carne y has bebido la sangre de tu abuela!
Después el lobo le dijo:
– Desvístete y métete en la cama conmigo.
– ¿Dónde pongo mi delantal?
– Tíralo al fuego; nunca más lo necesitarás.
Cada vez que se quitaba una prenda (el corpiño, la falda, las enaguas y las medias), la niña hacía la misma pregunta; y cada vez el lobo le contestaba:
– Tírala al fuego; nunca más la necesitarás.
Cuando la niña se metió en la cama, preguntó:
– Abuela, ¿por qué estás tan peluda?
– Para calentarme mejor, hijita.
– Abuela, ¿por qué tienes esos hombros tan grandes?
– Para poder cargar mejor la leña, hijita.
– Abuela, ¿por qué tienes esas uñas tan grandes?
– Para rascarme mejor, hijita.
– Abuela, ¿por qué tienes esos dientes tan grandes?
- Para comerte mejor, hijita. Y el lobo se la comió.”
lunes, 24 de mayo de 2010
El gigante Verlioka
Me confieso un seguidor de la cuentística rusa, de los pre y de los de la revolución bolchevique. Este corresponde a la antigua rusia, no a la socialista, pero lamento no darle su autor. Lo obtuve sin ello. Si uno de ustedes conoce el nombre de quien lo escribió nos lo hace saber. Gracias.
En tiempos remotos vivían en una cabaña un anciano con su mujer y dos nietas huérfanas, y tan preciosas y dóciles, que sus abuelos estaban constantemente alabándolas.
Un día el anciano sembró en su huerto guisantes. Los guisantes crecieron y se cubrieron de flores; el anciano contemplaba su huerto con gran satisfacción, pensando para sus adentros:
«Durante todo el invierno próximo podré comer pasteles con guisantes».
Pero, para desgracia del anciano, los gorriones invadieron el huerto y empezaron a picotear los guisantes. Viendo en peligro su cosecha, mandó a su nieta menor que espantase los gorriones, y ésta, provista de una rama seca, se sentó en el huerto al lado de los guisantes y empezó a amenazar a los pájaros malhechores, gritándoles:
-¡Fuera, fuera, gorriones! ¡No os comáis los guisantes de mi abuelito!
De pronto se oyó un espantoso ruido por el lado del bosque y apareció el gigante Verlioka. Era de un aspecto terrible: tenía un solo ojo, la nariz como un garfio, la barba como un haz de paja, el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con púas de puerco espín; andaba apoyándose en un enorme cayado y sonreía con una sonrisa espantosa.
Cuando se encontraba con algún ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos hasta que le hacía crujir los huesos y lo mataba. No tenía piedad ni de viejos ni de jóvenes, y lo mismo acometía a los cobardes que a los valientes. Apenas Verlioka divisó a la nieta del anciano, la mató con su cayado.
El abuelo esperó un rato a la niña, y al ver que no volvía, envió a buscarla a su nieta mayor; pero Verlioka la mató también.
El anciano, cansado de esperarlas, perdió la paciencia y dijo a su mujer:
-¿Por qué tardan tanto en volver las niñas? Se habrán entretenido charlando con los mozos; mientras tanto los gorriones devorarán mis guisantes. Ve y llámalas a casa.
La anciana bajó de su lecho, sobre la estufa, cogió un bastón, salió al patio y se encaminó al huerto, donde se encontró a sus nietas sin vida; al percibir a Verlioka comprendió que aquella desgracia era obra del gigante, y, llena de dolor y de ira, se abalanzó a él y se agarró a sus barbas, con lo que Verlioka la mató con mucha más facilidad.
En tanto, el anciano, lleno de impaciencia, se levantó de la mesa, rezó sus oraciones y se fue despacito al huerto para ver lo que les había sucedido a su mujer y a sus nietas. Una vez allí vio a sus queridas niñas tendidas en el suelo como si durmiesen tranquilamente; pero una de ellas tenía toda la frente ensangrentada y en el cuello de la otra se veía la señal de cinco dedos; en cuanto a la anciana, estaba tan destrozada que era imposible reconocerla.
El desgraciado viejo lloró con desconsuelo, gimiendo y lamentándose durante un largo rato; pero poco a poco se tranquilizó, volvió a su cabaña, cogió un cayado de hierro y, lleno de ira y de ideas de venganza, se dirigió en busca de Verlioka para matarlo.
Después de andar bastante tiempo llegó a un estanque donde estaba nadando una Oca sin cola, la cual al ver al anciano empezó a gritarle:
-¡Así! ¡Así! Estaba segura de que vendrías; por eso te esperaba. ¿Cómo te va, abuelo?
-Buenos días, Oca. ¿Por qué me esperabas?
-Porque sabía que no perdonarías ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de tus nietas.
-¿Y tú conoces a ese monstruo?
-¡Ya lo creo! ¿Cómo no he de conocerle? Me acuerdo muy bien del día en que se puso a pegar en este mismo sitio a un desgraciado. Yo entonces tenía la costumbre de decir ¡ay!, ¡ay!, y mientras Verlioka se divertía en la orilla, yo le gritaba sentada en el agua: «¡Ay!, ¡ay!». Entonces él, después de matar a aquel pobre hombre, corrió a mí, gritándome: «¡Yo te enseñaré a defender a los demás!». Y me cogió por la cola. Pero yo nunca he sido cobarde y, haciendo un esfuerzo, me escapé, dejando mi cola entre sus manos espantosas. Claro está que la cola no es una cosa imprescindible; pero, de todos modos, siento haberla perdido y nunca se lo perdonaré a Verlioka. Desde entonces no soy tan tonta, y ya no grito «¡Ay!, ¡ay!», sino que siempre apruebo: «¡Así!, ¡así!, ¡así!»; de lo que resulta que vivo más tranquila y la gente me respeta más. Todos dicen: «Esta Oca no tendrá cola, pero es muy lista».
-Está bien -dijo el anciano-; entonces, ¿podrás enseñarme dónde vive Verlioka?
-¡Así! ¡Así! -contestó la Oca, saliendo del agua, y balanceándose sobre sus torpes patas se encaminó por la orilla, delante del anciano.
Así anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita, que les dijo:
-Buenos días, abuelito.
-Buenos días, Cuerdecita.
-¿Cómo estás? ¿Adónde vas?
-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka, quien ha ahogado a mi vieja mujer y matado a mis dos nietas. ¡Tan hermosas y buenas como eran!
-Conocía a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte. ¡Llévame contigo!
El anciano pensó: «¡Quién sabe! Quizá me sirva para atar a Verlioka». Y contestó:
-Pues bien, ven con nosotros si conoces el camino.
La Cuerdecita se arrastró tras ellos como si fuese una culebra. Anduvieron los tres un buen rato y vieron un Pisón tendido en la carretera, el cual les dijo:
-Buenos días, abuelito.
-Buenos días, Pisón.
-¿Cómo estás? ¿Adónde vas?
-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka, que ha ahogado a mi vieja mujer y matado a mis dos nietas. ¡Si supieses qué hermosas y buenas eran!
-Llévame contigo y te ayudaré.
-Bueno, anda si conoces el camino -le dijo el anciano, pensando: «Realmente, el Pisón podrá ayudarnos mucho».
El Pisón se levantó, se apoyó con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos. Así anduvieron hasta que encontraron una Bellota, que les dijo:
-Buenos días, abuelito.
-Buenos días, Bellota.
-¿Adónde vas?
-Voy a matar a Verlioka; no sé si lo conocerás.
-Ya lo creo que lo conozco. Es necesario castigarlo; llévame contigo y te ayudaré.
-Pero tú, ¿de qué me vas a servir?
-No me desprecies, abuelito. Acuérdate del proverbio que dice: No escupas en el pozo, porque tendrás que beber su agua.
El anciano pensó: «No hay inconveniente en que venga con nosotros; cuanta más gente haya, mejor será».
Y luego, en alta voz, dijo:
-Vente detrás.
Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos.
Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabaña en cuyo interior no había nadie. La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar había un puchero lleno de gachas de mijo.
La Bellota se metió de un salto en el puchero, la Cuerdecita se tendió en el umbral de la puerta, el Pisón se subió encima de ésta, la Oca se sentó detrás de la estufa y el anciano se escondió en un rincón al lado de la puerta.
Pronto llegó Verlioka, echó un haz de leña al suelo y se puso a encender la lumbre del horno. Entonces la Bellota, desde dentro del puchero, empezó a cantar:
-¡Pi, pi, pi, han venido a matar a Verlioka!
-¡Calla, papilla de mijo, o te echaré en el cubo! -exclamó Verlioka.
Pero la Bellota no le obedeció y siguió cantando su canción. Verlioka se enfadó, cogió el puchero y de un golpe vertió las gachas en el cubo. Al choque, la Bellota saltó y fue a dar en el único ojo de Verlioka, dejándole ciego. El gigante quiso escapar y echó a correr; pero apenas llegó al umbral, la Cuerdecita se le enredó a los pies y lo tiró al suelo.
El Pisón saltó de la puerta, y el anciano se precipitó sobre Verlioka desde el rincón donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle. Mientras tanto, la Oca, sentada detrás de la estufa, aprobaba diciendo: «¡Así!, ¡así!, ¡así!».
Esta vez no le sirvió a Verlioka su fuerza, pues el anciano, con la ayuda de sus buenos amigos, logró matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso.
En tiempos remotos vivían en una cabaña un anciano con su mujer y dos nietas huérfanas, y tan preciosas y dóciles, que sus abuelos estaban constantemente alabándolas.
Un día el anciano sembró en su huerto guisantes. Los guisantes crecieron y se cubrieron de flores; el anciano contemplaba su huerto con gran satisfacción, pensando para sus adentros:
«Durante todo el invierno próximo podré comer pasteles con guisantes».
Pero, para desgracia del anciano, los gorriones invadieron el huerto y empezaron a picotear los guisantes. Viendo en peligro su cosecha, mandó a su nieta menor que espantase los gorriones, y ésta, provista de una rama seca, se sentó en el huerto al lado de los guisantes y empezó a amenazar a los pájaros malhechores, gritándoles:
-¡Fuera, fuera, gorriones! ¡No os comáis los guisantes de mi abuelito!
De pronto se oyó un espantoso ruido por el lado del bosque y apareció el gigante Verlioka. Era de un aspecto terrible: tenía un solo ojo, la nariz como un garfio, la barba como un haz de paja, el bigote de una vara de largo y la cabeza cubierta con púas de puerco espín; andaba apoyándose en un enorme cayado y sonreía con una sonrisa espantosa.
Cuando se encontraba con algún ser humano lo estrechaba entre sus robustos brazos hasta que le hacía crujir los huesos y lo mataba. No tenía piedad ni de viejos ni de jóvenes, y lo mismo acometía a los cobardes que a los valientes. Apenas Verlioka divisó a la nieta del anciano, la mató con su cayado.
El abuelo esperó un rato a la niña, y al ver que no volvía, envió a buscarla a su nieta mayor; pero Verlioka la mató también.
El anciano, cansado de esperarlas, perdió la paciencia y dijo a su mujer:
-¿Por qué tardan tanto en volver las niñas? Se habrán entretenido charlando con los mozos; mientras tanto los gorriones devorarán mis guisantes. Ve y llámalas a casa.
La anciana bajó de su lecho, sobre la estufa, cogió un bastón, salió al patio y se encaminó al huerto, donde se encontró a sus nietas sin vida; al percibir a Verlioka comprendió que aquella desgracia era obra del gigante, y, llena de dolor y de ira, se abalanzó a él y se agarró a sus barbas, con lo que Verlioka la mató con mucha más facilidad.
En tanto, el anciano, lleno de impaciencia, se levantó de la mesa, rezó sus oraciones y se fue despacito al huerto para ver lo que les había sucedido a su mujer y a sus nietas. Una vez allí vio a sus queridas niñas tendidas en el suelo como si durmiesen tranquilamente; pero una de ellas tenía toda la frente ensangrentada y en el cuello de la otra se veía la señal de cinco dedos; en cuanto a la anciana, estaba tan destrozada que era imposible reconocerla.
El desgraciado viejo lloró con desconsuelo, gimiendo y lamentándose durante un largo rato; pero poco a poco se tranquilizó, volvió a su cabaña, cogió un cayado de hierro y, lleno de ira y de ideas de venganza, se dirigió en busca de Verlioka para matarlo.
Después de andar bastante tiempo llegó a un estanque donde estaba nadando una Oca sin cola, la cual al ver al anciano empezó a gritarle:
-¡Así! ¡Así! Estaba segura de que vendrías; por eso te esperaba. ¿Cómo te va, abuelo?
-Buenos días, Oca. ¿Por qué me esperabas?
-Porque sabía que no perdonarías ni aun al mismo Verlioka la muerte de tu mujer y de tus nietas.
-¿Y tú conoces a ese monstruo?
-¡Ya lo creo! ¿Cómo no he de conocerle? Me acuerdo muy bien del día en que se puso a pegar en este mismo sitio a un desgraciado. Yo entonces tenía la costumbre de decir ¡ay!, ¡ay!, y mientras Verlioka se divertía en la orilla, yo le gritaba sentada en el agua: «¡Ay!, ¡ay!». Entonces él, después de matar a aquel pobre hombre, corrió a mí, gritándome: «¡Yo te enseñaré a defender a los demás!». Y me cogió por la cola. Pero yo nunca he sido cobarde y, haciendo un esfuerzo, me escapé, dejando mi cola entre sus manos espantosas. Claro está que la cola no es una cosa imprescindible; pero, de todos modos, siento haberla perdido y nunca se lo perdonaré a Verlioka. Desde entonces no soy tan tonta, y ya no grito «¡Ay!, ¡ay!», sino que siempre apruebo: «¡Así!, ¡así!, ¡así!»; de lo que resulta que vivo más tranquila y la gente me respeta más. Todos dicen: «Esta Oca no tendrá cola, pero es muy lista».
-Está bien -dijo el anciano-; entonces, ¿podrás enseñarme dónde vive Verlioka?
-¡Así! ¡Así! -contestó la Oca, saliendo del agua, y balanceándose sobre sus torpes patas se encaminó por la orilla, delante del anciano.
Así anduvieron hasta que se encontraron en el camino una Cuerdecita, que les dijo:
-Buenos días, abuelito.
-Buenos días, Cuerdecita.
-¿Cómo estás? ¿Adónde vas?
-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka, quien ha ahogado a mi vieja mujer y matado a mis dos nietas. ¡Tan hermosas y buenas como eran!
-Conocía a tus nietas y a tu mujer y quiero ayudarte. ¡Llévame contigo!
El anciano pensó: «¡Quién sabe! Quizá me sirva para atar a Verlioka». Y contestó:
-Pues bien, ven con nosotros si conoces el camino.
La Cuerdecita se arrastró tras ellos como si fuese una culebra. Anduvieron los tres un buen rato y vieron un Pisón tendido en la carretera, el cual les dijo:
-Buenos días, abuelito.
-Buenos días, Pisón.
-¿Cómo estás? ¿Adónde vas?
-Estoy ni bien ni mal y voy a castigar a Verlioka, que ha ahogado a mi vieja mujer y matado a mis dos nietas. ¡Si supieses qué hermosas y buenas eran!
-Llévame contigo y te ayudaré.
-Bueno, anda si conoces el camino -le dijo el anciano, pensando: «Realmente, el Pisón podrá ayudarnos mucho».
El Pisón se levantó, se apoyó con el asa en el suelo y se puso a caminar a saltos. Así anduvieron hasta que encontraron una Bellota, que les dijo:
-Buenos días, abuelito.
-Buenos días, Bellota.
-¿Adónde vas?
-Voy a matar a Verlioka; no sé si lo conocerás.
-Ya lo creo que lo conozco. Es necesario castigarlo; llévame contigo y te ayudaré.
-Pero tú, ¿de qué me vas a servir?
-No me desprecies, abuelito. Acuérdate del proverbio que dice: No escupas en el pozo, porque tendrás que beber su agua.
El anciano pensó: «No hay inconveniente en que venga con nosotros; cuanta más gente haya, mejor será».
Y luego, en alta voz, dijo:
-Vente detrás.
Pero la Bellota se puso a saltar delante de todos.
Al fin llegaron a un espeso bosque y vieron una cabaña en cuyo interior no había nadie. La lumbre del horno estaba apagada y sobre el hogar había un puchero lleno de gachas de mijo.
La Bellota se metió de un salto en el puchero, la Cuerdecita se tendió en el umbral de la puerta, el Pisón se subió encima de ésta, la Oca se sentó detrás de la estufa y el anciano se escondió en un rincón al lado de la puerta.
Pronto llegó Verlioka, echó un haz de leña al suelo y se puso a encender la lumbre del horno. Entonces la Bellota, desde dentro del puchero, empezó a cantar:
-¡Pi, pi, pi, han venido a matar a Verlioka!
-¡Calla, papilla de mijo, o te echaré en el cubo! -exclamó Verlioka.
Pero la Bellota no le obedeció y siguió cantando su canción. Verlioka se enfadó, cogió el puchero y de un golpe vertió las gachas en el cubo. Al choque, la Bellota saltó y fue a dar en el único ojo de Verlioka, dejándole ciego. El gigante quiso escapar y echó a correr; pero apenas llegó al umbral, la Cuerdecita se le enredó a los pies y lo tiró al suelo.
El Pisón saltó de la puerta, y el anciano se precipitó sobre Verlioka desde el rincón donde estaba escondido y ambos se pusieron a pegarle. Mientras tanto, la Oca, sentada detrás de la estufa, aprobaba diciendo: «¡Así!, ¡así!, ¡así!».
Esta vez no le sirvió a Verlioka su fuerza, pues el anciano, con la ayuda de sus buenos amigos, logró matarlo y librar a la gente de un monstruo espantoso.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)