miércoles, 17 de agosto de 2011

La percepción política

Ángel Barriuso / Percepción política
Si revisáramos los resultados de las encuestas de opinión auspiciadas por los periódicos nacionales desde que el desaparecido diario El Siglo publicó reveladoras informaciones de la empresa Gallup Internacional, la cual posteriormente apareció como Gallup Dominicana, llegaremos a la conclusión de que la sociedad dominicana, desde la perspectiva de su percepción, está convencida de que: a) todos los gobiernos son corruptos y se corrompen los políticos desde los primeros meses de gestión, b)la economía siempre va de mal en peor, pocas veces se muestra convencida de que hay progreso, mejoría o estabilidad, c) no cree en los partidos, pero termina animándose en forma sorprendente en los procesos electoral, cual competencia deportiva, d) muy pocas veces estima que el país va por buen camino y que, en consecuencia, el gobierno de turno sabe lo que está haciendo.
Esto podría significa muchas cosas. De inmediato, creo que la raíz de una mala percepción ciudadana respecto de sus gobernantes radica en la falta de comunicación y de cómo se comunican informaciones vitales. Las políticas públicas merecen un tratamiento pedagógico en su transmisión al ciudadano. La sociedad tiene que asimilarlas como acciones que van a su beneficio, pero en forma real, por cuanto toda conducta gubernamental es una postura de cara al progreso de la población. Cuando los gobernados dejan de sentirse interpretados por sus gobernantes, flaquea la relación del Estado con la sociedad, de las autoridades nacionales con las personas que ejercen su derecho al voto. Tony Puig, experto en comunicación de marca, en uno de sus libros plantea la idea de la complicidad con el ciudadano. Y tiene razón, los gobiernos tienen que convertirse en cómplices de las necesidades del ciudadano, porque todos aspiramos a una mejor calidad de vida.
La intranquilidad, la falta de orientación, la pérdida de la esperanza, entre otros tantos elementos, expresan la falta de comunicación y, en consecuencia, se traduce en una pérdida de la confianza.

No hay comentarios: